Belém do Pará, Brasil 18 de noviembre de 2025 (IICA) – En la COP30 de Belém do Pará, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Coalición Panamericana de Biocombustibles (CPBIO) propusieron un marco de acción para cumplir con el objetivo global de al menos cuadruplicar la producción y el uso de combustibles sostenibles para 2035.
La meta, que incluye la duplicación del consumo de biocombustibles líquidos para 2035, lanzado por la presidencia de la COP30, está plasmado en el llamado «Compromiso de Belém para los Combustibles Sostenibles«, o «Belém 4x«.
El marco de acción para cumplir con Belém 4x fue resumido en un “policy brief” elaborado por el IICA y la CPBIO con base en el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) titulado “Delivering Sustainable Fuels – Pathways 2035” y el informe del IICA “Cerrando las brechas de rendimiento agrícola: una alternativa clave y sostenible en la oferta de Biocombustibles líquidos. La agricultura como recurso ambiental”.
La Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos (CPBIO) está integrada por los principales gremios empresariales e industriales de las Américas dedicados a la producción y procesamiento de azúcar, alcohol, maíz, sorgo, soja, aceite vegetal y granos, entre otros productos del sector agropecuario. Fue creada en 2023 y el IICA ejerce la Secretaría Técnica.
De acuerdo con el estudio del IICA y la CPBIO, la duplicación de la producción de biocombustibles líquidos, sin ampliar la frontera agrícola, se podría lograr cerrando la brecha de productividad en los seis principales cultivos que hoy se utilizan para producir biocombustibles líquidos (maíz, caña de azúcar, trigo, soja, colza y palma). Ello permitirá no solo producir la cantidad de biocombustibles líquidos planteada en la declaración Belém 4x, sino que se podría producir un 72 % adicional.
Los combustibles sostenibles —entre ellos los biocombustibles líquidos, los biogases, el hidrógeno de bajas emisiones y los combustibles derivados del hidrógeno— ofrecen múltiples beneficios para el sector energético, complementan la electrificación e impulsan la eficiencia en las transiciones energéticas.
Además, los combustibles sostenibles son particularmente importantes para los sectores que siguen dependiendo de soluciones basadas en combustibles, como la aviación, el transporte marítimo y algunos segmentos del transporte terrestre y la industria.
Los combustibles sostenibles también pueden mejorar la seguridad energética, estimular el desarrollo económico y fortalecer la sostenibilidad ambiental. Los biocombustibles líquidos son los predominantes para lograr esa meta.
Cerrar brechas de productividad
Los resultados del informe del IICA y la CPBIO sobre cómo cerrar las brechas de rendimiento agrícola en los seis cultivos mencionados permitirá incrementar la producción actual de biocombustibles significativamente, sin necesidad de ampliar la frontera agropecuaria.
Estos datos son especialmente relevantes a la luz de la historia de la expansión de la producción de los biocombustibles líquidos, que ha aumentado de manera sostenida y eficaz mediante el uso de cultivos agrícolas económicos y abundantes, cuyos procesos productivos se llevan a cabo a partir de tecnologías maduras y comerciales.
Se recomienda que en las políticas públicas y los marcos regulatorios internacionales se prioricen estrategias centradas en la productividad, la sostenibilidad y la armonización de normas. El cierre de brechas agrícolas no solo resulta más factible y eficaz en términos de costos, sino también constituye una vía concreta para alcanzar las metas climáticas reforzando la producción de alimentos sin generar presión sobre los ecosistemas.
“Los biocombustibles son la forma más rápida que tenemos de descarbonizar el transporte, son una solución inmediata. De acuerdo con datos preliminares del IICA, la producción de biocombustibles en las Américas está permitiendo disminuir las emisiones de 185 millones de toneladas de CO2 equivalente por año. A ello se le suma la diversificación energética y la producción de subproductos. En resumidas cuentas, los biocombustibles en la región son una fuente de seguridad alimentaria, ambiental y energética. Para duplicar la producción al 2035, como señala Belém 4x, debemos ser muy prácticos: cerrar las brechas de productividad en las principales cadenas del agro nos dará toda la materia prima que necesitamos para producir más biocombustibles sostenibles, en forma abundante y de manera costo efectiva”, señaló Agustín Torroba, especialista internacional en biocombustibles del IICA y secretario técnico de la CPBIO.
Para responder al llamado global de cuadruplicar la producción de combustibles sostenibles y duplicar la de biocombustibles líquidos, no hace falta abrir nuevas fronteras agrícolas; basta con cerrar las brechas de rendimiento en cultivos sostenibles, económicos y abundantes, como el maíz, el trigo, la caña de azúcar, la soja, la colza y la palma. Esto ofrece la vía más rápida, escalable y costo-efectiva para cumplir ambas metas.
El policy brief se encuentra disponible en el repositorio del IICA a través del siguiente enlace: https://repositorio.iica.int/items/7e19a8a5-7347-4a52-aa97-f70218d8555e
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