Brasilia, 4 de noviembre de 2025 (IICA) – El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) es hoy una institución moderna, desburocratizada, cercana a los países, ágil y con visión de futuro, que dejó de ser percibido exclusivamente como organismo técnico de nicho para consolidarse como un verdadero hub de innovación y cooperación agrícola en el continente.
Así lo expresó el Director General del IICA, Manuel Otero, en su informe de gestión, presentado durante el primer día de sesiones de la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas 2025, que tiene lugar en Brasilia.
Unos treinta ministros y viceministros de Agricultura de la región participan en el encuentro, que es organizado por el gobierno brasileño y el IICA y se desarrolla con el título “Una nueva narrativa para la agricultura y los sistemas agroalimentarios de las Américas”.
Otero expresó su emoción por estar a punto de cerrar su ciclo de ocho años al frente del IICA, ya que en Brasilia será elegido su sucesor como Director General, que asumirá en enero próximo.
Los ministros y jefes de delegaciones presentes resaltaron la labor de Otero por su cercanía con los países y los agricultores y por su permanente impulso a la incorporación de ciencia y tecnología como herramientas para mejorar la productividad y resiliencia del agro.
“El IICA es mi casa, mi pasión. Desde el primer día como Director General, en enero de 2018, tuve claro que esta no sería una gestión personal, sino una travesía colectiva. Nada hubiera sido posible sin los representantes de los países que integran este organismo, mis colegas y colaboradores del IICA y los productores agropecuarios, quienes nos inspiran con su trabajo diario”.
Otero agradeció en la persona del ministro Fávaro a todo el gobierno de Brasil por su compromiso con la concreción de la Conferencia, que no es distinto -dijo- al de sus productores agropecuarios, quienes han sido protagonistas de un gran cambio que, amparado en políticas con visión de largo plazo, convirtió en pocas décadas un país inseguro desde el punto de vista alimentario en una potencia agrolimentaria global.
En la apertura de su discurso, Otero expresó también su solidaridad con las naciones de la región del Caribe, especialmente Bahamas, Jamaica, Haití y la República Dominicana, golpeadas severamente por el huracán Melissa y anunció que el IICA ya constituyó un fondo de emergencia que fue puesto a disposición de esos países. Los recursos serán acompañados por una movilización de recursos técnicos destinada a mitigar los efectos sobre las fincas, los agricultores y sus herramientas de trabajo.
Proveedor de soluciones
“A través del diálogo permanente con los ministros y ministras del agro de las Américas constatamos que la renovación y la modernización del IICA, lograda en un complejo escenario internacional, reposicionó a la institución como un gran proveedor de soluciones, que es también capaz de influir para la construcción de una visión y una narrativa sobre la agricultura inseparable de las estrategias de desarrollo de los países”, señaló Otero.
El Director General subrayó el trabajo del IICA en el impulso a la conectividad y la digitalización rural, la agricultura 4.0 y la bioeconomía, con iniciativas como el Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura (CIMAG), que cada año es visitada por unos 25.000 jóvenes sólo en Costa Rica.
También se refirió a la labor en diplomacia agrícola, que llevó la voz de las agriculturas de la región y de sus agricultores a espacios como las COP, la OMC, el G20, la OEA y todos los foros internacionales relevantes, además, el reforzamiento de alianzas con actores estratégicos como EMBRAPA, INTA, PROCISUR, CIMMYT, AGRA, APPRESID, la JAD dominicana, universidades, científicos y organizaciones de productores.
Otero afirmó que el IICA se constituyó en un gran puente entre los ministerios de Agricultura de los países, mandantes de la institución, y el sector privado, la columna vertebral para el desarrollo de la agricultura, con lo que dio una contribución importante para alinear al ecosistema agrícola detrás de la idea de que la agricultura de las Américas es parte de la solución global, no del problema.
“Nos propusimos que un sector irremplazable para la seguridad alimentaria, la paz social, la preservación de los recursos naturales, la creación de empleos, la generación de divisas y la interacción con la ciencia, la tecnología y la innovación, sea cada vez más jerarquizado, reconocido y valorado por la sociedad y sus representantes”, dijo.
“El IICA de hoy -agregó- es similar al que soñamos algunos años atrás, capaz de desarrollar un nuevo mapa de alianzas estratégicas, de proyectar su imagen y de implementar una agresiva estrategia de captación de recursos externos para servir mejor a nuestros países”.
Otero reveló que quiere dejar como legado de su mandato la certeza de que el futuro de la agricultura de las Américas no está en añorar el pasado, “sino en construir lo que podemos y debemos ser. En ese sentido, llegó el momento de consolidar una nueva narrativa de la agricultura, que hable de modernidad, de sostenibilidad, de innovación digital y biológica, y de responsabilidad y compromiso social. Una narrativa que nos proyecte como proveedores confiables de alimentos, de energías limpias, fibras y servicios ecosistémicos para el mundo entero”.
“El agricultor, cuando siembra, no piensa solo en la próxima cosecha; piensa en las generaciones futuras. así también es nuestro trabajo en la cooperación internacional: sembrar futuro, incluso sabiendo que quizás otros serán quienes recojan los frutos. Con gratitud infinita y esperanza renovada, afirmo, con total convencimiento, que la agricultura de las Américas seguirá siendo faro de seguridad alimentaria y dignidad rural para el mundo entero”, concluyó el Director General.
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