Dos estudios elaborados por el IICA y el BID servirán de apoyo al gobierno para tomar medidas que minimicen los impactos de la apertura comercial en productos “sensibles”: arroz, frijol, lácteos y carne de cerdo, pollo y res.
San José, 14 de diciembre, 2016 (IICA). Incrementar la productividad, reducir los costos de producción y competir en el mercado con precios más accesibles que los productos importados, es lo que necesitan los sectores de arroz, frijol, lácteos y carne de cerdo, pollo y res de Costa Rica, en el actual contexto de la apertura comercial.
Así lo demuestran dos estudios elaborados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a solicitud del Primer Vicepresidente de la República y Ministro de Hacienda, Helio Fallas, los cuales evidencian la realidad, las limitaciones y las oportunidades de estas cadenas de valor en el país.
Las investigaciones, realizadas por los especialistas Rafael Trejos y Carlos Pomareda, con apoyo de la Academia de Centroamérica, se enfocaron en analizar los factores que afectan la competitividad de estos productos y estimar los impactos que puede causar en ellos la desgravación del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos.
“Los estudios nos permiten esclarecer cuáles son los problemas y hacia dónde vamos, nos sirven como referencia. Costa Rica merece estar haciendo este tipo de reflexiones para avanzar”, afirmó Fallas.
El Primer Vicepresidente añadió que además de fijarse metas, implementar programas, proyectos e instrumentos, los compromisos políticos que pueden asumir entre el sector público y privado son fundamentales para fortalecer y dar sostenibilidad a estas cadenas.
“Esta es una herramienta para los tomadores de decisión, tanto a nivel del sector público como a nivel de organizaciones, para identificar los principales problemas que afectan la competitividad determinar las causas y los efectos que implican”, aseguró Rafael Trejos.
Al arroz, frijol, lácteos, carne de cerdo, pollo y res, se les califica como productos “sensibles” por su importancia en la dieta de la población, la inestabilidad de sus precios a nivel internacional y porque representan una parte vital en la economía de algunas regiones de los países, como Costa Rica.
Factores que influyen en la baja productividad
Los estudios determinaron que los factores que inciden en los bajos rendimientos de productividad en estas cadenas son la falta de tecnología, la degradación de suelos, la creciente dependencia de fertilizantes y agroquímicos, los costos de transacción elevados en el camino de la finca al consumidor y la estructura de mercados controlados por pocos actores.
Para solventar estas falencias, las investigaciones plantean que se debe innovar, mejorar la calidad y dar más valor agregado a los productos, fomentar la asociatividad y recuperar el cooperativismo. Además, recomiendan orientar la institucionalidad al desarrollo y que los gremios definan el camino y fijen las metas de productividad.
Renovar el marco de políticas y asegurar su implementación adecuada es otra de las alternativas. En cuanto a políticas no sectoriales urge una estrategia nacional de riego y drenaje, según se explica en los estudios.
“Hay que comprender que los alimentos y el agua provienen del medio rural y que por eso hay que apoyar la agricultura”, dijo el especialista Carlos Pomareda.
Los estudios se presentaron en un seminario realizado en la sede central del IICA, que también reunió al Ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Felipe Arauz; al Ministro de Economía, Industria y Comercio, Welmer Ramos; y representantes del Ministerio de Comercio Exterior.
Representantes de la academia, de la Corporación Arrocera Nacional (CONARROZ), de la Cámara Nacional de Productores de Leche (CNPL) y de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNNA), también participaron del evento.
Las autoridades gubernamentales se comprometieron a tomar las medidas pertinentes y promover la formulación de propuestas de políticas públicas correctivas para minimizar los impactos que puedan sufrir los productos sensibles en el marco de la liberación comercial.
“Una política comercial supone también una agenda nacional dirigida a aumentar la competitividad de nuestra economía y a mitigar los efectos de la apertura comercial sobre algunos sectores productivos sensibles”, valoró Renato Alvarado, vicepresidente de la CNAA.
De acuerdo con el Director General del IICA, Víctor M. Villalobos, el florecimiento o el estancamiento de los agronegocios están determinados por la capacidad de producir tanto como por la capacidad de lograr amplios y solidos encadenamientos productivos.
Más información: miguel.arvelo@iica.int