El Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, sostuvo un diálogo con el Director General del IICA, Manuel Otero, en el que exploraron áreas de cooperación post pandemia.
San José, 7 de setiembre, 2020 (IICA). La agricultura es un sector indispensable para la humanidad, pero requiere orientarse hacia una mayor sostenibilidad, ampliar su digitalización e innovar comercial y productivamente, factores que la harán atractiva para que nuevas generaciones se dediquen a la actividad.
La actual pandemia amplificó un reconocimiento al sector, que ahora debe mantenerse, consideró el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España, Luis Planas.
“El agro no es una moda pasajera. Se puede jugar con muchas cosas en la vida, pero no con la salud ni la alimentación. Hay mayor consideración para el sector de parte de los ciudadanos”, expresó Planas en un diálogo virtual de alto nivel con Manuel Otero, Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
“Hay que producir suficiente en cantidad y calidad para alimentar a la creciente población mundial, pero al mismo tiempo hacerlo de modo que no agotemos el único planeta que tenemos”, expresó el Ministro.
“Se requiere modernización, las posibilidades son muy grandes, de regadío, uso de datos, cómo hacer más efectivos mecanismos de irrigación, fertilización, controles fitosanitarios. Todo esto va hacia una alimentación más natural, orgánica, tendencia de buena parte de la juventud”, agregó Planas.
El ministro coincidió con el Director General del IICA en que uno de los retos más grandes del sector es atraer a los jóvenes al agro, para lo que se requiere educación y mayor digitalización y conectividad -por ejemplo, para el control vía satelital y con drones de los cultivos-, con el objetivo de que esta actividad sea más atractiva y rentable para las nuevas generaciones.
“En Europa tenemos sociedades más envejecidas que en otras zonas del mundo. En España tenemos con 55 años o más, el 60 % de nuestros empleados en el sector primario, es decir, que en los próximos 10 años previsiblemente perderemos dos tercios de nuestros agricultores. ¿Qué significa eso? Una oportunidad, un llamado, una atracción para que jóvenes y mujeres se incorporen al medio rural”, añadió Planas.
Sobre tecnología y relevo generacional, Manuel Otero ofreció la visión desde América Latina y el Caribe. “Ahí está la clave para volver a enamorar a los jóvenes con la agricultura y la agricultura con los jóvenes, de lo contrario, los problemas que estamos sufriendo podrían acentuarse. América es un continente que tiene un bono demográfico y se debe aprovechar. Ellos son el futuro, sin ellos la agricultura difícilmente pueda evolucionar”, expresó.
Planas y Otero acordaron tender un puente, mediante el IICA, que genere redes entre jóvenes profesionales de Américas con Europa, para compartir conocimientos y experiencias a través de programas de intercambio y pasantías.
Otras áreas de cooperación
La experiencia de España en seguros agrarios, uso eficiente de agua, asociatividad y cooperativismo, así como en fortalecer las capacidades de negociación de los productores para obtener mejores precios, son otras áreas de cooperación horizontal que vislumbró el Ministro Planas en el diálogo virtual.
“He dado estos cuatro temas pensando en la problemática de América Latina que conozco, y de los países más interesados con la cooperación en este mundo agrario y ganadero. Tenemos cierta experiencia y a través del IICA podríamos desarrollarlo”, afirmó el titular del MAPA.
Sobre los seguros agrarios, Planas dijo ser un “gran convencido” de estos, porque solventan parte de las incertidumbres del agro y “se puede empezar por pequeñas dosis, sectores o núcleos e ir avanzando”. Dejó claro que para impulsarlos son imperativas las alianzas público-privadas.
Con la utilización eficiente del recurso hídrico, el Ministro aseveró que España en los últimos años ha reducido hasta en un 14 % su consumo en el sector, experiencia que podrían aprovechar los países de América Latina y el Caribe, máxime por los desafíos que impone el cambio climático.
“Ahí hay grandes posibilidades de sinergia. España es el país que tiene más superficie en regadío de la Unión Europea, 3,8 millones de hectáreas; significa el 22 % aproximadamente de la superficie agraria explotada en estos momentos del país, y un 52 %, más de la mitad, ha sido objeto de modernización para un uso racional”, argumentó.
En relación con la capacidad de negociación de pequeños productores frente a la industria para lograr precios rentables y justos, Planas comentó que España adoptó la reforma de la Ley de Cadena Alimentaria, para aumentar la transparencia en la formación de precios, una experiencia que podría ser aplicada en las Américas.
“Los productores agropecuarios suelen ser la variable de ajuste y ellos reciben un precio residual que muchas veces no expresa los riesgos que asumen. Si no hay precios justos, es difícil mantenerlos en sus lugares de origen”, apuntó el Director General del IICA, Manuel Otero.
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