En Argentina y en toda la región, en los últimos años se han desarrollado múltiples experiencias exitosas de bioeconomía, que señalan el camino hacia un nuevo modelo productivo, que reduce la utilización de combustibles fósiles y genera bioproductos de múltiples usos.
Buenos Aires, 16 de enero de 2024 (IICA) – El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) colaborará con la Argentina en iniciativas que favorezcan el crecimiento de la bioeconomía en el país, en el entendimiento compartido de que representa una gran oportunidad para el desarrollo en armonía con el ambiente.
Así lo acordaron el nuevo Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Fernando Vilella, y el Representante del IICA en Argentina, Fernando Camargo, durante una reunión que mantuvieron en Buenos Aires junto con sus equipos de trabajo.
Vilella afirmó que es prioridad de su gestión el impulso a la bioeconomía, a la que define como el aprovechamiento de la biomasa para la generación de productos e insumos, en un contexto de economía circular y de reducción de los impactos ambientales y sociales de la producción. De hecho, anunció su intención de que, en el futuro, la cartera que encabeza cambie su nombre y pase a llamarse Secretaría de Bioeconomía.
Este modo de producción se basa en el aprovechamiento integral de todos los productos, subproductos y desechos de origen vegetal y animal que se generan en las áreas rurales, con especial énfasis en la conversación de los recursos naturales y la mitigación y la adaptación al cambio climático.
El desarrollo de la bioeconomía es también una prioridad para el IICA a través de sus acciones de cooperación técnica en todos los países de América Latina y el Caribe, región que tiene un extraordinario potencial en la materia porque es dueña de una gran riqueza de recursos naturales, cuyo aprovechamiento sostenible es un camino hacia la diversificación de las exportaciones con productos de alto valor agregado y bajo impacto ambiental.
En Argentina y en toda la región, en los últimos años se han desarrollado múltiples experiencias exitosas de bioeconomía, que señalan el camino hacia un nuevo modelo productivo, que reduce la utilización de combustibles fósiles y genera bioproductos de múltiples usos.
“El IICA está convencido de que la bioeconomía va a jugar un papel cada vez más importante en el desarrollo económico sostenible de los países de la región. Por eso, el año pasado lanzamos la Red Latinoamericana de Bioeconomía, que articula esfuerzos públicos y privados en el continente para que nuestros recursos naturales sean aprovechados en todo su potencial y de una manera racional”, dijo Fernando Camargo.
“En el caso particular de la Argentina, el gran potencial ya ha quedado demostrado, por ejemplo a través de los avances en la producción de biocombustibles y el crecimiento de las empresas industriales de base biotecnológica, que son referencia a nivel internacional”, agregó.
En el encuentro participaron Pedro Vigneau, Subsecretario de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios y Agustín Tejeda, Subsecretario de Mercados Agropecuarios. Por el IICA Argentina lo hicieron Carolina Pivetta, Coordinadora Técnica. y Ana Echeverri, Coordinadora Administrativa.
Incrementar las exportaciones
Vilella y sus colaboradores hicieron un diagnóstico del sector agropecuario en Argentina y reafirmaron el objetivo de la Secretaría de incrementar las exportaciones, para lo que reconocieron la necesidad de contar con procesos consolidados de certificación y trazabilidad, en consonancia con las demandas globales. De allí la importancia de que la bioeconomía sea eje estructural para la generación de productos de exportación con agregado de valor en territorio, a partir del aprovechamiento de la biomasa en las principales cadenas de valor agropecuarias del país.
En ese sentido, el IICA se comprometió a apoyar a la Secretaría en sus políticas orientadas a la producción sostenible, en la convicción de que el país es uno de los principales productores agropecuarios de América Latina y el Caribe, región que, a su vez, es garante de la seguridad alimentaria y de la conservación ambiental en el planeta.
Argentina cuenta con un modelo productivo de bajo impacto ambiental. El impacto de la difusión de buenas prácticas vinculadas con la agricultura regenerativa –como la siembra directa y la utilización de cultivos de cobertura para proteger la salud de los suelos- debe ser demostrado a través de datos concretos y mediciones que lo avalen.
El IICA seguirá contribuyendo al trabajo conjunto, además, según se acordó en la reunión, en temas como desarrollo de fertilizantes, biocombustibles, ampliación del comercio Internacional, semillas y agricultura digital.
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