El Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA) fue parte del plan de consumo interno y colaboró con el fomento de la cultura de café en El Salvador, al participar en la primera edición de Expo Café, realizada en enero.
La exhibición fue una actividad en la ruta que impulsa el Consejo Salvadoreño del Café (CSC) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador (MAG), para el desarrollo de la caficultura nacional.
El Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA) fue parte del plan de consumo interno y colaboró con el fomento de la cultura de café en El Salvador, al participar en la primera edición de Expo Café, realizada en enero.
La exhibición fue una actividad en la ruta que impulsa el Consejo Salvadoreño del Café (CSC) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador (MAG), para el desarrollo de la caficultura nacional.
Con énfasis en la comercialización, la feria permitió conectar a productores y torrefactores nacionales con los salvadoreños y extranjeros amantes del café.
Unos 80 expositores llenaron de aroma y sabor la expo, a través de la oferta variada de los cafés de especialidad.
Cientos de personas asistieron al evento de un día de duración donde las distintas variedades de café, la calidad y las particulares o características de la oferta cafetalera; así como los procesos y métodos de preparación fueron la base de miles de tazas y libras de café degustadas y vendidas.
El evento pretendía incentivar el orgullo nacional por el buen café, popularizar, entre otros aspectos, el conocimiento de las denominaciones de origen de cada cordillera o zona del país, así como sus especificidades para potenciar una tradición y ampliarla a nuevos espacios y consumidores.
PROCAGICA compartió los ejes de trabajo del Programa dando a conocer las acciones para combatir la roya entre los pequeños productores, la asesoría técnica para el adecuado manejo de las plantaciones, la inclusión de jóvenes y mujeres en la caficultura, las proyecciones de trabajo, las labores que están realizando en campo con el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), como la escuela de mandadores, y otra información técnica. La participación de una de las cooperativas beneficiadas fue clave para interactuar con clientes potenciales.
Por esa razón, esta modalidad permitió informar, educar, promocionar y vender todos los productos o servicios derivados del café, entre los asistentes. La diferenciación, el valor agregado y hasta la magia de los baristas impuso versatilidad.
Para los organizadores, esta fue una forma de impulsar y posicionar el producto en el mercado nacional; así como dinamizar la oferta y demanda para obtener un impacto positivo en la economía de los caficultores.
