Patricia Gorza, Andrea Izzo Capella y Milagros Paulón, quienes viven en la región pampeana, en el centro del país, considerada una de las principales zonas productoras de alimentos del mundo, fueron distinguidas junto a José Muñoz y Alina Ruiz, que viven y desarrollan su trabajo en el norte argentino.
Buenos Aires, 18 de abril de 2023 (IICA) – Por su valioso aporte para el bienestar y el arraigo de las comunidades de las que forman parte, cinco habitantes de distintas regiones de Argentina recibieron del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del país sudamericano el título de Líderes de la Ruralidad de las Américas.
Patricia Gorza, Andrea Izzo Capella y Milagros Paulón, quienes viven en la región pampeana, en el centro del país, considerada una de las principales zonas productoras de alimentos del mundo, fueron distinguidas junto a José Muñoz y Alina Ruiz, que viven y desarrollan su trabajo en el norte argentino.
Los premiados recibieron sus diplomas de manos de Juan José Bahíllo, Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y de Manuel Otero, Director General del IICA, durante un acto que tuvo lugar en la sede de la Secretaría, en la Ciudad de Buenos Aires. También participaron en el acto el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales de la provincia de Buenos Aires, Mario Oporto; la Embajadora de Costa Rica en Argentina, Ginette Campos Rojas y familiares de los premiados.
Gorza es una productora ganadera del municipio de 9 de Julio; Izzo Capella es creadora de un centro cultural que se propone empoderar a las mujeres rurales en Las Flores; Paulón es una joven que lleva adelante un tambo productor de leche en Brandsen; Muñoz es un educador y promotor de la agricultura orgánica de la provincia de Catamarca y Ruiz es una cocinera que promueve el aprovechamiento y la valorización de los productos de la tierra en el Chaco.
La distinción, que lleva el título de “Alma de la Ruralidad”, es parte de una iniciativa del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural para dar visibilidad a hombres y mujeres que dejan huella y hacen la diferencia en el campo del continente americano, clave para la seguridad alimentaria y nutricional y la sostenibilidad ambiental del planeta.
El reconocimiento, además, tiene la función de destacar la capacidad de impulsar ejemplos positivos para las zonas rurales de la región.
“Quiero destacar y valorar estas historias de compromiso y amor por la tierra y por la gente del campo. Es muy bueno hacerlas visibles por lo que simbolizan como modelo de vida”, dijo el secretario Bahillo, anfitrión del acto.
“Los líderes de la ruralidad –agregó- son constructores de proyectos de vida y de arraigo. Como ellos, todos queremos una nueva y mejor ruralidad para nuestros jóvenes”.
Manuel Otero caracterizó a los líderes como personas “comprometidas y tercas”, que tienen la decisión de superar todas las dificultades que se les presentan. “Son constructores de sueños y de puentes. Es la hora de tenerlos presentes y de saber que la ruralidad se construye fortaleciendo el tejido social”, dijo el Director General del IICA.
“Ustedes –les dijo a los premiados- son ejemplos de vida. Representan una ruralidad digna que tiene que ser más conocida”.
Historias de amor por la tierra
Alina Ruiz (provincia del Chaco) nació y se crió en los bordes de El Impenetrable, una de las zonas más inhóspitas del Chaco, la gran llanura boscosa que la Argentina comparte con Bolivia y Paraguay. Con padres y abuelos dedicados a la agricultura, ella viajó a Buenos Aires para estudiar cocina y también se capacitó en Perú y Colombia. Cuando volvió a El Impenetrable, bautizado con ese nombre por su vegetación cerrada y su escasez de agua, instaló un restaurante de campo que lleva el nombre de su abuela Anna, con el concepto de kilómetro cero. Este consiste en privilegiar la producción de cultivos y animales del lugar a la hora de cocinar. Además, ofrece capacitaciones a los habitantes rurales en las que se propone impulsar la valorización de los productos de la tierra.
José Muñoz (provincia de Catamarca) ha estado ligado durante casi toda su vida a la educación agrotécnica, a la que considera una herramienta estratégica para fomentar el arraigo de los jóvenes en las zonas rurales. Durante años ha sido Director de la Escuela Agrotécnica del municipio de Tinogasta, ciudad de la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. Se trata de una zona árida y de suelos pobres, alejada de las áreas productivas más importantes del país, donde los cultivos crecen bajo riego artificial. Hoy Muñoz es impulsor de la agricultura orgánica, convencido de que es una manera de aprovechar las prácticas amigables con el ambiente y la utilización de insumos biológicos que han realizado históricamente muchos productores catamarqueños.
Andrea Izzo Capella (provincia de Buenos Aires) es una arquitecta de Buenos Aires que se mudó a la ciudad de La Flores, en el corazón de la región pampeana, zona beneficiada con uno de los ambientes más propicios del mundo para la producción agropecuaria. Allí, en su propia casa, creó el Centro Cultural y de Diseño Mujeres Rurales, con el que se propuso dar herramientas a las mujeres del campo, históricamente relegadas, para confiar en sí mismas y crear sus propios emprendimientos productivos.
Patricia Gorza (provincia de Buenos Aires) es productora en la zona de 9 de Julio. Sus bisabuelos eran agricultores en el norte de Italia y al llegar al país se afincaron directamente en el partido de 9 de Julio. Hoy, su hijo Iván continúa la actividad y es la quinta generación de productores agropecuarios. Cultivan maíz, soja, trigo y también crían ganado vacuno, por lo que se consideran ganaderos, que es la actividad que más le gusta. Patricia es líder de la agrupación Mujeres Rurales Argentinas, que nació en 2019 y hoy ya tiene un nombre entre las entidades del campo.
Milagros Paulón (provincia de Buenos Aires) tiene solo 22 años y lleva adelante un tambo familiar en la localidad de Brandsen. Realiza personalmente el ordeñe dos veces por día, a la madrugada y a la tarde y, junto a su madre, produce quesos y los comercializan. Es parte de la Federación de Asociaciones Centros Educativos Para la Producción Total (FACEPT), organización autogestiva y cogestiva de segundo grado, integrada por asociaciones que nuclean a agricultores familiares, pequeños productores y trabajadores rurales (CEPT 18) de Brandsen, donde ella estudió, se convirtió en técnica agropecuaria y hoy aplica ese conocimiento en la producción.
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