En reunión con Global Harvest Initiative, el Director General del IICA promovió los beneficios de llevar más recursos a la innovación y la productividad en la región.
Des Moines, Iowa, 17 de octubre, 2013 (IICA). Mejorar las políticas públicas, potenciar el desarrollo de jóvenes líderes e introducir tecnologías innovadoras, están entre los principales beneficios que recibiría la agricultura de América Latina y el Caribe si el sector privado aumenta sus inversiones en este campo, señaló el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor M. Villalobos, ante empresarios internacionales.
Durante una reunión con cerca de 20 ejecutivos, cuyas organizaciones forman parte de Global Harvest Initiative (GHI), Villalobos afirmó que está cambiando el paradigma de la cooperación internacional dirigida a la agricultura, tradicionalmente orientada a los gobiernos, para atraer al sector privado e impulsar de manera conjunta cambios en áreas como la sanidad agropecuaria e inocuidad de los alimentos (SAIA) y la promoción de la innovación y la biotecnología.
A partir de este año, el IICA es socio consultivo de GHI, una asociación de empresas globales que persigue el crecimiento de la productividad agrícola mundial mediante mejoras en las cadenas de valor.
“El Instituto considera la alianza con GHI como un paso importante para desarrollar relaciones más estrechas con el sector privado, que le permitan fortalecer su misión de promover una agricultura más competitiva, sustentable e incluyente en las Américas”, dijo el Director General del IICA.
Estableció puntos de concordancia entre los objetivos del IICA en América Latina y el Caribe y los intereses de los inversionistas en la región: marcos regulatorios sólidos, mercados agrícolas más desarrollados, mejoras en la gestión del riesgo, impulso al espíritu emprendedor, introducción de prácticas y tecnologías más productivas, bienestar económico, mayor desarrollo rural y acceso a información de punta sobre la agricultura.
Algunas modalidades de cooperación técnica que lleva a cabo el Instituto en sus 34 países miembros, que podrían facilitar las inversiones privadas en la agricultura de América Latina y el Caribe, son la entrega de información basada en ciencia para la toma de decisiones, la búsqueda de acuerdos entre los sectores público y privado y la mejora de las capacidades en SAIA, agregó Villalobos.
Como ejemplos de lo que se puede lograr con alianzas público-privadas, bajo la coordinación del IICA, el Director General destacó el programa de SAIA (respaldado de manera particular por EE. UU. y Canadá) para la creación de capacidades y la adopción de estándares internacionales en países de América Latina y el Caribe, la atención de emergencias sanitarias y fitosanitarias, el cumplimiento de regulaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) y la ejecución del Programa de Liderazgo Ejecutivo en Inocuidad de Alimentos.
También mencionó el apoyo que brinda el IICA a sus países miembros en la implementación de marcos regulatorios en bioseguridad, iniciativa que además ha permitido establecer comisiones regionales en Centroamérica y el Cono Sur, que diseminan el conocimiento y la experiencia en esta área entre las naciones.
“En ambos casos, el IICA trabaja junto con los países para resolver problemas, mejorar capacidades, facilitar la participación de los países en foros mundiales y promover la toma de decisiones basadas en ciencia”, agregó Villalobos.
El Director General también participó en Iowa en el Diálogo Bourlaug, organizado por la Fundación World Food Prize, que cada año reconoce el aporte de destacados líderes y científicos dedicados a la agricultura.
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