Un nuevo programa de investigación, desarrollado por los centros internacionales del Consorcio CGIAR, se pondrá en marcha en la región con el apoyo del IICA.
San José, Costa Rica, 17 de setiembre, 2013 (IICA).Las decisiones en torno a cambio climático, agricultura y seguridad alimentaria en América Latina podrán estar respaldadas por información científica confiable, gracias a la puesta en marcha de un programa de investigación sobre estos temas, ejecutado por las entidades que integran el Consorcio CGIAR.
El programa de investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), inició labores en la región con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).
Precisamente, para delinear la estrategia que el CCAFS seguirá en América Latina, funcionarios de diversas organizaciones vinculadas al agro y al cambio climático de la región se dieron cita en la sede central del IICA, en Costa Rica, el 11 y 12 de setiembre.
El acto de apertura contó con la presencia de Tania López, Viceministra de Agricultura de Costa Rica, quien expresó: “El cambio climático, la agricultura y la seguridad alimentaria son temas indivisibles en el contexto actual, juntos debemos construir propuestas que permitan comprender mejor esta relación y enfrentar el reto de erradicar el hambre”.
Por su parte, Víctor M. Villalobos, Director General del IICA manifestó: “Para el IICA, la relación con los socios es muy importante, estamos satisfechos con el trabajo que se ha hecho con el CGIAR y los frutos obtenidos, por ejemplo la puesta en marcha en esta región del CCAFS”.
En el encuentro se presentó un diagnóstico que indica que el 70% del área cultivable de América Latina cuenta con altos niveles de degradación. También se destacó que aunque la seguridad alimentaria es parte de las prioridades de las instituciones regionales, el hambre aún afecta a 49 millones de habitantes, y destacó que las mujeres a cargo de terrenos para cultivo enfrentan condiciones de inequidad frente a los demás productores.
Por esta razón, la estrategia implementada por CCAFS busca proporcionar la evidencia científica que respalde la creación o el mejoramiento de marcos de política, leyes y programas (en escala nacional o regional) que procuren mejorar el acceso a los alimentos básicos de las poblaciones más vulnerables y que contribuyan al desarrollo agrícola bajo en emisiones.
La iniciativa ejecutará cuatro proyectos principales:
• Prácticas agrícolas clima-inteligentes: se pretende que para el 2023 seis millones de productores hayan transformado sus prácticas agrícolas en prácticas que se adapten y mitiguen el cambio climático de una manera social y ecológica.
• Servicios de información y redes de protección climática: se espera que para el mismo año, las instituciones que brindan apoyo a comunidades rurales con información, asesorías y redes de protección de seguridad alimentaria hayan ayudado a crear prácticas de adaptación al cambio climático en dos millones de productores, por medio de servicios de información más relevantes y efectivos.
• Desarrollo agrícola bajo en emisiones: en el 2023, en al menos cuatro países de América Latina, la aplicación de políticas de desarrollo agrícola de bajas emisiones debe resultar en una reducción medible de emisiones de gases de efecto invernadero en este sector.
• Políticas e instituciones para sistemas alimentarios adaptables al clima: se espera que para el 2023, ocho países de la región hayan creado marcos políticos para tratar la agricultura, el cambio climático, la seguridad alimentaria y sus interrelaciones, y que esto se refleje en un aumento de inversiones en prácticas y tecnologías agroecológicas.
Ana María Loboguerrero, líder regional del programa, le manifestó a los asistentes: “En el CCAFS creemos que las repuestas las tienen ustedes, estamos en la región para entender cómo son los problemas y cómo pueden ser las soluciones ante estos temas. Queremos que sea un granito más dentro de las muchas iniciativas ya creadas, para que los agricultores trabajen de forma amigable con la naturaleza y podamos proteger nuestros ecosistemas”.
El taller finalizó con valiosas reflexiones por parte de los asistentes, quienes por medio de sus aportes ayudaron a enriquecer la estrategia del programa en busca de obtener mejores resultados que ayuden a enfrentar el desafío del cambio climático y la seguridad alimentaria en la región.
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david.williams@iica.int