El documento surgió de la discusión entre expertos en reglamentación y científicos sobre edición de genes, en un evento organizado por el IICA en Cali, Colombia.
San José, Costa Rica, 2 de noviembre, 2018 (IICA). El gobierno de Argentina presentó hoy al Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC-MSF), una Declaración Internacional sobre Aplicaciones Agrícolas de la Biotecnología de Precisión, que busca apoyar la consideración científica de las innovaciones agrícolas, fomentar la compatibilidad regulatoria entre los países y minimizar las posibles interrupciones del comercio.
La Declaración, no vinculante, surgió de la discusión entre reguladores y científicos durante el Seminario sobre Edición de Genomas para Reguladores de Biotecnología de las Américas, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Cali, Colombia, en abril de este año.
La presentación de Argentina ante la OMC, es apoyada por naciones como Australia, Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jordania, Paraguay, República Dominicana, Uruguay, Vietnam, y la Secretaría de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS por sus siglas en francés e inglés).
Según explicó el Especialista Internacional en Biotecnología y Bioseguridad del IICA, Pedro Rocha, “la evolución de la biotecnología ha permitido el surgimiento de nuevas técnicas con mayor precisión, tal como la edición de genes. Estas técnicas, agrupadas bajo el nombre de Biotecnología de Precisión se pueden utilizar para aprovechar el conocimiento detallado del genoma y de la biología molecular de varios organismos agrícolas”.
Además, “la modificación precisa del genoma puede, en muchos casos, generar cambios que podrían haber ocurrido naturalmente, aunque durante un período de tiempo mucho más largo. En consecuencia, muchos de los productos generados por estas nuevas técnicas no son necesariamente equivalentes a los productos modificados genéticamente (GM), es decir, no son transgénicos”.
“Los productos de la biotecnología de precisión, incluidos los derivados de la edición de genes, podrían ayudar a abordar los desafíos globales en la producción de alimentos y a los productores a satisfacer las demandas de los consumidores. Sin embargo, la amplia gama de resultados potenciales plantea dudas sobre si la regulación es necesaria para ciertos tipos de productos, a fin de evitar la asincronía internacional en la aprobación o los entornos comerciales impredecibles que pueden ralentizar o impedir la innovación de los desarrolladores o podrían impedir la comercialización de los productos. Entonces, en función del alcance de sus marcos regulatorios, los países están trabajando actualmente para definir su mejor enfoque y aproximación en torno a los productos de biotecnología de precisión, añadió Rocha.
El especialista del IICA ahondó que, “desde el punto de vista regulatorio, es necesario definir el tratamiento que se debe dar a los productos de la PBI. Por un lado, puede haber algunos productos que podrían haberse obtenido mediante técnicas convencionales. Hay varios países que están a favor de tener una posición pragmática que permita analizar algunos productos resultantes de la edición de genes como productos convencionales, sin la necesidad de una regulación adicional. En otros casos, puede haber productos que incorporen nuevos genes de una manera que sea más similar al uso de tecnologías de ADN recombinante más antiguas”.
Reconociendo esto, y en el marco del Seminario sobre Edición de Genomas para Reguladores de Biotecnología de las Américas organizado por el Instituto, los participantes de gobiernos de los países miembros del IICA iniciaron discusiones para abordar las consideraciones comerciales relacionadas con la regulación de los productos de biotecnología de precisión y acordaron desarrollar una Declaración Internacional para señalar el consenso sobre un conjunto de principios que proporcionar marcos regulatorios que faciliten el comercio y alienten la innovación agrícola, al tiempo que cumplen los objetivos regulatorios.
Argentina tomó el liderazgo en el desarrollo de la Declaración y en la conducción del consenso entre los países. La Declaración contiene principios que proporcionan enfoques regulatorios funcionales, basados en ciencia y consistentes con las obligaciones comerciales internacionales. A través de esta, los países que la apoyan también se han comprometido a realizar esfuerzos de colaboración para minimizar los posibles problemas comerciales que puedan surgir como resultado de las diferencias en la supervisión regulatoria de tales productos.
El desarrollo de la biotecnología es clave, debido a que los agricultores de América Latina y el Caribe necesitan ampliar su acceso a nuevas herramientas para mejorar la productividad, la salud de plantas y animales, y la sostenibilidad ambiental. El sector, además, es trascendental para a abordar desafíos globales como el cambio climático, las presiones de las plagas y enfermedades, garantizar la seguridad y protección de los suministros de alimentos en todo el mundo, así como satisfacer las preferencias del consumidor y las demandas de alimentos más saludables y de mejor calidad a precios asequibles.
La seguridad alimentaria, animal y ambiental de los productos de la biotecnología agrícola puede ser abordada de forma adecuada por los marcos regulatorios y las normas de seguridad existentes para los productos agrícolas basados en las características del producto u organismo. La Declaración Internacional sobre Aplicaciones Agrícolas de la Biotecnología de Precisión así lo reconoce.
Más información:
Pedro Rocha, especialista Internacional en Biotecnología y Bioseguridad del IICA.
https://docs.wto.org/dol2fe/Pages/SS/directdoc.aspx?filename=q:/G/SPS/GEN1658R2.pdf