IICA presenta en Lima un estudio sobre la situación y retos de las entidades de investigación agropecuaria de América Latina y el Caribe.
Lima, Perú, 22 de agosto, 2012 (IICA). El aporte que en los próximos años puedan hacer los institutos nacionales de innovación agropecuaria (conocidos como los INIA) en América Latina y el Caribe es prometedor, pero exigente, dadas las necesidades que enfrentan los productores de la región, en especial los dedicados a la agricultura familiar.
Carlos Pomareda, consultor y coautor del estudio Los INIA en América Latina y el Caribe (ALC): desafíos para la innovación agraria, expresó que dichos institutos deberán trabajar no solo en innovaciones tecnológicas, sino colaborar en el desarrollo de instrumentos de gestión novedosa del agua y de atención a la sanidad agropecuaria e inocuidad de alimentos (SAIA) en los países de la región.
Del estudio –preparado para el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)– también se concluye que los INIA pueden generar innovaciones sobre la forma en cómo se articulan las cadenas agropecuarias, de manera que aumente la equidad en la distribución del ingreso.
Están también llamados a renovar la manera en que los productores acceden a la información, además de elevar sus capacidades para aprovecharla.
Pomareda presentó el estudio durante la VI Reunión Internacional de FORAGRO (Foro de las Américas para la Investigación y Desarrollo Tecnológico), que se realiza en Lima, Perú, del 21 al 23 de agosto.
La investigación se sustenta en cuestionarios realizados a altos funcionarios de todos los INIA de ALC.
La relación entre estos organismos y los centros internacionales de investigación también fue evaluada. De acuerdo con el estudio, 58% de los INIA de América Latina y el Caribe tienen una relación débil con los centros del CGIAR (Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional), en tanto que tres de cada diez INIA se relaciona débilmente con el mismo FORAGRO.
“Esta debilidad se caracteriza por escasa interacción, lento flujo de información, burocracia, alto costo para lograr apoyo, redes incipientes y dificultades para el intercambio de profesionales”, explicó Pomareda, coautor del estudio junto con los consultores Eduardo Trigo y Federico Villareal.
Un resumen ejecutivo del estudio puede leerse en el capítulo 5 del informe Situación y desempeño de la agricultura en ALC desde la perspectiva tecnológica 2012, publicado por el IICA con motivo de la reunión de FORAGRO.
Más información:
arturo.barrera@iica.int