El fenómeno natural también ha causado daños ambientales significativos, con la reducción del caudal de los ríos
Santo Domingo, República Dominicana, marzo 2019 (IICA). Las pocas precipitaciones registradas desde mediados de 2018 e inicios de 2019 han causado una severa sequía, la cual ha afectado al sector agropecuario y la población en general. Las zonas más afectadas por el fenómeno son regiones sur, suroeste y noroeste del país, las cuales fueron declaradas en estado de alerta por la Oficina Nacional de Meteorología de República Dominicana (ONAMET).
La baja pluviosidad en estas regiones ha ocasionado efectos devastadores en los recursos naturales y en la producción agrícola, debido a la falta de agua, siendo la ganadería uno de los sectores más afectados. Según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, en la Línea Noroeste han muerto alrededor de 1,200 vacas, lo que ocasiona un déficit significativo en la producción de leche. Por su parte, los ríos principales del país, como es el Yaque del Norte, presentan niveles bajo alarmantes en sus caudales.
Ante esta situación, el Gobierno Dominicano ha instruido a las instituciones relacionadas con los recursos hídricos y meteorología a intensificar esfuerzos para mitigar los efectos causados por la sequía. El Ministerio de Agricultura informó que se han invertido más de RD$150 millones para mitigar los efectos de la sequía en el sector agropecuario.
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) informó que tomará acciones concretas ante la situación críticas que enfrentan los embalses. En lo que respecta al consumo humano, la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), indicó que la sequía ha provocado que la producción de agua baje de 440 millones de galones diario a 369 millones. Ante este escenario, la CAASD anunció medidas para el suministro y abastecimiento del recurso, al tiempo que exhortó a la población a realizar un consumo racional y responsable del agua.
El déficit de lluvia que ha dado origen a esta sequia es exacerbado por los efectos del fenómeno El Niño, un patrón climático caracterizado por intenso calor, y cuyas predicciones apuntan a aumentar a nivel global, manifestándose en efectos más adversos en diferentes regiones del mundo.
Más información: Gina Rosario, Especialista en Cambio Climático, Agricultura y Recursos Naturales, gina.rosario@iica.int