Manuel Otero fue invitado a dar una conferencia magistral sobre los retos y desafíos que enfrenta la seguridad alimentaria global por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Academia Diplomática y Consular Carlos Antonio López, que forma a los miembros del servicio exterior del país sudamericano.
Asunción, 10 de septiembre de 2024 (IICA) – La nueva frontera de la ciencia y la tecnología es la llave para que los sistemas agroalimentarios se transformen y den respuesta a las exigencias cada vez más mayores que enfrentan en un contexto de crisis globales múltiples, afirmó el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ante un calificado auditorio en Asunción del Paraguay.
Manuel Otero fue invitado a dar una conferencia magistral sobre los retos y desafíos que enfrenta la seguridad alimentaria global por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Academia Diplomática y Consular Carlos Antonio López, que forma a los miembros del servicio exterior del país sudamericano. La disertación tuvo lugar en el Salón de Actos de la Cancillería y fue acompañada por buena parte del cuerpo diplomático acreditado en Paraguay.
Presentado por el Director General de la Academia Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, Ricardo Scavone, Otero subrayó en su conferencia que la agricultura está hoy al tope de la agenda mundial, debido a que hay 282 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda en 59 países, en un escenario impactado por el cambio climático sobre la actividad y numerosos shocks políticos y económicos que afectan el comercio, la producción y el transporte.
También destacó el peso del sector agropecuario en América Latina y el Caribe, y en general todo el continente, dado su participación en la producción y exportación mundial de alimentos, enfatizando la contribución que también hace al posicionamiento de los países en el tablero global.
Previamente, Scavone dijo que “el IICA es un actor fundamental de nuestros países en un tema como el sector agropecuario que es vital para Paraguay, para su desarrollo económico, sus exportaciones, para la situación social y para nuestra contribución a la seguridad alimentaria del mundo”.
Otero subrayó que, mirando el actual contexto, no es la primera vez que los retos son grandes y mencionó situaciones como la depresión económica de la década de 1930, la Segunda Guerra Mundial, la crisis de precios de los alimentos en 2007-2008 y la reciente pandemia de Covid-19.
En ese contexto, apuntó que la agricultura digital, la edición génica en plantas y animales, el desarrollo de la biotecnología, la recuperación de la salud de los suelos, la biofortificación de cultivos, la biología sintética y la elaboración de biocombustibles son algunos de los caminos que, gracias la ciencia y la tecnología, la agricultura tiene para dar respuestas.
“El futuro no es aleatorio. Y tenemos que saber que los desafíos también son oportunidades. Pero para ello se requiere de una nueva generación de políticas públicas, que reconozcan la multidimensionalidad de los objetivos y la necesidad de acciones colectivas”, dijo el Director General del IICA.
Los objetivos prioritarios –consideró- deben ser adaptarse al cambio climático y contribuir a su mitigación; restaurar los suelos, los ecosistemas y los recursos naturales; aprovechar la biomasa primaria y residual para contribuir a una mayor eficiencia y sostenibilidad de la producción; y utilizar la biodiversidad para la elaboración de alimentos nutracéuticos, fármacos y química verde, entre otros.
Alianza continental
Otero dio detalles de la Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sostenible, que impulsa el IICA con el apoyo de los ministros de Agricultura del hemisferio. El objetivo es facilitar la movilización de las capacidades técnicas existentes en la región hacia la generación de soluciones a los problemas comunes que limitan la eficacia de los sistemas agroalimentarios de las Américas.
El IICA se propone así posicionar y dar una voz al continente en el debate internacional técnico y político sobre el futuro del planeta. El próximo paso en esa dirección se dará en noviembre próximo, cuando el Instituto montará por tercer año consecutivo un pabellón en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 29), que esta vez se celebrará en Azerbaiyán. El espacio, denominado Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, servirá para que países y productores del continente muestren al mundo sus avances en materia de sostenibilidad de la producción.
“La narrativa importa”, dijo Otero, al afirmar que es necesario que se sepa que la agricultura está mejor que en el pasado, tanto en términos de productividad como de sostenibilidad y de aporte al desarrollo económico y social de los países. Y aseguró que va a estar aún mejor en el futuro.
Para justificarlo, dio números que reflejan que la actividad ha sido un verdadero motor de desarrollo de las Américas. Informó que su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) del continente alcanza casi el 5%, que su aporte al total de empleo es de casi el 12% y que las exportaciones agroalimentarias superaron el año pasado los 350 mil millones de dólares.
“América Latina y el Caribe –dijo- es clave hacia la transformación de los sistemas agroalimentarios globales, porque la región es garante de la seguridad alimentaria, nutricional y climática del mundo. Tenemos el 50% de la biodiversidad conocida en el mundo, el 35% de las reservas de agua dulce y el 28% de la superficie potencialmente utilizable para la expansión agrícola”.
Otero consideró que solo a través de acciones colectivas será posible enfrentar con éxito los desafíos simultáneos, que incluyen la crisis climática, la inseguridad alimentaria y nutricional, la necesidad de acelerar la transición energética y la urgencia de hacer más accesibles los avances de la ciencia y la tecnología.
“El contexto y las perspectivas plantean la necesidad de trabajar juntos hacia sistemas agroalimentarios sostenibles, resilientes e inclusivos. El futuro depende de nosotros”, concluyó.
Luego de la conferencia, Otero respondió a diversas consultas, entre ellas de los jefes de misión en Paraguay de Brasil, José Antonio Marcondes de Carvalho; de Ecuador, Pablo Ruiz Echeverría; y de Taiwán, José Chih Cheng Han; quienes abordaron asuntos como la agricultura familiar en las Américas, la acción climática en el agro, la utilización de la inteligencia artificial en el sector, y la edición génica.
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