Especialistas concuerdan en que la relación entre los agronegocios y el turismo es una de las vías más prometedoras para la diversificación y el crecimiento del sector agrícola en el Caribe.
Granada, 28 de noviembre, 2014 (IICA). El vínculo entre la agricultura local y el turismo puede impulsar la economía de los países del Caribe, pues abriría un nuevo mercado para los productores y permitiría a la industria turística contar con productos de buena calidad a un precio menor.
Así lo aseguraron especialistas convocados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Technical Centre for Agricultural and Rural Cooperation (CTA), en Granada, quienes participaron en un foro para identificar nuevas oportunidades que permitan fortalecer la competitividad de la pequeña agricultura caribeña.
En el encuentro, en el que participaron representantes de los sectores público y privado y de organizaciones de productores, entidades financieras y agencias de cooperación internacional, se destacó la promoción del agroturismo.
“Comercializar alimentos producidos a nivel local con hoteles y cruceros de lujo beneficia tanto a la industria turística como al sector agrícola, por eso es fundamental desarrollar capacidades en gestión empresarial, infraestructura y calidad e inocuidad de alimentos, que aseguren que la oferta cumpla las demandas de los consumidores”, dijo la Representante del IICA en Barbados, Ena Harvey.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el turismo es un pilar fundamental para las economías del Caribe. Esta región depende de los ingresos provenientes de actividades turísticas más que cualquier otra parte del mundo.
“Existe gran inversión en hoteles de lujo, resorts y cruceros, pero por lo general los beneficios económicos no llegan a la comunidad; las oportunidades de empleo no son suficientes para todos”, expresó Harvey.
En su criterio, la comercialización de productos certificados y con valor agregado satisface la demanda de un mercado exigente que busca alimentos de alta calidad, al tiempo que fortalece los mercados local y regional que sirven al sector turístico.
“Los vínculos entre estos dos sectores productivos parecen una forma natural de aumentar el desarrollo del comercio y los negocios en los productos frescos y procesados, además de promover un mayor consumo de productos locales”, aseguró Harvey.
De acuerdo con los especialistas participantes en el foro, el etiquetado ecológico también puede ser una herramienta para acceder a mercados que están anuentes a pagar un precio superior por productos “verdes”.
Para algunos productores, esta característica puede convertirse en una oportunidad para agregar valor mediante la diferenciación.
Las recomendaciones y conclusiones de este encuentro serán retomadas en un foro que se realizará en el 2015. Ambas iniciativas se derivan del trabajo entre el IICA y la CTA llevado a cabo en la Semana de la Agricultura del Caribe, celebrada en el 2013 en Guyana.
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