Un evento permitió compartir los principales resultados de la COP 21, así como vincular la estrecha relación que existe entre el cambio climático, la agricultura y la seguridad alimentaria.
San José. El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) reunió a más de 100 participantes de los sectores público y privado, académicos y especialistas de América Latina y el Caribe (ALC) con el objetivo de analizar los alcances y las implicaciones que tendría el recién firmado Acuerdo de París para el sector agropecuario de la región.
El Acuerdo fue aprobado en la XXI Conferencia de las Partes (COP 21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), realizada en París a finales del 2015.
“Este acuerdo refleja el compromiso asumido a nivel global para acelerar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, donde las referencias específicas hacia la seguridad alimentaria son más claras y directas que en el texto original de la Convención; esto refleja la creciente relevancia que se le ha dado al sector agropecuario en el marco de las negociaciones climáticas internacionales”, aseguró la especialista del IICA, Daniela Medina.
En el seminario, especialistas de México, Guatemala y Uruguay compartieron sus puntos de vista sobre el avance del tema de la agricultura en las negociaciones climáticas internacionales y el proceso que se ha desarrollado durante los últimos años en los grupos de trabajo de la CMNUCC, donde, según explicó Medina, hay potencial de que se incorpore una agenda formal de trabajo en el futuro.
“Las negociaciones internacionales siempre son importantes, pero no se puede dejar de lado el esfuerzo nacional y local. El clima es un bien público global, al cual la agricultura y la seguridad alimentaria nutricional son especialmente sensibles”, aseguró la jefa de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la Sede Subregional de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, Julie Lennox.
Lennox destacó que responder a la variabilidad climática requiere un cambio de paradigma en la producción y el consumo hacia sociedades y economías más incluyentes y sostenibles, “un reto ya existente, pero que se hace más apremiante”, dijo.
“Los dos retos fundamentales de este siglo son resolver el cambio climático y superar la pobreza, si no resolvemos el cambio climático generaremos un ambiente hostil que afectaría vidas y medios de vida, si fracasamos en uno de estos retos, fracasaremos en el otro también, debemos movernos con más urgencia”, afirmó.
Por su parte, el director general del Instituto Privado de Investigaciones sobre Cambio Climático en Guatemala, Alex Guerra y el director de la Unidad Agropecuaria de Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Walter Oyhantcabal, compartieron con los participantes los avances y desafíos enfrentados por los equipos de negociación de sus países respectivos en la COP21.
“Se resaltaron la diversidad de los sistemas agrícolas y se hizo énfasis en la importancia de la agricultura para asegurar el progreso, seguridad alimentaria, desarrollo rural sostenible, desarrollo económico, erradicación de la pobreza y los medios de vida”, dijo Guerra.
Ambos expositores mencionaron el reto de coordinar esfuerzos a nivel nacional y regional para consolidar posiciones más fuertes en los espacios de negociación que permitan la consolidación de una agenda de trabajo en el tema y la canalización de recursos técnicos y financieros.
Este evento forma parte de una serie de seminarios web que organiza el IICA junto a otras reconocidas instituciones vinculadas a esta temática, con el objetivo de fortalecer las capacidades técnicas de los países de Mesoamérica en los procesos de adaptación de la agricultura al cambio climático.
Más información: david.williams@iica.int