El CARI analiza la realidad desde una óptica pluralista y colabora con organismos públicos e instituciones privadas mediante el aporte de documentos y debates que puedan ser utilizados para la toma de decisiones.
Buenos Aires, 14 de diciembre de 2021 (IICA) – El valor estratégico de que las Américas tengan una voz común frente a los inéditos desafíos globales que enfrenta la humanidad, especialmente en la cuestión agroalimentaria, de enorme importancia económica y social para el continente, fue puesto de relieve en un debate de alto nivel con expertos en la dinámica internacional.
La actividad fue organizada por el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), institución académica que desde hace más de 40 años promueve desde la Argentina el estudio y discusión de los problemas mundiales. El CARI analiza la realidad desde una óptica pluralista y colabora con organismos públicos e instituciones privadas mediante el aporte de documentos y debates que puedan ser utilizados para la toma de decisiones.
La institución convocó al Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, quien se encuentra en misión oficial en Buenos Aires, para ser expositor en una conferencia acerca del posicionamiento de la región en la reciente Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU y los desafíos que planteó esta cita global a la región de cara al futuro. La sesión fue organizada conjuntamente por los comités de Asuntos Agrarios y de Estudios de Asuntos Latinoamericanos del CARI.
El presidente del CARI, Embajador José Octavio Bordón, señaló la importancia de la tarea que realizó el IICA en el camino hacia la Cumbre, que permitió que el americano fuera el único continente que llevó una posición conjunta a ese foro.
“Frente a los desafíos globales, que incluyen los conflictos ambientales, la inequidad, la tremenda aceleración tecnológica y la necesidad de que no se profundicen las brechas de desarrollo entre los países, fue fundamental que en una reunión global del tema alimentario lleváramos una voz común. Una voz que representó nuestras aspiraciones, comprendiendo lo que está pasando en el mundo”, señaló Bordón.
“Frente a demandas de países que son más poderosos y tienen un mayor protagonismo global, pudimos plantear que tenemos mucho que decir en el tema de alimentación. Estamos viviendo un momento de debilidad del multilateralismo, que es el único camino para encontrar soluciones a los dilemas mundiales. Por eso valoramos el trabajo del IICA, que realiza una propuesta inteligente, con visión de largo y convergencia multilateral para atender los problemas urgentes”, agregó quien fuera embajador de Argentina en Estados Unidos y en Chile, legislador nacional y gobernador de la provincia de Mendoza.
Martín Piñeiro, Director del Comité de Asuntos Agrarios del CARI y Director General Emérito del IICA, señaló que, gracias a la tarea del Instituto, por primera vez los 34 países de las Américas llevaron una posición conjunta sobre un tema de gran relevancia a una cita global.
“Esto tiene una enorme trascendencia en lo técnico agropecuario, pero también en lo político, cuando todos los procesos de integración regional están bastante debilitados y cuando hay grandes incógnitas en cuanto al futuro de los temas alimentarios”, sostuvo.
Piñeiro consideró que se vive un cambio de época desde el punto de vista de cómo deben ser mirados los sistemas agroalimentarios: “Antes hacíamos foco solamente en la agricultura; ahora sabemos que deben incluirse a otros sectores económicos que están relacionados. Esto es un desafío conceptual, ya que nos obligará a hacer cambios de política agropecuaria y cambios institucionales para lograr una mirada más global y avanzar en políticas articuladas con cuestiones, por ejemplo, de ambiente y salud pública”.
También la diplomática Carola Ramón, Directora del Comité de Estudios de Asuntos Latinoamericanos del CARI, destacó el trabajo del IICA para tender puentes entre los distintos países de las Américas.
“Su tarea puso el acento en que, si bien los sistemas agroalimentarios de la región deben ser mejorados, ya han avanzado mucho en sostenibilidad. Este trabajo fue esencial, porque ningún país podía realizar ese planteo solo”, dijo Ramón, quien es Subsecretaria de Negociaciones Económicas Multilaterales y Bilaterales de la Cancillería argentina.
“Uno suele ver noticias solo negativas sobre nuestra región pero a veces se teje bajo el radar más de lo que parece. En este caso hizo un gran trabajo de articulación en un tema estratégico que nos afectará muchísimo en las próximas décadas, como países productores de alimentos. Esto no es la línea de llegada sino el punto de partida”, agregó.
Durante su exposición, Otero hizo un repaso del proceso que coordinó el IICA con los países de las Américas e hizo un resumen de los consensos alcanzados. Entre los mensajes más importantes destacó: que los sistemas agroalimentarios de las Américas son perfectibles pero no son fallidos; que se necesitan zonas rurales sanas, fuente de progreso y generación de empleo; que hay que crear oportunidades para los 16,5 millones de agricultores familiares de América Latina y el Caribe, así como para grupos vulnerables, incluidos mujeres y jóvenes; que el comercio internacional es clave para la seguridad alimentaria y que la ciencia es un insumo fundamental para la adecuada formulación de políticas.
“Entre los aspectos positivos de la Cumbre -dijo Otero-, rescato que instaló una visión sistemática del sector desde la producción al consumo. El tema llegó para quedarse y es fuerte en la agenda. Hay un reconocimiento global de que los temas de productividad sólo pueden avanzar si internalizamos la dimensión ambiental y la cuestión de la alimentación saludable. El continente ya viene avanzando mucho en esas cuestiones”.
El Director General dijo que el IICA –institución que en el 2022 cumplirá 80 años de vida-, reafirma su rol de impulsor para la acción colectiva y pretende reforzar su lugar como organismo de cooperación técnica regional que mira al mundo.
“Desde su pertenencia al Sistema Interamericano –afirmó- el IICA debe relacionarse con otras regiones. Como organismo que construye puentes, estamos convencidos de que nuestro futuro está atado al establecimiento de vínculos con otros continentes. Pronto vamos a empezar un diálogo con África, continente con el que tenemos mucho en común. Debemos prepararnos para la próxima Conferencia de Cambio Climático -COP 27- en la que ojalá podamos reafirmar que la agricultura es una oportunidad antes que una amenaza”.
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