La iniciativa, desarrollada por IICA y financiada por CCAC, busca el desarrollo de los mercados de carbono como incentivo económico para la transformación sostenible del sector arrocero.
El pasado 4 de septiembre, IICA realizó en Santiago el lanzamiento oficial del proyecto «Plataforma habilitante para la participación de los productores(as) de arroz en los mercados de carbono, incluyendo MRV digital», proyecto financiado por la Coalición por el Clima y el Aire Limpio, CCAC.
Esta iniciativa multinacional, que se implementará en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay, busca desarrollar los mercados de carbono como incentivo económico para promover que los agricultores adopten prácticas sostenibles de producción de arroz, reduciendo las emisiones de metano y el consumo hídrico, posicionando a América Latina como líder en producción arrocera sostenible.
El evento con asistencia presencial en el auditorio del Ministerio del Medio Ambiente contó con la participación de autoridades nacionales e internacionales, productores de arroz de la región del Maule, la Sociedad Nacional de Agricultura, representantes de la empresa privada como Molinera Santa Regina Molinera Santa Marta y Tucapel, investigadores del INIA Chile y académicos, quienes destacaron el potencial transformador de esta iniciativa para el sector agrícola chileno.
Un sector pionero en sostenibilidad
Andrea García, Directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), destacó el liderazgo que ha mostrado la cadena arrocera chilena en innovación y sostenibilidad: «La cadena es pionera, ya que se han encadenado los productores, la industria, el sector privado, organismos internacionales y han logrado construir una agenda de trabajo que hoy día los tiene como líderes en sustentabilidad».
La directora destacó el gran ahorro de recursos hídricos que ha logrado el sector, bajando de 40.000 a 23.000 litros de agua por kilo de arroz en poco más de una década, y el potencial de reducir a 11.000 litros con el arroz climáticamente inteligente, lo que representa una reducción del 72% en el consumo de agua para la producción arrocera.
Beneficios económicos para los productores
Hernán Chiriboga, Representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Chile, explicó el objetivo central del proyecto: «Estamos buscando una metodología para que los productores de arroz reciban un pago adicional por los esfuerzos de ahorrar agua y de no emitir gases como el metano al no cultivar con inundación, así que lo que pretendemos con este proyecto es definir una metodología para que los productores reciban un pago adicional por los esfuerzos que significan producir más limpio en beneficio del medio ambiente».
Esta propuesta de valor fue respaldada por Angelo Sartori, Director Senior de Relación con Gobiernos y Políticas Públicas de Verra para América Latina, quien destacó el potencial comercial de los proyectos agrícolas, dado que tienen una narrativa atractiva para los compradores de créditos de carbono: «Los proyectos agrícolas per se tienen buen relato. Entonces hay una poesía detrás que les gusta a los compradores, sobre todo si además de reducir emisiones de gases de efecto invernadero, se puede añadir con ciertas auditorías esa reducción del consumo de agua, o el involucramiento de las comunidades».
Impacto en la mitigación del cambio climático
Según Listya Kusumawati, Gerente del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la CCAC, el potencial de impacto es significativo para la región: «En 2020, el sector agrícola de la región emitió 24,5 mil millones de toneladas de metano, siendo la producción de arroz el tercer mayor contribuyente, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)».
La experta explicó que «prácticas comprobadas de manejo del agua—como el riego intermitente —pueden reducir significativamente las emisiones. Sin embargo, la adopción es lenta debido a la falta de incentivos económicos que compensen a los agricultores por los riesgos de cambiar sus sistemas de producción».
Apoyo institucional y marco regulatorioAndrés Pica, Jefe de División de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente, destacó las herramientas disponibles en Chile: «Chile tiene una ley marco de cambio climático que establece varios instrumentos que nos ayudan en eso. En primer lugar, asociado a esto, tenemos el tránsito real de mitigación de la agricultura que establece una línea de trabajo permanente en esto, incluyendo acciones asociadas justamente a lo que es arroz bajo metano».
Desafíos para la agricultura familiar campesina
César Rodríguez, Subdirector del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), identificó desafíos clave para expandir estas innovaciones hacia la agricultura familiar campesina, sector que atiende su institución. «Tenemos un múltiple desafío desde el punto de vista de la extensión. Volver a potenciar que esta información llegue a asesores técnicos, a extensionistas que están trabajando en el territorio para una mejor conversación con los agricultores y agricultoras del rubro», explicó, enfatizando la necesidad de «deselitizar” la innovación, investigación y el desarrollo y poder llevarla muy a campo.
Rodríguez también destacó la importancia de incorporar herramientas digitales en el sector, fomentando una transición desde lo análogo a lo digital: «Es fundamental incorporar al mismo tiempo del desarrollo de este tipo de proyectos, herramientas digitales que nos permitan hacer mejor seguimiento, nos permitan transmitir mejor la información y nos permita también medir los avances que estamos logrando».
Proyección regional
El proyecto se implementará durante 24 meses en cinco países: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay. Según Listya Kusumawati de CCAC, esta iniciativa representa un paso crucial hacia la integración de la agricultura latinoamericana en los mercados globales de carbono, ofreciendo nuevas oportunidades de ingresos para los productores mientras contribuye significativamente a los objetivos climáticos regionales.