Se trata del más importante foro de diálogo en esta subregión, convocado con el objetivo de alcanzar consensos sobre el futuro de la actividad agropecuaria y de la vida rural y que tiene la participación de actores clave del sector en el Caribe, tanto en el ámbito público como privado.
San José, 5 de octubre de 2021 (IICA). Un fuerte llamado a transformar los sistemas agroalimentarios, de manera que favorezcan su sostenibilidad económica, social y ambiental y posibiliten una recuperación en la post-pandemia fue realizado en la apertura de la Semana de la Agricultura del Caribe 2021.
Se trata del más importante foro de diálogo en esta subregión, convocado con el objetivo de alcanzar consensos sobre el futuro de la actividad agropecuaria y de la vida rural y que tiene la participación de actores clave del sector en el Caribe, tanto en el ámbito público como privado.
Con el título “Transformando nuestros sistemas alimentarios”, esta es la décimo sexta edición del evento –inaugurado en Trinidad y Tobago en 1999- y la primera que se realiza de manera virtual, debido a la pandemia de Covid-19.
La Semana de la Agricultura del Caribe es organizada por la Comunidad del Caribe (CARICOM), junto al Instituto Caribeño para la Investigación y el Desarrollo Agrícola (CARDI), el Instituto Interamericano para la Cooperación en Agricultura (IICA) y la FAO. Cuenta con más de 30 actividades en la que participarán, hasta el 8 de octubre, más de 100 oradores e incluye una exposición virtual que cubre temas como producción primaria, manufacturas, agro-turismo, tecnología agrícola, educación agrícola y comercialización.
“Con voluntad podemos transformar nuestra agricultura para hacerla mejor, más diversificada y capaz de asegurar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos, de manera que nadie quede atrás”, dijo Mohamed Irfaan Ali, presidente de la República Cooperativa de Guyana.
El jefe de Estado explicó que Guyana viene trabajando para un incremento de la productividad y en el fortalecimiento de las instituciones del sector, de manera de construir una agricultura más resiliente y con acceso a las innovaciones tecnológicas.
“Debemos preguntarnos –agregó- por qué es necesario transformar los sistemas alimentarios y cómo podemos lograrlo. Nuestra región ha sido bendecida con tierras cultivables, abundantes fuentes de agua dulce y trabajadores agrícolas capacitados. Sin embargo, importa alimentos por más de U$ 5.000 millones de dólares anuales. Tenemos recursos para producir más alimentos de los que consumimos y, en el proceso, generar ingresos para la población”, dijo.
Irfaan Ali consideró que el Caribe tiene una gran necesidad de incrementar su seguridad alimentaria debido a que “es particularmente vulnerable a eventos extremos como inundaciones sequías y huracanes debido al cambio climáticos. Tenemos que responder a los desafíos y tomar las oportunidades lograr resiliencia”.
Errington Thompson, presidente de la Alianza Agrícola del Caribe (AACARI), destacó el trabajo del IICA en el apoyo a la agricultura de los países del Caribe ante el difícil escenario que planteó la pandemia desde comienzos de 2020.
Errington realizó un enfático llamado la acción en cuanto a la necesidad de fortalecer la sostenibilidad de la producción, la industrialización y la comercialización de alimentos: “Las circunstancias en las que estamos no nos permiten demorarnos ni procrastinar. Enfrentamos el impacto del Covid-19 y del cambio climático, así como también el debilitamiento de las economías y la escasez de alimentos. Debemos actuar rápido y lograr consensos para asegurar que cumplamos los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), especialmente la erradicación del hambre”.
Ignatius Jean, presidente del directorio del Instituto Caribeño para la Investigación y el Desarrollo Agrícola (CARDI), puntualizó que desastres naturales recientes, como las inundaciones en Guyana y Trinidad y Tobago, el terremoto en Haití y la erupción del volcán La Soufrière en San Vicente y las Granadinas, exacerbaron los efectos perniciosos de la pandemia.
“Hoy vemos que millones de personas no tienen acceso a una dieta saludable”, alertó Jean, quien hizo hincapié en la necesidad de trabajar para involucrar a los jóvenes en la agricultura de manera urgente, como condición imprescindible para construir una producción de alimentos resiliente ante los desastres naturales.
Joseph Cox, Asistente del Secretariado General de CARICOM en Comercio e Integración Económica, se refirió a la importancia de que el Caribe cumpla el objetivo de reducir en un 25% sus importaciones de alimentos para 2025.
“Debemos fortalecer en los próximos años nuestra seguridad alimentaria a partir de decisiones estratégicas que aseguren un futuro resiliente”, afirmó. También señaló la importancia de reorganizar el modelo de negocios agrícola en el Caribe, para impulsar mejoras en la productividad, incorporar la innovación y crear estructuras más resistentes a la volatilidad de los precios internacionales.
El Subdirector General del IICA, Lloyd Day, habló de la importancia de las Américas y del Caribe, en su diversidad, para los sistemas agroalimentarios globales.
“Por un lado –dijo-, la región contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional mundial, al ser la principal exportadora como también la más grande proveedora de servicios ecosistémicos y la mayor fuente de biodiversidad. Por otro lado, hay países, particularmente en el Caribe, que son fuertemente dependientes de las importaciones alimentarias, lo que los hace vulnerables a disrupciones en las cadenas de abastecimiento”.
Day también señaló la importancia de que la Semana de la Agricultura del Caribe se realice pocos días después de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, a la cual el continente americano llegó con un documento consensuado de 16 mensajes que expresan la visión de la región ante la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Day hizo un repaso de las acciones emprendidas por el IICA desde 2020 para apoyar a las naciones caribeñas ante el impacto de la pandemia, que incluyeron la creación un fondo especial para sostener la seguridad alimentaria y nutricional. El Instituto participó en campañas para facilitar el acceso a semillas, equipamiento de riego e insumos en Antigua y Barbuda, Haití, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Guyana y Belice.
El IICA también hizo importantes esfuerzos para reconstruir la producción agropecuaria ante catástrofes naturales como la erupción del volcán La Soufrière en San Vicente y las Granadinas, las inundaciones en Guyana y Surinam y el terremoto en Haití.
Por su lado, Julio Berdegué, Subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe, hizo un llamado a los distintos actores a trabajar en conjunto para enfrentar amenazas como el reciente brote de fiebre porcina, que pone en riesgo una importante actividad económica en la región, y advirtió que la mitigación global del cambio climático es “una cuestión de vida o muerte” para los estados insulares del Caribe.
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