Lloyd Day, Subdirector General del IICA; Mary Creagh, Ministra de la Naturaleza en el Departamento de Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido; Marcelo Fiadeiro, Secretario de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil; Fernando Vargas, Viceministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica y Erwin De Nys, Gerente de Ambiente y Operaciones Sociales para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
Belém do Pará, Brasil, 25 de noviembre de 2025 (IICA) – Gobiernos de países latinoamericanos se dieron cita con el del Reino Unido y con organismos internacionales en el pabellón del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en la COP30, para compartir experiencias y miradas sobre las políticas públicas que vienen llevando adelante para promover una agricultura resiliente y una transición rural justa.
Fue en el cierre de dos semanas de actividad intensa y variada en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, denominación que, una vez más, recibió el pabellón que el IICA y sus socios instalaron en el mayor foro de debate ambiental del mundo. Luego de las experiencias en 2022 en Egipto, en 2023 en Emiratos Árabes Unidos y en 2024 en Azerbaiyán, el organismo llevó la voz del sector agropecuario del continente a la COP de la Amazonia brasileña.
La conversación incluyó el relato de éxitos y lecciones aprendidas en políticas diseñadas para favorecer una agricultura adaptada a eventos climáticos cada vez más extremos y que otorgue oportunidades a las comunidades de mejorar sus condiciones de vida. Se abordó en profundidad la cuestión de los incentivos que buscan promover la transformación de la agricultura, que no siempre generan los efectos que se proponen, y también el tema del financiamiento para la producción sostenible, especialmente delicado para los países en desarrollo.
Participaron Mary Creagh, Ministra de la Naturaleza en el Departamento de Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido; Marcelo Fiadeiro, Secretario de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil (MAPA); Fernando Vargas, Viceministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Vanderley Zigler, Asesor del Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar de Brasil; y Erwin De Nys, Gerente de Ambiente y Operaciones Sociales para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
El moderador de la discusión fue Lloyd Day, Subdirector General del IICA.
Ambiente, agricultura y alimentación
“Ha sido una gran decisión la que tomó Brasil de traer esta COP a la Amazonía, el bosque tropical más valioso del mundo, donde podemos ver y sentir los efectos de la degradación del ambiente y los desafíos climáticos”, dijo Creagh.
“Estoy feliz de estar en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, lugar creado para discutir cómo vamos a alimentar a 10.000 millones de personas a mediados de este siglo, en el contexto de una agricultura vulnerable al cambio climático, pero que también genera impactos que deben reducirse, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación de fuentes de agua dulce”, agregó.
Creagh -cuyas responsabilidades en el gobierno británico incluyen la promoción de la economía circular, el planeamiento territorial, el cuidado de la biodiversidad y las finanzas verdes- habló del significado de la transformación de la agricultura.
“Muchas veces vemos subsidios agrícolas que fracasan en lograr los objetivos que se proponen o empujan prácticas equivocadas, como la expansión productiva en zonas marginales. Necesitamos cambiar e ir hacia incentivos que respeten la naturaleza, generen resiliencia y favorezcan el secuestro de carbono y los sistemas de trazabilidad”, afirmó Creagh, quien resaltó los ejemplos de liderazgo de Brasil y Costa Rica, países latinoamericanos promotores de políticas públicas acertadas que promueven simultáneamente la productividad y la restauración ambiental.
Fiadeiro y Zigler contaron los detalles de los programas de agricultura sostenible y restauración de tierras degradadas que desde hace años se están llevando adelante en Brasil.
Uno de ellos es el Plan ABC, política pública compuesta por un conjunto de acciones orientadas a incrementar el uso de tecnologías de agricultura sostenible con alto potencial en la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero. El plan apoya iniciativas que contribuyen significativamente al desarrollo sostenible de los sistemas de producción agrícola, especialmente en lo que respecta a la recuperación de pasturas degradadas y a los sistemas integrados agrosilvopastoriles.
También describieron el funcionamiento de la plataforma Agro+Sustentable, que integra datos oficiales del gobierno e información del mercado y así ayuda a los productores a cumplir con los requisitos socioambientales de los mercados nacionales e internacionales.
La conversación incluyó el relato de éxitos y lecciones aprendidas en políticas diseñadas para favorecer una agricultura adaptada a eventos climáticos cada vez más extremos y que otorgue oportunidades a las comunidades de mejorar sus condiciones de vida.
Sin más expansión de la frontera agrícola
“En Costa Rica somos un país pequeño con una gran conciencia ambiental”, dijo Fernando Vargas, quien reveló al público que en el país centroamericano hoy no se permite el cambio de uso de la tierra.
“Por lo tanto, la frontera agrícola ya no puede avanzar. Un 60% del territorio tiene cobertura forestal y, de esa superficie, el 35% corresponde a áreas protegidas. Nos queda una porción pequeña para agricultura, por lo que no tenemos más alternativas que ser competitivos e innovadores”, sostuvo.
Vargas explicó algunos los ejes de la planificación agrícola en Costa Rica, que incluyen modernización de las instituciones, fomento a la competitividad, productividad, sostenibilidad, valor agregado y comercialización.
El viceministro también dio detalles de un programa de Costa Rica con el Banco Mundial de pago por resultados, que está fomentando la llegada de más profesionales al campo para profundizar las tareas de extensión y favorecer la trazabilidad en cultivos como café y caña de azúcar.
Por su lado, en nombre del Banco Mundial el experto Erwin De Nys, recordó que, en la COP28 de Dubái, 160 países firmaron declaraciones comprometiéndose a integrar la agricultura y alimentación en los planes climáticos nacionales, pero eso no está garantizando el avance de una transformación y una transición justas.
En ese sentido, reconoció que se invierten grandes sumas de dinero pero los resultados no siempre son los deseados.
“La gran pregunta sigue siendo cómo financiar la transición. Cada año, 800.000 millones de dólares se destinan a la agricultura, pero el 60% de ello sostiene distorsiones de precios o prácticas productivas dañinas para la naturaleza. Por cada dólar de apoyo público, la producción mejora solo en 35 centavos”, afirmó.
Para abordar estos problemas -dijo De Nys- el Banco Mundial trabaja en el programa AgriConnect: “La misión es pensar las políticas públicas y respaldar programas que transformen los sistemas agroalimentarios para que contribuyan al triple objetivo de hacer personas saludables, economías saludables y un planeta saludable”.
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