
San Salvador, 8 de septiembre de 2025 (IICA) – Líderes de la Ruralidad de las Américas visitaron El Salvador y compartieron con jóvenes y pequeños agricultores sus innovaciones y buenas prácticas para fortalecer la producción de alimentos en un contexto de recursos naturales limitados.
El viaje, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), sirvió para generar alianzas y aprender de casos exitosos, con el objetivo de mejorar la resiliencia de la producción agrícola en una región altamente vulnerable como el Corredor Seco Centroamericano.
Macarena Valdés y Marco Aceituno, de Chile; Elvia Monzón, Gustavo Rivas y Erick Ac, de Guatemala; Katy Moncada y Eodora Méndez, de Honduras; y Odette Varela y Salomón Zelada, de El Salvador, fueron los líderes que participaron en la reunión.
Todos han sido reconocidos por el IICA con el premio “Alma de la Ruralidad”, iniciativa del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural para dar visibilidad a hombres y mujeres que dejan huella y hacen la diferencia en el campo del continente americano, clave para la seguridad alimentaria y nutricional y la sostenibilidad ambiental del planeta.
Junto a técnicos del IICA -inclusive de programas que han obtenido resultados concretos como Agro-Innova-, productores y especialistas, los visitantes dieron forma al Diálogo Regional sobre Innovaciones para la Adaptación Climática de pequeños productores del Corredor Seco Centroamericano, que tuvo lugar en la sede de la Representación del IICA en El Salvador.
Ganadería resiliente, agroforestería, innovación productiva y medidas de adaptación frente a sequías, inundaciones y otros eventos climáticos extremos fueron los temas de discusión.
“Se trató de difundir conocimiento y de explorar en conjunto los caminos de innovaciones en el agro, que pueden ser simples y generar grandes resultados a favor de los pequeños productores. A veces, con escasos recursos se pueden cambiar las vidas de las personas”, explicó Erick Quirós, representante del IICA en El Salvador y coordinador de la Región Central.
“Las limitaciones que existen en el Corredor Seco Centroamericano en acceso a la tierra o al agua se pueden superar a través de innovaciones que hagan foco en la producción sostenible, la generación de valor agregado y el protagonismo de los jóvenes”, agregó.
El llamado Corredor Seco Centroamericano se extiende desde el sur de México hasta Panamá, sobre el litoral Pacífico. Allí se desarrolla la mayor parte de la agricultura familiar que produce los alimentos de la dieta básica de los países de América Central. Las comunidades, en esa zona, ven amenazada su actividad productiva y su seguridad alimentaria por eventos climáticos extremos, en particular la sequía.
Allí el IICA ha desarrollado numerosos proyectos para mejorar la productividad, como el Programa RECETO (repollo, cebolla y tomate), que permitió, gracias al uso de invernaderos de alta tecnología, incrementar la producción de hortalizas en el marco del Proyecto Fomento a la Reactivación y Producción Agrícola para la Seguridad y Soberanía Alimentaria de El Salvador.
Ingenio ante los problemas
“El ingenio puede en algunas ocasiones suplir la falta de presupuesto y sirve para solucionar los problemas”, dijo Odette Varela, directora general de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) de El Salvador, instituto tecnológico estatal de educación superior, creado en 1956 con el objetivo de formar a los profesionales del agro de El Salvador. Su prioridad es brindar oportunidades a jóvenes de familias de escasos recursos económicos, con vocación agrícola, provenientes de todo el territorio nacional.
Varela, ingeniera agroindustrial con una rica trayectoria académica y profesional, fue reconocida por el IICA como Líder de la Ruralidad de las Américas en 2024 y fue una de las promotoras de las actividades que se desarrollaron esta semana en la capital salvadoreña.
Explicó que la idea surgió en abril, cuando el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) de El Salvador invitó a los líderes chilenos Macarena Valdés y Marco Aceituno a participar en un encuentro del Programa Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento de Cultivos y Animales (PCCMCA), junto a unos 150 científicos de diversos países.
“Marco y Macarena cerraron el congreso y dejaron a los científicos con la boca abierta, al contarles cómo aprovechan los recursos y apuestan a la economía circular en su granja ecológica La Pachamama, en Chile, donde han lidiado con una sequía que duró 12 años. Por eso quisimos profundizar en la combinación de lo empírico con lo técnico. El técnico se basa en el conocimiento científico y a veces no tiene contacto con el trabajo de todos los días en el campo y las comunidades. Esa es la mezcla necesaria”, dijo Varela.
Erick Ac, experto guatemalteco en la producción de cacao, relató que el taller sirvió para discutir los caminos para fortalecer los sistemas de producción y adaptarse al impacto de los fenómenos climáticos: “En la producción de cacao hemos implementado prácticas como la cosecha de agua de lluvia y su utilización para riego, que antes no eran necesarias. Hemos identificado los problemas que han ido surgiendo, siempre buscando soluciones a través de la innovación”.
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