En un evento organizado por el IICA conocieron en detalle las plataformas BioMA y CASANDRA, de gran utilidad para hacerle frente a la variabilidad y cambio climático.
San José. Un foro técnico propiciado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) permitió conocer en detalle dos plataformas agroinformáticas, que incluyen herramientas de simulación para sistemas agrícolas de utilidad en la toma de decisiones frente a escenarios de variabilidad y cambio climático en América Latina.
En el evento organizado en el marco del Proyecto EUROCLIMA-IICA, se profundizó en los conceptos y principios sobre los cuales funciona la plataforma BioMA Spatial del Centro Común de Investigación (JRC) y CASANDRA del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), así como en sus usos y aplicaciones.
BioMA Spatial centra su alcance en los países de la Comisión Europea, mientras que en América Latina su implementación se está iniciando gracias al Proyecto EUROCLIMA-JRC con el trabajo de expertos de la región para la calibración de esta plataforma.
“La plataforma toma las variables de entrada que son las ambientales, las cuales se usan en simulación como la radiación, la temperatura y la precipitación, los parámetros genéticos de los cultivos y el manejo agrícola en la zona donde se quiere simular toda esa información. Tiene implementado tres modelos de crecimiento de cultivos: uno para arroz (WARM), dos genéricos (WoFoSt, CropSyst); actualmente se trabaja en la implementación de CaneGro para caña”, explicó la especialista en modelación biofísica de cultivos del Centro Común de Investigación (JRC) de Italia, Joysee Rodríguez.
Rodríguez añadió que se puede utilizar cualquiera de esos modelos “para correr una simulación en base a los datos de entrada y producir las salidas que se prefieran, entre los comunes: biomasa total, el desarrollo foliar y el rendimiento final”.
La plataforma CASANDRA por su parte, fue desarrollada por investigadores del Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA) dependiente del CONICET, (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, y el INTA, y permite la interacción con los modelos de cultivos incluidos dentro de DSSAT (Decision Support System for Agrotechonology Transfer), actualmente para trigo, maíz, soja y girasol su aplicación en forma espacial y temporal. Posteriormente se incluirán frijol, algodón, arroz y caña de azúcar.
“Tenemos dos versiones una que la aplicamos para cambio climático, evaluando su impacto en la agricultura, la vulnerabilidad ambiental y productiva como así también las estrategias de adaptación que se diseñen, y la otra que aplicamos al análisis de estrategias productivas, que estima lo que pueda pasar en el sistema en tiempo operacional para evaluar y proyectar el estado de los cultivos en la estación de crecimiento”, destacó el experto en modelación de cereales del INTA, Edgardo Guevara.
Ambas herramientas permiten evaluar el impacto de la variabilidad y cambios climáticos sobre la agricultura con una distribución espacial y por ende su aplicación a nivel regional, con miras a aportar para que los técnicos de los ministerios de agricultura puedan tomar decisiones o establecer medidas de acción en los territorios.
Durante el evento además, se explicó en lo que se basa la modelación biofísica de cultivos para entender y representar los procesos y dinámicas relacionadas a su crecimiento y desarrollo.
El seminario es el primero de una serie organizada por el Proyecto EUROCLIMA-IICA-JRC que abordará distintos niveles de profundización en estos temas.
Más información: ronny.cascante@iica.int
