Nadya Blanco Guzmán | Especialista en Género y Juventud IICA
Marzo 2020.- Con la intención de conocer un poco más de las iniciativas que impulsa el IICA, entrevistamos a los y las Gerentes de Programas para que nos compartan sus principales logros, objetivos y desafíos. En el mes de la mujer, desde Costa Rica, nos responde Nadya Blanco, especialista de Género y Juventud.
¿Cuál es la génesis y los objetivos principales que impulsa el programa de Género y Juventud del IICA?
El Eje Transversal de Género y Juventud tiene la función de incorporar efectivamente estos enfoques en la cooperación técnica que brinda el IICA en sus acciones de cooperación técnica.
Surge de la necesidad de fortalecer la comprensión de estos enfoques y las acciones estratégicas de los Programas de Acción Hemisférica, para garantizar así que el trabajo que realizamos llegue a la población meta con criterios de igualdad de género e intergeneracionalidad.
A la vez es importante dimensionar las oportunidades que tenemos de influir con acciones en conjunto con los ministerios de agricultura para visualizar el rol que tienen las mujeres y las personas jóvenes en la producción agrícola y el desarrollo rural e incentivar acciones que involucren efectivamente a estas poblaciones.
Por eso, se acompaña la implementación de proyectos nacionales, regionales y hemisféricos, de la mano de equipos especializados en Bioeconomía y Desarrollo Productivo, Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar, Comercio Internacional e Integración Regional, Cambio climático, recursos naturales y gestión de riesgos productivos, Sanidad agropecuaria, inocuidad y calidad de los alimentos.
Los objetivos principales son:
- Posicionamiento institucional de los enfoques de género y juventud para visualizar temas clave en discusiones técnicas y espacios de toma de decisión nacional, regional y global.
- Formación de capacidades de los equipos técnicos y poblaciones clave.
- Generación de información sobre las relaciones de género y las relaciones generacionales en la agricultura y los territorios rurales con miras a reducir las brechas existentes.
- Acciones dirigidas al logro de la autonomía económica de las mujeres rurales y la productividad de las personas jóvenes.
- Contribución al desarrollo de políticas e iniciativas de innovación institucional inclusivas y equitativas que garanticen la participación efectiva y el fortalecimiento de los liderazgos de mujeres y jóvenes.
¿Cómo impacta en el entorno y desarrollo rural una efectiva integración de las mujeres y jóvenes en igualdad de oportunidades?
Las estadísticas nacionales y censos agropecuarios evidencian una distribución y un acceso desigual a los recursos productivos entre hombres y mujeres. El caso más ilustrativo es la propiedad sobre la tierra.
Sabemos que, a pesar de que las mujeres y las personas jóvenes tienen importantes conocimientos y labores, frecuentemente encuentran límites para participar en la toma de decisiones en la producción familiar y en los grupos asociativos.
De esta forma, el impacto que pueden tener nuestros equipos con sus contrapartes institucionales y organizacionales es trascendental. En el trabajo conjunto con los ministerios de agricultura y desarrollo rural, los institutos de investigación agrícola, extensión rural, redes internacionales de promoción de productos clave y demás alianzas estratégicas, logramos que los enfoques de género y juventud ganen injerencia en políticas públicas, espacios de construcción de conocimiento y toma de decisiones.
Mediante la claridad ética- conceptual y las prácticas concretas logramos visualizar los roles y creencias de nuestros públicos meta, y de esa forma planteamos estrategias para valorar los aportes y conocimientos de todas las personas.
Con enfoques de género y juventudes explícitos en nuestra misión contribuimos al desarrollo sostenible con igualdad que requiere el entorno rural.
¿Cuáles son los principales desafíos que ALC tiene en torno al empoderamiento de la mujer y la igualdad de género en el entorno rural?
América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo, por lo cual hay que tener en cuenta que, si no actuamos con precisión estratégica hacia el logro de mayores oportunidades para todas las personas, y en especial, quienes están en desventaja, estaremos más bien contribuyendo a que aumente esa desigualdad.
Con respecto a la igualdad de género en el medio rural, hay grandes desafíos con respecto a la autonomía económica, la educación y la salud.
Por obstáculos culturales y estructurales asociados a la ruralidad, las mujeres que habitan estos territorios se ven obligadas a trabajar muchas horas más que las mujeres urbanas y que los hombres rurales y urbanos. Mucho de ese trabajo se dirige hacia el bienestar de su familia, para nutrirla, proveerle elementos básicos como el agua y además producir.
Todo ese trabajo mencionado se ha considerado una extensión de los supuestos deberes femeninos de cuidado y complementariedad al varón, por lo que suele poco o no remunerado. Si bien las mujeres urbanas comparten también estos roles, las condiciones de la ruralidad son todavía más desafiantes.
Otro reto eminente es el cambio climático, pues se ha logrado constatar que los efectos sobre mujeres y hombres son distintos, así como los recursos materiales y sociales con que se cuentan para hacerle frente. Debido a que algunos países de la región se han considerado algunos de los más vulnerables a nivel mundial, es un asunto sumamente delicado que se vincula directamente con el derecho de la población rural a la vida y a tener calidad de vida.
¿Qué está haciendo actualmente el IICA para alcanzar y resolver positivamente estos desafíos?
El IICA realiza proyectos importantes para llevar conocimientos, técnicas agrícolas y empoderamiento de las mujeres y las personas jóvenes en los espacios de trabajo que compartimos con nuestras contrapartes y alianzas.
Afortunadamente, cada vez se va tomando mayor conciencia en la organización de la necesidad de fortalecer los componentes de género y juventud en las misiones, por lo que trabajo junto a los equipos correspondientes en iniciativas novedosas.
Se debe reconocer el esfuerzo que desde la Cooperación Técnica del IICA se está haciendo para fortalecer las capacidades de sus equipos en estos enfoques y la promoción de experiencias a través de las cuales vamos generando lecciones aprendidas junto a nuestras contrapartes.
En las acciones asociadas al cambio climático se está avanzando en la identificación de los roles de mujeres y hombres en las comunidades o grupos productivos, para así, basándose en ello, hacer partícipes a hombres, mujeres y jóvenes de la capacitación en técnicas agrícolas de adaptación y mitigación apropiadas a cada contexto. También a nivel de políticas nacionales se asesora para que los compromisos adquiridos puedan incluir criterios de género y juventud.
Se plantea la bioeconomía como una opción de gran potencial para generar nuevos empleos para las mujeres y las personas jóvenes, en la utilización de materiales que antes eran desechados o procesos que no eran aprovechados. La producción de biocombustibles se ofrece como una fuente de nuevas oportunidades para estas poblaciones y se está acompañando a los países miembros en la valoración de estas posibilidades.
En el desarrollo rural y la agricultura familiar se colabora con naciones y bloques tan importantes como la REAF- Mercosur en el fortalecimiento de políticas y la identificación de buenas prácticas que beneficien también a las mujeres y a las personas jóvenes en su vinculación con el mercado.
Por otro lado, es importante notar que hay acuerdos comerciales que favorecen la inclusión de las personas jóvenes y las mujeres en las cadenas de valor. En ese sentido también es fundamental la capacitación de estas poblaciones acerca de las normas regulatorias para la inocuidad de los alimentos que favorecen la salud general y la exportación.
Finalmente, es fundamental notar que también se están fortaleciendo estrategias con perspectivas de género y juventud en proyectos de relevante impacto como INNOVA- AF y plataformas de integración regional tan importantes como PROCAGICA en la producción cafetalera, y FONTAGRO en la investigación agrícola. ´