COP28: América Latina y el Caribe tiene potencial para ofrecer más alimentos al mundo con menor impacto ambiental, pero pequeña agricultura es vulnerable y debe ser foco de atención, afirman organismos internacionales en Dubái
Dubái, Emiratos Árabes Unidos, 4 de diciembre de 2023 (IICA) - América Latina y el Caribe es dueña de un extraordinario potencial para satisfacer la demanda de alimentos de una población mundial que sigue creciendo y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental de la actividad agropecuaria, coincidieron expertos de organismos internacionales reunidos durante la COP28, edición 28ª de la Conferencia de las Partes, órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se realiza en los Emiratos Árabes Unidos.
Los especialistas señalaron que el continente ha hecho grandes avances recientemente en los últimos años a favor de una mayor sostenibilidad y que tiene los recursos para seguir progresando, durante un panel realizado en el pabellón que CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe tiene en el mayor foro mundial de negociación ambiental, que se desarrolla hasta el 12 de diciembre en la ciudad de Dubái, y en el que participó el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Los recursos que posee la región en materia de tierra, agua y biodiversidad la convierten en el principal sostén de la seguridad alimentaria global y también de la sostenibilidad ambiental, dijeron los expositores.
Participaron Alicia Montalvo, Gerenta de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF; Lloyd Day, Subdirector General del IICA; Cindy McCain, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (WFP); Ángela Penagos, presidenta del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario de Colombia (FINAGRO) y Máximo Torero, Economista jefe de FAO. El moderador fue Manuel Pulgar Vidal, ex ministro de Ambiente de Perú y presidente de la COP20, que se realizó en Lima en 2014.
“Se habla mucho de los problemas que genera la producción de alimentos en materia de cambio climático, pero tenemos que hablar más de las soluciones que ofrece”, afirmó Montalvo, quien advirtió que, además de las crisis climática y pérdida de la biodiversidad, existe en el mundo una tercera crisis, que es la de la seguridad alimentaria.
“Aunque muchos señalan al agro como un sector de elevadas emisiones de gases de efecto invernadero, sabemos muy bien que la producción en nuestra región es una víctima del cambio climático y que ambiente y agricultura van de la mano”, agregó Montalvo.
McCain, en nombre del WFP, la agencia de Naciones Unidas que distribuye alimentos en situaciones extremas de guerra y desastres naturales, también hizo foco en la vulnerabilidad de las zonas rurales de América Latina y el Caribe ante el impacto del cambio climático.
“El Corredor Seco de América Central, por ejemplo, se ha vuelto una zona casi invivible, donde se hace imposible para los agricultores generar ingresos”, dijo McCain, quien sostuvo que la atención debe colocarse en colaborar con la adaptación al cambio climático en las zonas más vulnerables.
El foco en las dietas saludables
Durante el panel se debatió sobre cuál es el rumbo que deben adoptar las transformaciones que ya están en curso en los sistemas agroalimentarios del continente y uno de los consensos fue que se debe hacer foco en favorecer dietas saludables.
“Tenemos la capacidad de alimentar al mundo”, dijo, a su turno, Lloyd Day, quien explicó que el sistema productivo de la región ha hecho enormes avances, materializados en mayores rendimientos con menor impacto sobre los ecosistemas, pero tiene margen para mejorar.
“En la región no invertimos lo suficiente en ciencia e investigación. Las nuevas tecnologías son decisivas para reducir el impacto ambiental, como también lo son los saberes de los pueblos indígenas”, afirmó Day.
El Subdirector General del IICA, quien apuntó a la necesidad de garantizar los flujos de comercio con reglas claras y basadas en ciencia para reforzar la seguridad alimentaria, señaló que el gran activo que tiene la agricultura en materia de mitigación del cambio climático es que es una actividad que puede secuestrar carbono, lo que la convierte en solución, y señaló la necesidad de que los agricultores formen parte del debate sobre las transformaciones de la actividad.
“La región ya demostró que sus sistemas agroalimentarios son exitosos, y todavía puede hacer más, aumentando la productividad y reduciendo su impacto ambiental”, finalizó.
Penagos señaló que las transformaciones que están realizándose en la agricultura para la mitigación y la adaptación al cambio climático no deben alcanzar solamente a los grandes productores, sino también a los medianos y pequeños. “No podemos permitir que la agricultura climáticamente inteligente se convierta en una nueva brecha de desigualdad en perjuicio de los agricultores más pobres”, dijo.
La presidenta de FINAGRO también se pronunció a favor de “trascender del concepto de producción al de sistemas agroalimentarios, que sea un puente entre las zonas rurales y las ciudades”.
“La alimentación saludable tiene el costo más alto del mundo en la región. Eso está generando una expansión del sobrepeso y obesidad”, advirtió Máximo Torero, quien explicó que también este es un tema vinculado con la sostenibilidad de la producción.
Torero recorrió los temas centrales para el desarrollo agrícola del continente y puntualizó que es clave la liberalización del comercio internacional con la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias. También se refirió a la necesidad de fortalecer el acceso a la tierra de los pequeños agricultores y de reducir las pérdidas y los desperdicios de la producción.
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