Delegación del IICA en la cita global más importante sobre innovación agrícola recalcará la urgencia por fortalecer el agro, a través de sistemas nacionales más robustos.
San José, Costa Rica, 26 de octubre, 2012 (IICA). Por la disponibilidad de tierra, reservas de agua, biodiversidad, experiencia exportadora, desarrollo institucional e importancia del sector privado y de la agricultura familiar, la agricultura de las Américas está en una posición de privilegio para contribuir al desafío de alimentar a la población mundial, pero requiere más y mejores innovaciones para atender ese reto gigantesco.
Con este argumento, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) participará en la Segunda Conferencia Mundial sobre Investigación Agrícola para el Desarrollo (GCARD2), que se efectuará en Punta del Este, Uruguay, del 28 de octubre al 1.° de noviembre del 2012. La delegación, encabezada por Víctor M. Villalobos, Director General, estará conformada por especialistas en innovación del IICA.
En la cumbre, la más importante sobre este tema que se realiza en el planeta, se procurará impulsar cambios en los sistemas de innovación agrícola para abordar los objetivos mundiales de reducción del hambre y la pobreza, así como aumentar los ingresos de los pequeños productores, asegurar el acceso a los alimentos de los sectores menos favorecidos y garantizar la sostenibilidad ambiental de la agricultura.
La conferencia es convocada por el Foro Global de Investigación Agropecuaria (GFAR, por sus siglas en inglés), constituido por los sistemas hemisféricos que se ocupan del tema. El IICA participa activamente en este grupo, pues ejerce la Secretaría Técnica del Foro de las Américas para la Investigación y Desarrollo Tecnológico Agropecuario (FORAGRO), el cual, a su vez, integra GFAR.
De cara a la reunión, que congregará a más de 600 investigadores mundiales, el IICA elaboró una nota técnica que resume sus principales argumentos sobre innovación agrícola y la forma en que esta puede potenciar la productividad, la competitividad y el comercio de sus 34 países miembros, como herramientas para alcanzar la seguridad alimentaria y el desarrollo.
“Las alianzas son imprescindibles para que América Latina y el Caribe logren aumentar su eficiencia y productividad agrícola y puedan alimentar una población creciente, al tiempo que se minimiza el impacto negativo en los ecosistemas y se favorece la adaptación del agro al cambio climático”, manifestó el Director General del IICA.
La búsqueda de alianzas, precisamente, es uno de los tres temas principales que se abordarán en GCARD2. Los otros serán la prospectiva y el desarrollo de capacidades, en los cuales también interviene el IICA y se explican en profundidad en el documento técnico.
“El desarrollo agrícola depende cada vez más de las actividades de cooperación y de la complementariedad entre diversos actores, de las capacidades y competencias exigidas por las nuevas realidades tecnológicas, institucionales y de mercado, y del establecimiento de prioridades con horizontes de largo plazo”, añade el informe del Instituto.
Reforzar la innovación
De acuerdo con el IICA, la existencia de sistemas nacionales de innovación es básica para que la agricultura logre ser renovada. “En general, las innovaciones tecnológicas, institucionales y de negocios se potencian recíprocamente y evolucionan en conjunto”, dice la nota técnica.
El IICA impulsa innovaciones en esos ámbitos. En el institucional, por ejemplo, mediante el desarrollo de marcos metodológicos para modernizar los institutos nacionales de investigación agrícola (INIA), en el tecnológico a través de la administración de un sistema que reúne a 21.000 investigadores, extensionistas y productores, quienes comparten información científica y experiencias innovadoras, y en los agronegocios al promover mecanismos de colaboración entre empresas y centros de investigación.
Para el Instituto, la tecnología y la innovación tienen un papel preponderante en la mitigación y adaptación de la agricultura al cambio climático. En cuanto a la adaptación, el IICA impulsa, por ejemplo, la transferencia de conocimientos para aumentar la eficiencia del riego y reducir la huella del agua, mientras que, para mitigar, promueve la medición y reducción de la huella del carbono, el desarrollo de buenas prácticas agrícolas y ganaderas y la eficiencia energética.
“La tecnología y la innovación también son fundamentales para mejorar los niveles de seguridad alimentaria de los países”, apunta el documento, y destaca en este renglón las tecnologías que aumentan la productividad de los cultivos, ayudan a disminuir las pérdidas poscosecha y aprovechan la biodiversidad de América Latina y el Caribe para generar alternativas alimentarias, sobre todo en la agricultura familiar.
Explica la nota técnica: “La biodiversidad es una relevante y aún bastante inexplorada fuente de innovación, especialmente para asumir el reto de la seguridad alimentaria y del cambio climático. Su aprovechamiento sustentable requiere mayor inversión en su conocimiento e investigación”.
Actualmente, convergen en el mundo distintos tipos de agricultura, entre ellas la convencional, la orgánica y la biotecnológica, en la que además cobran relevancia las tecnologías de información y comunicación, , la nanotecnología y otras que resultan de sus combinaciones.
En este punto, el Instituto presentará en GCARD2 la forma en que respalda a sus países miembros: “El IICA no toma posición a favor o en contra de una técnica en particular. Su misión es ofrecer información técnica, científicamente, sustentada para apoyar los procesos de análisis que apoyen la toma de decisiones de los países”.
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