Von Braun subrayó que resulta imprescindible que los países de las dos regiones aumenten sus inversiones en investigación, considerando que la ciencia y la tecnología son la llave para lograr una agricultura que sea más productiva y más resiliente, al tiempo que proteja los recursos naturales.
San José, 27 de julio de 2022 (IICA) – África y las Américas deben tener un claro entendimiento del rol que los dos continentes pueden jugar para sostener la seguridad alimentaria y ambiental del mundo, por lo que deben unirse y elaborar una visión conjunta sobre la transformación de los sistemas agroalimentarios como único camino para que el sur del planeta sea considerado por los países desarrollados en proporción a su potencial, a sus desafíos y al tamaño de su población.
Así lo afirmó el científico Joachim von Braun, Director del Centro para la Investigación en Desarrollo y Profesor de Economía y Cambio Tecnológico de la Universidad de Bonn, y uno de los conferencistas destacados de la Cumbre Ministerial África-América sobre Sistemas Agroalimentarios, que tiene lugar en San José de Costa Rica.
Von Braun señaló que, entre las principales líneas de acción de los dos continentes, deben figurar los esfuerzos para la fijación de una agenda que refleje sus intereses, el intercambio de conocimientos y experiencias en materia de ciencia e innovación, la unión para la promoción de un comercio internacional confiable de alimentos y el uso responsable de los recursos naturales, con énfasis en la protección de los bosques de la Amazonia y el Congo.
“Necesitamos cambiar la forma en que vemos el mundo. África y las Américas se pueden complementar y tienen mucho por aprender el uno del otro. El desafío es que estamos lidiando con una crisis multidimensional y transformar los sistemas agroalimentarios en el medio de una crisis es un trabajo difícil”, afirmó Von Braun, quien lideró en el 2021 el grupo científico que aglutinó cerca de 50 expertos en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU.
Participan de la Cumbre Ministerial África-América sobre Sistemas Agroalimentarios ministros, viceministros y altos funcionarios de Agricultura, Medio Ambiente y Ciencia y Tecnología de unos 40 países, con el objetivo de estrechar la cooperación birregional para enfrentar los desafíos a la seguridad alimentaria global y robustecer el papel de ambos continentes en materia productiva.
Von Braun subrayó que resulta imprescindible que los países de las dos regiones aumenten sus inversiones en investigación, considerando que la ciencia y la tecnología son la llave para lograr una agricultura que sea más productiva y más resiliente, al tiempo que proteja los recursos naturales.
En ese sentido, precisó que en África se destina el 0,3% del PIB a ciencia mientras que esa proporción es del 0,7% en América Latina. “Se debe llegar por lo menos al 1% en ambos continentes”, consideró.
Para Von Braun, algunos de los campos específicos a los que se debe apuntar son: minimización del riesgo de la agricultura y fortalecimiento de la resiliencia, en particular ante los fenómenos climáticos extremos; impulso de innovaciones para lograr suelos más productivos, cuidado de la tierra, el agua, la base genética agrícola y la biodiversidad; promoción de la bioeconomía como forma de facilitar la salud de los sistemas productivos y el bienestar ecológico.
“Necesitamos preguntarnos -sostuvo- en qué dirección debemos ir para conseguir los objetivos de producir de manera sostenible, resiliente y proteger la ecología. Esto requiere de una transformación más grande de la que hemos hecho hasta ahora, para fortalecer capacidades, desarrollar una agenda de financiamiento, promover el comercio justo en el intercambio de alimentos y servir al planeta y a las personas de una manera responsable”, indicó.
Von Braun resumió los seis puntos principales en los que una agenda conjunta de África y las Américas debe buscar avanzar: crecimiento sostenible de la producción agrícola, resiliencia climática (con protección de suelos, ecosistemas, agua y bosques), dietas saludables e inocuidad alimentaria; comercio confiable, abierto y basado en reglas, financiamiento de la transformación, y ciencia e innovación relacionado con todo lo anterior.
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