Así lo explicó en Pietro Adamo Sampaio Mendes, Secretario de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles de Brasil, durante un trascendente evento organizado por el IICA, que convocó a más de 100 personas de todo el continente americano y de Asia.
Foz de Iguazú, 7 de octubre de 2024 (IICA) – Brasil se propone darle más velocidad a la descarbonización del sector del transporte, con los biocombustibles líquidos como herramienta, y llama al resto de los países de América Latina y el Caribe a poner en marcha una estrategia colectiva que genere desarrollo económico en la región y al mismo tiempo contribuya a la mitigación del cambio climático.
Lo explicó en Foz de Iguazú Pietro Adamo Sampaio Mendes, Secretario de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles de Brasil, durante un trascendente evento organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que convocó a más de 100 personas que llegaron de todo el continente americano y de Asia, incluyendo empresarios, industriales, directivos de cámaras, reguladores y autoridades públicas.
La reunión tuvo lugar en el marco del encuentro de Ministros de Energía del G20 con foco en la Transición Energética, que se realiza en esta ciudad de la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.
El objetivo fue introducir el tema de los biocombustibles como eje elemental para la transición energética y la descarbonización en el sector del transporte en el G20, que reúne a los países con las mayores economías del mundo y es considerado el mayor foro de cooperación internacional. Este año es presidido por Brasil.
La Unión de Azucareros Latinoamericanos (UNALA) y la Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos (CPBIO) organizaron junto al IICA el evento, que tuvo el apoyo de la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar y Bioenergía (UNICA) de Brasil, la compañía Toyota, la Asociación de Productores de Biocombustibles de Brasil (APROBIO) y la Unión de Etanol de Maíz (UNEM) de Brasil.
Los participantes pusieron de relieve que, debido a las características geográficas y ambientales de América Latina y a su disponibilidad de recursos naturales, los biocombustibles líquidos se presentan como la mayor oportunidad para que la región reemplace el consumo de combustibles fósiles y se acerque al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.
En ese sentido, el especialista del IICA y secretario ejecutivo CPBIO, Agustín Torroba, señaló en la presentación de la jornada que países de América Latina y de Asia lideran el avance de las mezclas de derivados del petróleo con etanol y biodiesel, mientras las ventas de vehículos eléctricos, que hoy totalizan el 20% del mercado, están muy concentradas en China, Europa y los Estados Unidos.
Combustible del futuro
El secretario Sampaio Mendes dio detalles de la ley denominada ley de Combustible del Futuro, recientemente aprobada por el Parlamento brasileño, que constituye un ambicioso programa de descarbonización gracias a la profundización del uso de biocombustibles líquidos.
La ley crea el marco regulatorio para que se aumente hasta un 35% el corte de la gasolina con etanol de caña de azúcar o de maíz. El nuevo régimen también estimula una mayor participación del biodiesel y contempla la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para el sector aéreo, que se cumplirá mediante la utilización de combustibles sostenibles de aviación (SAF).
El funcionario reveló que el presidente brasileño, Lula da Silva, promulgará la norma este 8 de octubre.
Sampaio Mendes explicó que, para un país como Brasil, la electrificación masiva del transporte no es una solución adecuada para los objetivos de reducción de emisiones, debido a que, por las distancias largas, se necesitarían inversiones demasiado grandes y se requeriría el empleo de baterías de gran tamaño.
En ese sentido, explicó que el gran desarrollo en Brasil de la producción de etanol y biodiesel muestra el gran potencial de la biomasa disponible y les da grandes ventajas comparativas a los biocombustibles.
“Es sabido que existen resistencias injustificadas de países del hemisferio norte, que no tienen las tierras y las condiciones climáticas que tenemos nosotros para producir biomasa y por eso se oponen a las bioenergías como una alternativa para la descarbonización del transporte”, apuntó.
En ese sentido llamó a todos los países de la región a trabajar en conjunto para defender sus intereses, como lo hacen naciones de otras regiones.
“En Brasil tenemos el conocimiento técnico y las políticas públicas y cumplimos las exigencias de calidad; estamos dispuestos a compartir toda nuestra experiencia en la producción de etanol con otros países de América Latina y el Caribe. Existe un espacio de diálogo que podemos promover”, señaló el funcionario.
Sampaio hizo un llamado a la defensa de los intereses regionales cuando afirmó: “No debemos permitir que desde otras regiones del mundo pretendan exportarnos soluciones para la crisis climática sin conocer nuestras condiciones locales, que nos da enormes ventajas para la producción de biomasa. En América Latina y el Caribe tenemos que actuar como un bloque para compartir experiencias y defender nuestros intereses”.
“Debemos invertir -concluyó- en nuestro modelo tecnológico. Contamos con condiciones extremadamente competitivas para la producción de biocombustibles y precisamos actuar de forma conjunta y cooperativa, en lugar de competir. El desafío global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático es gigantesco y nuestra región puede hacer un aporte clave con los biocombustibles”.
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