Las estufas ahorran energía y utilizan diversidad de materiales para su funcionamiento, lo que evita la tala de árboles. El proyecto también incluye viveros frutales y forestales.
Haití, 9 de marzo, 2012 (IICA). Más de 800 familias de la comunidad haitiana de Arreguy-Jacmel se beneficiarán con estufas ahorradoras de energía y con un vivero de árboles frutales y forestales de rápido crecimiento, gracias a un proyecto ejecutado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la orden de las Hermanas Lauritas.
Bajo un acuerdo de donación firmado entre el IICA y CARITAS-España, la iniciativa inició a finales del 2011. El proyecto ofrece una opción viable para el ahorro, uso limpio y sustentable de la biomasa, mediante el empleo de estufas ahorradoras de energía, que requieren menos leña que el tradicional fogón de tres piedras y que proveen una mejor y más segura opción para la cocción de los alimentos.
“Ante la deforestación del país y tomando en cuenta que la principal fuente de energía es la leña, situación que ejerce gran presión sobre los bosques, las estufas se presentan como una opción innovadora para cambiar el fuego abierto de tres piedras por una unidad pequeña, modificada y adaptada a la cultura y necesidades locales”, sostuvo Alfredo Mena, Representante del IICA en Haití.
La estufa utilizada en este proyecto, conocida como Isleña, tiene una hornilla de fácil manejo y comportamiento eficiente. Su funcionamiento se basa en encerrar el fuego en una cámara de combustión en forma de “L”, con una chimenea corta o conducto que lleva el calor desde la cámara de combustión a la olla, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero y llevando el máximo calor a la olla.
El sencillo artefacto funciona con pequeños trozos de leña, residuos agrícolas, ramas finas, secas y producto de poda, lo que evita la corta de árboles y, por ende, beneficia los ecosistemas de la zona.
El vivero de árboles de especies forestales y frutales de especies locales, por su parte, se estableció con la participación de los beneficiarios, miembros de la comunidad de Arreguy. Este vivero no solo proporciona árboles para la siembra, sino que también es visitado por los alumnos de la escuela dirigida por las Hermanas Lauritas, con el fin de crear en los niños un interés por la siembra de árboles y capacitarlos en la preservación del medio ambiente.
La alianza con las Hermanas Lauritas data desde el 2002, con el establecimiento de una escuela a la que hoy asisten alrededor de 400 estudiantes de Arreguy y zonas aledañas y con la compra de materiales escolares luego del sismo que afectó a Haití en el 2010. La Asociación de Damas Internacionales del IICA y la Asociación de Empleados del Instituto han contribuido con estas inicataivas.
El trabajo del IICA con estas religiosas también ha permitido la implementación de proyectos agropecuarios, de salud, educación, crédito para mujeres, seguridad alimentaria, agua potable, reparación de casas y caminos, entre otros.
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alfredo.mena@iica.int