
Buenos Aires, 8 de agosto de 2025 (IICA) – La agricultura de las Américas debe repensarse para entender las demandas de los consumidores y construir su propio futuro, que estará inexorablemente ligado a la ciencia, la tecnología y el agregado de valor, coincidieron expertos internacionales y altos funcionarios en una mesa redonda de alto nivel desarrollada en Buenos Aires, que fue seguida de un homenaje a la trayectoria de Manuel Otero.
El Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) fue distinguido por su defensa de los valores esenciales de la agricultura y por su visión internacional en un acto desarrollado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que es la entidad empresaria más antigua del país, fundada en 1854.
En la mesa redonda fueron oradores Jack Bobo, Director Ejecutivo del Instituto Rothman para Estudios sobre la Alimentación de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y Kip Tom, vicepresidente de Política Agrícola del centro de pensamiento America First Policy Institute (AFPI).
Junto a ellos debatieron los ministros de Agricultura de Trinidad y Tobago, Ravi Ratiram, y de Panamá, Roberto Linares, y el canciller de San Vicente y las Granadinas, Frederick Stephenson. Los tres –representantes de países de Centroamérica y el Caribe que son importadores netos de alimentos- visitaron esta semana Argentina para profundizar las relaciones comerciales y de cooperación, en un viaje organizado por el IICA.
Ricardo Marra, presidente de la Bolsa de Cereales, abrió el debate, que fue moderado por Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC). Participaron, además, importantes referentes del sector agroalimentario en Argentina, como Martín Piñeiro –Director General Emérito del IICA-, Marcelo Regúnaga, Eugenio Díaz Bonilla y Alfredo Paseyro.
Seguridad alimentaria, el contexto geopolítico global, la relación entre comercio de productos agropecuarios y el ambiente y los caminos posibles para mejorar la comunicación del sector fueron los temas tratados en una discusión que se propuso anticipar escenarios futuros.
Los oradores llamaron la atención sobre el hecho de que las sociedades actuales no conocen que a lo largo de la historia la escasez de alimentos fue muchas veces una realidad cotidiana y que los avances de la ciencia y la tecnología agrícola han generado progresos en productividad y sostenibilidad hasta hace poco impensados.
El profesor Jack Bobo llamó a todos los actores del sector a anticiparse al futuro para crear condiciones más favorables y enfatizó que el mundo será muy distinto dentro de 25 años, ya que se reducirán las poblaciones de las dos naciones que hoy tiene más habitantes, China e India, y la mayor demanda de alimentos vendrá de África. “Hay que entender lo que nos va a traer el futuro y prepararse en consecuencia”, advirtió.
Kip Tom se refirió a la importancia del movimiento que en Estados Unidos y otros lugares del mundo reclama una alimentación más saludable y afirmó que la demanda de una producción de mejor calidad abre una gran oportunidad para las Américas. “El continente –subrayó- debe tener una estrategia que se base en el agregado de valor y lo haga salir de la dependencia de las commodities”.
Los ministros de Centroamérica y el Caribe dieron detalles de los desafíos crecientes que enfrentan en sus países por la mayor frecuencia de desastres naturales y la volatilidad de los precios internacionales de alimentos. “Ninguna nación de las Américas tendrá seguridad alimentaria completa mientras todas no la tengan. Y lo mismo sucede con la energía”, sostuvo el ministro trinitario, Ravi Ratiram.
Compromiso con el continente
“Estamos distinguiendo la trayectoria de un argentino que nos ha representado como pocos en los últimos 40 años y que ha defendido los valores de la agricultura en todas las circunstancias”, dijo Idígoras al entregarle una plaqueta en reconocimiento a su compromiso a Manuel Otero en nombre de la Bolsa de Cereales, CIARA-CEC, el Consejo Agroindustrial Argentino y la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID).
Idígoras hizo un rápido repaso de la carrera internacional de Otero, que comenzó como Agregado Agrícola de la Embajada Argentina en los Estados Unidos durante el primer gobierno del retorno democrático en el país sudamericano, y resaltó sus valores personales y humanos.
“Si las Américas se unificaran en un solo país, el primer pasaporte americano sería para Manuel Otero”, afirmó Idígoras, en referencia a su compromiso con el desarrollo sostenible del continente a lo largo de los años.
Otero recibió la plaqueta y agradeció el reconocimiento junto a dos de sus siete nietas, recordó su carrera de 30 años como funcionario internacional en el IICA y su tiempo como presidente del Instituto Nacional de Tecnológía Agropecuaria (INTA) en Argentina. Consideró, en ese sentido, que la construcción de equipos y la confianza permanente en su trabajo fueron características que le permitieron seguir adelante con éxito en cada circunstancia.
El conductor del organismo hemisférico anticipó que pronto volverá a la Argentina con deseos de seguir contribuyendo al desarrollo económico y social: “Espero ser recordado en el IICA como una buena persona y alguien que hizo un aporte positivo en un contexto complicado, que incluyó las restricciones de la pandemia de Covid-19”.
Otero finalizó con una referencia a la relación de confianza que el IICA hoy tiene con todos los países de las Américas y se mostró convencido de su fortaleza: “El nuestro debe ser uno de los organismos internacionales que hoy tiene una mejor situación financiera. Si los países de las Américas siguen confiando, tendremos IICA por muchos años más”.
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