Enero 2025.- 2024.- La iniciativa, denominada “Apoyo a la producción orgánica y a la comercialización de plantas medicinales para la mejora de ingresos” cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y ejecución del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay (MAG), a la fecha ha alcanzado un total de 136 beneficiarios, pequeñas agriculturas familiares de la zona oriental de Paraguay que han mejorado sus condiciones de vida e ingresos.
HERENCIA ANCESTRAL
La región oriental de Paraguay, también conocida como la “Paraneña Paraguaya”, concentra el 97% de la población total del país, según el último Censo de 2022. Rodeada al este y al sur por el río Paraná y al oeste por el río Paraguay, es la región más fértil del país, siendo la agricultura y ganadería una de sus principales actividades económicas.
Este suelo fecundo, de consistencia arenosa y suficiente agua subterránea ha sido por siglos base del cultivo, uso y conocimiento de plantas medicinales y aromáticas, una tradición heredada de los ancestros guaraníes que habitaron el país y que hoy mantienen pequeños y medianos productores como principal sustento económico familiar.
El proyecto de AECID, IICA y el MAG de Paraguay, pretende apoyar el desarrollo de la producción orgánica y la comercialización de plantas medicinales en el Paraguay con miras a mejorar las condiciones de vida e ingresos de estos productores familiares que habitan tres departamentos de la región oriental de Paraguay. La iniciativa consta de dos etapas; la primera que inició en enero 2022 y terminó en abril 2024 alcanzó un total de 136 productores beneficiarios en forma directa, además 3 escuelas agrícolas con un promedio de 75 alumnos cada una.
José Arrúa, especialista en Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de los Alimentos de IICA Paraguay y responsable del proyecto, destaca que durante los dos primeros años (2022 a 2024), la iniciativa se enfocó sobre todo en la incidencia en política pública a través de la efectiva implementación de la normativa vigente sobre agricultura familiar (Ley Nº 6286/2019), y en robustecer la capacitación y herramientas de formadores del ministerio y de otras entidades en producción orgánica de plantas medicinales y de transferencia de conocimientos a productores.
En esta primera etapa, destaca el especialista IICA, fueron fundamentales los convenios alcanzados con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción y la Universidad Nacional de Caaguazú.
Silvia Duarte (47 años) es feriante, madre de cuatro hijos y dueña de casa de la localidad de Caazapá. Antes del proyecto, cultivaba su finca principalmente para autoconsumo y venta minorista, sin embargo, gracias a las capacitaciones que ofrece el proyecto, ahora produce cedrón y romero que son las plantas con mayor salida comercial y también orégano que venden en ferias locales y a pedido. En un futuro planea plantar azafrán y “burrito”, planta aromática nativa muy popular que se utiliza para saborizar el mate o el tereré.
“Ahora le damos más importancia a diversificar nuestra producción para así acercar más gente a nuestra feria, resultado que se está logrando gracias a este proyecto ya que estamos ofreciendo más variedades y atrayendo más clientes.”, comenta Silvia.
Plutarco Vázquez (67 años) es integrante del Comité Santa Catalina del distrito de San Pedro del Ycuamandiyú, departamento San Pedro (región oriental de Paraguay), y relata que junto a los integrantes de su asociación de productores, han logrado producir más para mejorar la comercialización y el precio de sus productos:
“Antes solo cultivábamos y vendíamos Cedrón Paraguay. Ahora, gracias al proyecto, recibimos plantines medicinales de orégano, romero y manzanilla, además de capacitación y asistencia permanente para aprender a manejarlas. A futuro nos gustaría dar un valor agregado a nuestro producto como elaborar aceites y mejorar el empaquetado…” enfatiza Plutarco.
En Paraguay, como en muchos países del mundo, las mujeres constituyen el sostén de la vida rural. Por eso, el proyecto ha hecho hincapié en apoyarlas. José Arrúa asegura que en la mayoría de los casos, son ellas las responsables de mejorar la comercialización gracias a que han propuesto nuevas presentaciones y empaques para los productos, lo que los hacen más atractivos al momento de vender en ferias o individualmente.
En este sentido, abrir los accesos a créditos a mujeres rurales, para asegurar la sostenibilidad de los proyectos, es clave. Especialmente en un contexto en que, según cifras de Naciones Unidas, menos del 15% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres.
Así lo demuestra el caso de Emilia Duarte (48 años), de la localidad de Loma Clavel, en el departamento de San Pedro. Ella comenta cómo gracias a las capacitaciones han logrado fortalecer su organización: “Estamos muy agradecidos con el proyecto; antes estábamos débiles organizativamente, solo éramos 4 y ahora hemos llegado a 26 y sabemos que hay otros productores que también quieren trabajar con nosotras”.
DESAFÍOS
Al momento de hablar de las siguientes fases y sus desafíos, el manejo y resiliencia frente a las largas temporadas de sequía a las que los agricultores deben enfrentarse como consecuencia del cambio climático aparece como fundamental. Asimismo, se pretende mejorar el acceso a los mercados y canales de distribución; reforzar los sistemas de almacenamiento y transporte; diversificar y alcanzar la certificación orgánica para ser más competitivos en mercados internacionales.
Finaliza el especialista IICA: “En cuanto a la segunda fase, aún se encuentra en proceso de definición a espera de evaluar la primera etapa, sin embargo, nos gustaría ir creciendo en número de beneficiarios y en volumen de producción y comercialización del orégano, romero, burrito, Cedrón Paraguay, manzanilla, ka’a he’e, menta, boldo, azafrán y varios otros. Convertir a nuestros productores en especialistas; que alcancen la certificación orgánica y que puedan comercializar sus productos fuera del país”.
Comunicaciones OPE y Oficina IICA en Paraguay