Expertos internacionales y funcionarios del gobierno argentino destacaron que la edición génica revoluciona las ciencias biológicas y abre enormes oportunidades. También coincidieron en la importancia de comunicar en forma eficiente esos avances para lograr un consenso social que permita que los países disfruten y se beneficien de estos desarrollos.
Buenos Aires, Argentina, 20 de marzo de 2019 (IICA). Garantizar que las sociedades aprovechen en forma plena los avances científicos y tecnológicos en materia genética y su aplicación en la producción de vegetales y animales requiere una comunicación eficiente y efectiva, informando adecuadamente a los consumidores sus alcances y ventajas, indicaron expertos científicos internacionales y autoridades del Gobierno de Argentina.
La recomendación fue formulada en el evento “Edición Génica: una oportunidad de Cooperación Sur-Sur”, organizado por la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la Secretaría de Gobierno de Agroindustria de Argentina junto al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y realizado en el Palacio San Martín, en paralelo a la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur.
“Esperamos que los aportes científico-tecnológicos permitan favorecer la generación de empleo genuino especialmente en amplias zonas de nuestra América Latina que están en la pobreza y redunden en una mejora en la calidad de vida de la gente”, dijo el Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, Lino Barañao, al inaugurar el evento, al que asistieron embajadores y altos representantes de delegaciones extranjeras, funcionarios locales y especialistas de la comunidad científica y académica.
Al abrir el evento, el Director General del IICA, Manuel Otero, destacó la articulación de agendas de cooperación técnica con Argentina.
“Estamos armando agendas de cooperación técnica con las secretarías de Ciencia y Tecnología y de Agroindustria de Argentina, con quienes nos unen los temas de bioeconomía que, junto a la biotecnología y la bioseguridad, son esenciales. La incorporación de la tecnología es fundamental para la transformación de la agricultura en el medio rural, para que las zonas rurales sean vistas como zonas de progreso y de oportunidades”, indicó Otero.
En ese sentido, el Director General del IICA explicó que “la cooperación técnica hoy es construcción de futuro” y agradeció la gran receptividad del Gobierno argentino y de toda la institucionalidad agropecuaria del país sudamericano, pionero en materia de edición génica en América Latina. “El IICA seguirá apoyando todos estos temas que están en la frontera del conocimiento basados siempre en la evidencia científica”, destacó Otero.
El evento paralelo, realizado al margen de las reuniones oficiales de la principal conferencia global sobre cooperación entre países en desarrollo, se realizó con el fin de ampliar los debates sobre la Cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular y compartir las mejores prácticas y experiencias.
Santiago Del Solar, Jefe de gabinete de la Secretaría de Agroindustria, afirmó que “tenemos la responsabilidad de producir más con menos y para eso tenemos un gran aliado que es la tecnología, la biotecnología, que tiene un impacto muy favorable en la Argentina, tanto con los organismos genéticamente modificados como con la edición génica. Es el camino trazado que tenemos por delante”.
Sin embargo, Del Solar, llamó la atención sobre una necesaria autocrítica “que tenemos que hacer en relación a la comunicación, que es muy importante, pero con los OGM no funcionó. No supimos explicar sus beneficios a los consumidores y entonces tenemos que tener ese cuidado ahora con la edición génica. Con ambas tecnologías tenemos que pensar en una comunicación eficiente”.
En el evento, María Eugenia Segretin, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), describió las oportunidades que la edición génica abre para productores de vegetales y animales, y Agustina Whelan, responsable del equipo técnico de Bioseguridad y Biotecnología de la Secretaría de Agroindustria, detalló los aspectos regulatorios existentes vinculados a las herramientas de edición génica en Argentina, que tiene más de 25 años de trayectoria evaluando los OGM.
Alejandro Mentaberry, Coordinador del Gabinete Científico-Tecnológico de la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, afirmó que “la edición génica está logrando una revolución en las ciencias biológicas”, describió las iniciativas de la cartera para comunicar esos avances y realzó la necesidad de trabajar en forma eficiente en su comunicación, de modo de lograr un consenso social que permita que los países disfruten y se beneficien de estos desarrollos.
Elizabeth Hodson, profesora emérita de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana, de Colombia, también enfatizó en esa necesidad. “La aceptación de los avances tecnológicos dependen de una sociedad. Por eso tenemos que comunicar, informar y formar a su vez formadores, educadores y comunicadores y actualizarlos permanentemente, como a las autoridades, porque no se regula lo que no se conoce. La adopción de tecnología es un contrato social. Si la sociedad no lo quiere no se avanza”, dijo.
El especialista en Biotecnología del IICA Pedro Rocha, en tanto, expuso sobre las regulaciones para la biotecnología de precisión, destacando la presencia en el encuentro de representantes de instituciones del Estado, de Embajadas, y del propio IICA como facilitador en el desarrollo del tema.
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