Especialistas de América Latina y de España explicaron, en un foro técnico del IICA, cómo se complementa este indicador con las acciones para aumentar el uso eficiente del agua en el agro.
San José, Costa Rica, 24 de mayo, 2013 (IICA). Calcular cuánta agua se utiliza en la agricultura, desde la producción hasta el consumo final, es una necesidad en América Latina y el Caribe, pues el indicador puede brindar información precisa para generar mejores políticas públicas de seguridad alimentaria, acceso al recurso hídrico y preservación de un ambiente ecológicamente equilibrado en la región.
En un foro técnico efectuado en la sede central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), especialistas en gestión hídrica de Colombia, Costa Rica, México y España mostraron los avances de un estudio en el que participan esas naciones, más Argentina, Brasil, Chile y Perú, según el cual en América Latina hay una tendencia hacia la descentralización de la administración del agua, cuyo acceso se reconoce en el área como un derecho humano.
En términos generales, en la región hay buena disponibilidad del agua (aunque existe escasez en algunas zonas), pero la calidad del líquido es un asunto que merece atención. Además, no en todas las naciones hay información suficiente sobre los usos del agua o los datos están dispersos y carecen de la rigurosidad necesaria.
El estudio, llamado Seguridad Hídrica, Alimentaria y Cuidado de la Naturaleza en Latinoamérica y España, es promovido por la Fundación Botín y las universidades Politécnicay Complutense de Madrid. Su objetivo es contabilizar la huella hídrica de los sistemas de producción, en especial los agrícolas, por su alto consumo de agua.
“El agua es más que solo un insumo, debe estudiarse dónde y cómo se colecta y los usos que recibe en toda la cadena productiva. No podemos seguir pensando que el agua que utiliza la agricultura es independiente del resto de actividades de la sociedad, pues es parte de una cuenca hidrográfica y su uso debe ser eficiente”, dijo el Director General del IICA, Víctor M. Villalobos.
David Williams, gerente del Programa de Agricultura, Recursos Naturales y Cambio Climático del IICA, expresó que el Instituto procura brindar asistencia técnica a sus países miembros para que puedan aprovechar el agua más eficientemente al producir alimentos. “Es un recurso cada vez más precioso, que tenemos que cuantificar para manejarlo con responsabilidad”, afirmó.
El foro técnico fue organizado en forma conjunta por el IICA y el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe de la Universidad Nacional de Costa Rica (HIDROCEC-UNA).
Un indicador integral
“La huella hídrica en general, y en particular la de las actividades agrícolas, es un indicador base para alcanzar el desarrollo sostenible”, aseguró la especialista del Instituto Tecnológico de Monterrey, Patricia Phumpiu.
Alberto Garrido, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, explicó que de acuerdo con los cálculos de huella hídrica efectuados en el estudio, puede concluirse que en América Latina y el Caribe hay suficiente agua para satisfacer la demanda de producción de alimentos, pero debilidades en la gestión institucional provocan que los sectores más pobres tengan mayores dificultades de acceso al recurso hídrico.
“El cálculo de la huella hídrica debe ser visto desde una óptica global, ya que el agua es un tema transversal que toca temas sociales, ambientales y económicos. El indicador tiene que ser contextualizado y deben comprenderse las interacciones entre todos los sectores, pues es una herramienta para integrar políticas”, explicó Andrea Suárez, coordinadora del HIDROCEC-UNA.
La promoción del uso eficiente del agua en la agricultura será el principal tema de discusión del Encuentro de Ministros de Agricultura de las Américas 2013, que se llevará a cabo en Argentina en setiembre. En la reunión sesionará la Junta Interamericana de Agricultura, el principal órgano de gobierno del IICA, conformado por los ministros del hemisferio.
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