El reconocimiento de la UNA, entregado por la Rectora Zully Veras y fundado en las “invaluables contribuciones del veterinario argentino al desarrollo agrícola de la región”, fue realizado en una ceremonia en la biblioteca de esa casa de estudios, poblada por representantes gubernamentales y autoridades de la academia y las instituciones del agro local.
ASUNCIÓN, Paraguay, 23 de octubre de 2024 (IICA) – El Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, recibió un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en una ceremonia realizada en la capital paraguaya que contó con la masiva presencia de representantes del sector agrícola de Paraguay.
El reconocimiento de la UNA, entregado por la Rectora Zully Vera y fundado en las “invaluables contribuciones del veterinario argentino al desarrollo agrícola de la región”, fue realizado en una ceremonia en la biblioteca de esa casa de estudios, poblada por representantes gubernamentales y autoridades de la academia y las instituciones del agro local.
En el acto, la decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV), Viviana Ríos, comentó la extensa trayectoria de Otero, desde la década de 1980 cuando primero fue agregado agrícola de su país, Argentina, en la Embajada en Washington, y luego inició una carrera en el IICA que lo llevó a trabajar en prácticamente todos los países del continente americano.
“Hoy se cristaliza el reconocimiento a la vida y al trabajo de una gran personalidad. Con este acto, la comunidad académica reconoce de manera oficial y al más alto nivel el aporte en la construcción y la divulgación de conocimientos, el impulso de los valores humanos y la contribución en áreas específicas de quien hoy es merecedor de esta alta distinción”, dijo la Decana de la FCV.
Asistieron al acto los viceministros Rossana Carolina Ayala Torres y Marcelo Andrés González Ferreira, del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay; embajadores de países latinoamericanos y de Asia; el coordinador residente de la ONU en Paraguay, Igor Garafulic; la empresaria ganadera y embajadora de Buena Voluntad del IICA, Maris Llorens; y el Representante de la OEA en Paraguay, Pablo Sandino Martínez Cardozo; entre otras autoridades.
Otero, acompañado por el Representante del IICA en Paraguay, Gabriel Rodríguez, y su esposa, la arquitecta Amanda Fernández, luego de aceptar el título de Doctor Honoris Causa de manos de la Rectora Veras, dirigió un mensaje que inició con un saludo en guaraní, agradeció el reconocimiento de la UNA y adjudicó el éxito de su gestión en el IICA “al trabajo colaborativo y dedicado de profesionales de diversos países a quienes tengo el privilegio de liderar desde hace 7 años”.
Otero, también, dio su perspectiva sobre la actividad agrícola y su nexo con la agenda global, y el papel que tiene el conocimiento, la ciencia y la innovación.
“Es fundamental reconocer el papel de la universidad en la formación de los recursos humanos y de nuevos y renovados lideres para el desarrollo agropecuario y rural de nuestra región”, indicó.
En ese sentido, afirmó que “es necesario replantearnos la agricultura desde una perspectiva innovadora, sostenible y poniendo a los agricultores en el centro de todos nuestros esfuerzos, un nuevo paradigma que ofrece grandes oportunidades, pero también desafíos sin precedentes, que debemos abordar con visión de futuro”.
Los desafíos de Paraguay
El Director General del IICA se refirió, también, a la situación de Paraguay, una emergente potencia agropecuaria, en el nuevo contexto.
El país, indicó el análisis de Otero, se encuentra en una posición privilegiada para enfrentar el futuro inevitable del aumento de la demanda alimentaria global y las transformaciones significativas que experimentó en los últimos años lo catapultaron como un actor cada vez más gravitante en el escenario agroalimentario mundial.
En ese marco, la implementación de biotecnología avanzada y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles han impulsado notablemente la producción de cereales y oleaginosas, como el maíz y la soja, ubicando a Paraguay, en posiciones relevantes, tanto a nivel de producción como de exportación, avance que fortaleció a la economía nacional.
“La sinergia entre los nuevos materiales genéticos y los métodos de agricultura regenerativa ha permitido aumentar la productividad mientras se preservan los recursos naturales, estableciendo un modelo de desarrollo agrícola sostenible”, dijo Otero, recordando también que, en el sector cárnico, Paraguay se encuentra entre los 10 principales exportadores mundiales, destacándose por sus altos estándares de calidad y sanidad.
El país también registra avances en la producción de arroz y de trigo, del que ya es un exportador neto.
“El desafío presente y futuro para Paraguay radica en seguir incrementando la producción agropecuaria, mientras se optimiza el uso de recursos y se fortalece la sostenibilidad. La bioeconomía emerge como una herramienta clave para conciliar la productividad con la preservación ambiental, transformando las zonas rurales y sus territorios en epicentros de innovación y progreso. Es imperativo mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores, fomentar la inclusión activa de jóvenes y mujeres en el sector, y agregar valor a los productos de exportación”, concluyó.
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