Destacan expertos la urgente necesidad de que la ganadería transite hacia prácticas más sustentables, sostenibles y productivas para favorecer el desarrollo y la adaptación al cambio climático.
Ciudad de México, octubre, 2023 (IICA).- La ganadería contribuye a la seguridad alimentaria y al crecimiento económico mundial y sin embargo aporta casi el 15% de las Emisiones de Gases Invernadero (GEI) por lo que es urgente que ese sector transite hacia prácticas más sustentables, sostenibles, resilientes y productivas y contar con políticas públicas adecuadas que favorezcan su desarrollo y adaptación al cambio climático, destacaron expertos.
Durante el foro “Ganadería Bovina sustentable: Una oportunidad para enfrentar el Cambio Climático” en el que participaron expertos del sector público, privado, académico, investigadores, productores y organismos internacionales, se intercambiaron experiencias sobre la interrelación ente el cambio climático y la producción pecuaria que desde hace años busca mejores prácticas para ser parte de la solución a problemas ambientales y de productividad.
En el foro, organizado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, en coordinación con Iniciativa Climática de México y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), los participantes exhortaron al sector a identificar soluciones concretas y prácticas para contar con una ganadería sustentable, mediante políticas públicas adecuadas que coadyuven en la formación de una industria agroalimentaria sostenible y en la reducción de los GEI.
En un mensaje grabado, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Víctor Villalobos, destacó que la ganadería sustentable brinda la oportunidad de mejorar la productividad y competitividad.
“El sector pecuario es un aliado para la conservación de los recursos naturales cuando se implementan prácticas sustentables en la gestión de los sistemas productivos y acciones de sustentables”, dijo.
El representante del IICA México, Diego Montenegro, señaló que, con buenas prácticas y tecnologías innovadoras y sostenibles, el sector ganadero se puede transformar y constituir en parte de la solución para la conservación de los recursos naturales, la reducción de gases GEI y la atención al cambio climático.
“La adopción de modelos más productivos y de bajas emisiones es esencial no solo para nuestra economía, sino también para la seguridad alimentaria y la resiliencia de nuestros productores y comunidades” dijo Montenegro.
Destacó que la NDC y la Ley General de Cambio Climático (LGCC) han establecido metas claras para la reducción de emisiones, y proyectos como GANA-México y SAbERES impulsados por IICA, alineados con la ENADER, nos muestran el camino hacia la sostenibilidad, la productividad y la adaptación al cambio climático.
Sol Ortiz, Directora general de Políticas prospección y cambio climático, Arturo Macusay, Coordinador general de Ganadería, ambos de la Secretaría de Agricultura, y Adrián Fernández, Director ejecutivo de Iniciativa Climática, coincidieron en señalar que el cambio climático supone una importante amenaza para la producción de alimentos y que la ganadería puede ser un aliado en su combate, en la lucha contra la desertificación, así como en la preservación de la biodiversidad, si se aplican prácticas sostenibles.
Salvador Fernández, Coordinador general de Desarrollo Rural , de la Secretaría de Agricultura, ofreció una conferencia magistral sobre la Ganadería Sostenible en un contexto de Cambio Climático, y consideró que para el fomento de la ganadería sostenible con bajas emisiones de metano en México, se requieren procesos de innovación y desarrollo de capacidades basados en evidencias científicas y el conocimiento, así como en la cultura de los ganaderos.
Destacó la importancia de que los productores conozcan las innovaciones tecnológicas para que puedan escalar hacía una ganadera sostenible.
Señaló la importancia de contar con una visión integral de la ganadería en el contexto del sistema alimentario, y reconocer las contribuciones de la ganadería a la nutrición, al desarrollo humano, al ambiente y al clima.
Fernández consideró fundamental la cooperación científica internacional, así como la formación y estancias de científicos que provean soporte e instrumentos de política y procesos de innovación.
Destacó que la NDC y la Ley General de Cambio Climático (LGCC) han establecido metas claras para la reducción de emisiones, y proyectos como GANA-México y SAbERES impulsados por IICA, alineados con la ENADER, nos muestran el camino hacia la sostenibilidad, la productividad y la adaptación al cambio climático.
Durante el foro, participaron de IICA además de Montenegro, el especialista en agricultura, ganadería y cambio climático Walter Oyhantcabal y la coordiandora de proyectos, Leticia Deschamps.
Oyhantcabal destacó que el principal desafío para mejorar la precisión de las estimaciones es utilizar métodos refinados en ganadería (nivel TIER 2) de acuerdo con el IPCC.
Explicó que el balance neto de la ganadería busca un equilibrio entre emisiones y remociones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), mediante la implementación de prácticas que reduzcan las emisiones y aumenten el secuestro de carbono, contribuyendo así a la sostenibilidad del sector ganadero.
Por su parte Leticia Deschamps resaltó los importantes desafíos para transitar hacia una ganadería sostenible y subrayó la necesidad de políticas públicas adaptadas a distintos productores y regiones, que instauren sistemas de monitoreo y promuevan mercados verdes, apoyos y subsidios. Indicó que es crucial desarrollar un sistema de innovación que integre a todos los actores del sector ganadero y fortalezca capacidades, basándose en la experiencia de líderes productivos para adoptar buenas prácticas.
Deschamps destacó desafíos como la deforestación, la gestión de sequías, inundaciones y el uso eficiente del agua, así como la necesidad de incrementar la productividad ganadera. Enfatizó la importancia de la colaboración multiactor, como la realizada en la Mesa Redonda de Ganadería Sustentable de México (MRGSM), para formar alianzas estratégicas que faciliten la transición hacia la sostenibilidad de la ganadería bovina.
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