La generación de biogás permitiría a la agricultura familiar contar con energías de fuentes renovables y sustentables, lo que aumentaría sus posibilidades de desarrollo y la inclusión rural.
San José, Costa Rica, 27 de agosto, 2014 (IICA). La producción de biogás, a partir del aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos de las actividades agrícolas, permitiría reducir la contaminación de las fuentes de agua y las emisiones de gases de efecto invernadero, y contribuiría al acceso y uso de energías renovables en los territorios rurales de América Latina y el Caribe (ALC), de acuerdo con investigadores reunidos en Brasil para analizar el nexo entre agricultura, agua, energía.
Los especialistas, provenientes de 16 países de ALC, también destacaron que el uso de los residuos, en particular los provenientes de la producción de alimentos de la agricultura familiar, representaría una oportunidad para contribuir a la inclusión social y al desarrollo rural territorial.
El encuentro tuvo lugar en el Parque Tecnológico Itaipú, la mayor planta hidroeléctrica del mundo, por producción de energía. Participaron representantes e investigadores de los sectores agrícola, energético y académico de ALC, así como del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Agencia Internacional de Energía (AIE), la Organización Latinoamericana y del Caribe de Energía (OLADE) y las organizaciones de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y para el Desarrollo Industrial (ONUDI).
“La interdependencia entre agricultura, agua y energía se hace cada vez más evidente; la falta de acceso a alguno de estos elementos puede ser un factor limitante para el desarrollo sostenible de los territorios rurales”, dijo Orlando Vega, especialista en energías renovables del IICA.
En la cita se hicieron recomendaciones para que los países de ALC generen políticas públicas y marcos regulatorios para la producción de biogás, en los que se potencie la participación de la agricultura familiar.
La reunión incluyó una visita a la Cooperativa de Agroenergía para la Agricultura Familiar en la cuenta hidrográfica de Ajuricaba, municipio Marechal Cãndido Rondon, en el estado de Paraná.
El proyecto involucra a 33 fincas de pequeña escala, las cuales cuentan con biodigestores individuales alimentados con residuos de la agricultura familiar, en los que se producen biofertilizantes y biogás.
Una parte de este último se utiliza para generar energía que se aprovecha en las mismas fincas, mientras que el resto se transporta vía gasoducto desde cada biodigestor a una planta de energía central, a 22 kilómetros de distancia.
Desde este lugar se distribuye electricidad a la red local y se genera calor para el secado de granos y biometano como combustible para vehículos.
Vega explicó que el tratamiento de los residuos previene la descarga de contaminantes sobre la cuenca de Ajuricaba y contribuye a la prolongación de la vida útil del embalse de Itaipú.
En Paraná, el Coordinador Técnico Regional del programa Alianza en Energía y Ambiente (AEA) del IICA, Oliver Marcelo, compartió las experiencias alcanzadas en mejoramiento del hábitat rural y usos productivos del biogás, en diversos proyectos en los territorios rurales de Santander de Quilachao, en Colombia; y los distritos de Chancaybaños, La Esperanza, Pulán y Andabamba, en los Andes peruanos.
AEA es implementado por el Instituto en los países de la región andina, con apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia.
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orlando.vega@iica.int
oliver.marcelo@iica.int