Talleres técnicos en La Paz y Beni marcan el arranque del proyecto trinacional, con acciones que beneficiarán a al menos 1.200 productoras y productores en Bolivia.
Bolivia, 22 de diciembre de 2025. Entre el 8 y el 14 de diciembre se desarrollaron talleres técnicos sobre mejoramiento genético participativo y fitomejoramiento evolutivo en los departamentos de La Paz y Beni. Las actividades reunieron a cerca de 167 productoras y productores de 19 comunidades rurales, con una destacada participación de mujeres (47%), reafirmando su rol central en la conservación de semillas, los saberes locales y la producción de alimentos.
Esta iniciativa forma parte del proyecto trinacional “Mejoramiento Participativo de los Recursos Genéticos y Sistemas de Semillas para la Producción Agroecológica – Raíces Agroecológicas”, parte del Programa Global para Pequeños Productores Agrícolas y Transformación Sostenible de los Sistemas Alimentarios (GP-SAEP).
Es financiado por la Unión Europea a través del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), implementado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y con liderazgo técnico de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) a nivel trinacional.
En Bolivia, la implementación está a cargo de del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), junto con el consorcio integrado por la Fundación para la Promoción e Investigación de Productos Andinos (PROINPA) y el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).
Los talleres sobre mejoramiento participativo son estratégicos por ser metodologías clave que permiten que las propias comunidades seleccionen y desarrollen semillas adaptadas a sus territorios: “Queremos aprender, mejorar nuestros cultivos y producir mejor. Nuestros ingresos dependen de lo que producimos. Queremos crecer y dejar de usar químicos”, destacan las comunidades.
Participaron de las actividades autoridades municipales, productoras(es), especialista del FIDA en Fitomejoramiento Evolutivo (EPB, por sus siglas en inglés), técnicos(as) de PROINPA y CIPCA, representantes del IICA Bolivia y del equipo de la Unidad de Gestión del Proyecto (UGP).
Las autoridades locales reconocieron la importancia del proyecto para el desarrollo local, resaltaron la importancia de aprender e innovar para producir mejor y ampliar la comercialización local, uno de los grandes intereses de las comunidades.
El especialista, Humberto Ríos (FIDA) destacó que “serán las propias productoras y productores quienes seleccionen las semillas, asegurando que los resultados respondan a las necesidades reales de los territorios”.
Las y los productores priorizaron cultivos para el EPB. En La Paz, la papa fue priorizada por su importancia cultural, económica y para la alimentación familiar: “nuestra papa tiene un sabor diferente”, dijeron con orgullo. También manifestaron su interés en trabajar con haba, quinua y tarwi. En el Beni se priorizaron cultivos clave para la seguridad y soberanía alimentaria de la región, como arroz, maíz y yuca.
La diversificación fue celebrada como una clave para producir mejor: incorporar plantas que atraen enemigos naturales, evitar agroquímicos, cuidar el suelo con abonos orgánicos y construir chacras o chacos (corredores) agroecológicos.
Las visitas a parcelas en el altiplano evidenciaron buenos ejemplos de productores (as) que realizan una producción diversificada incluyendo en sus chacras cultivos como papa, maíz, avena, trigo, haba, oca, hortalizas, tarwi, flores, entre otros. Son “campeones/as” como los califica Humberto Ríos, ejemplos que deben ser visibilizados, replicados y reforzados con innovaciones acorde a las condiciones locales.
La diversidad expuesta por productores(as) de tierras tropicales reflejó la gran riqueza de cultivos que caracteriza a esas comunidades, tales como arroz, maíz, yuca, plátano, frejol, cacao y frutas como achachairú, mango, papaya y sandía, entre otros. El desafío es rescatar y revalorizar las prácticas productivas locales reforzando los sistemas agroecológicos comunitarios.
“Queremos conservar nuestras semillas nativas y cultivos tradicionales, son nuestra herencia”, señalaron. También destacaron la importancia del manejo orgánico: “no utilizar químicos y trabajar con los nutrientes de nuestra tierra.”
Con fuerte participación de mujeres, los encuentros fortalecieron el intercambio de saberes y la valorización de los cultivos locales tradicionales, acciones como estas irán reforzando y promoviendo una cultura agroecológica para el beneficio de la gente y de la región.
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IICA Bolivia (iica.bo@iica.int)