Subrayó la necesidad de apoyo en construcción de capacidades para convertir al país en la principal fuente de la canasta básica del Caribe.
San José, Costa Rica, 18 de marzo, 2011 (IICA). Potenciar la agricultura de Surinam, de manera que incremente su aporte actual de 6,8% al Producto Interno Bruto (PIB) y se convierta en la principal fuente de alimentos de la canasta básica de las naciones del Caribe, es la meta del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca del país y debe ser el eje de la cooperación técnica que reciba el país, expresó el Ministro Hendrik Setrowidjojo, durante una visita a la Sede Central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La visita se realizó el 14 y 15 de marzo reciente. El Ministro Setrowidjojo estuvo acompañado por el Secretario Permanente del Ministerio, Gerrit Breinburg, tanto en las conversaciones sostenidas en la Sede Central, como en una gira de campo que le permitió observar sistemas agrícolas eficientes.
El Ministro manifestó que su administració busca garantizar la seguridad alimentaria del país, aumentar los ingresos de los pequeños y medianos productores, aumentar el aporte de la agricultura a la economía nacional, desarrollar un sector sustentable y, sobre todo, convertirse en los principales proveedores de alimentos del Caribe. “Para ello, contamos con el IICA como socio y nos interesa el apoyo que nos pueda brindar específicamente en la construcción de capacidades para hacer frente a estos retos”, afirmó.
Ante tal solicitud, el Director General del Instituto, Víctor M. Villalobos, reafirmó el compromiso del Instituto con la promoción de una agricultura competitiva y sustentable. “El IICA pertenece a sus países, a los 34 Estados Miembros que son su razón de ser”, sostuvo.
Durante el encuentro, el Secretario Permanente señaló algunos de los principales retos que enfrenta el sector agrícola surinamés, entre ellos la falta de una infraestructura y de mercados apropiada, el poco acceso a crédito, la información de mercados insuficiente y una capacidad de procesamiento limitada en ciertos subsectores, entre otros.
“A pesar de los retos –dijo el Director de Gestión e Integración Regional del IICA, Víctor Del Ángel– la agricultura de Surinam tiene gran potencial, no solo para proveer los alimentos que necesita el país, sino para suplir a otros países del Caribe, pues tiene tierra y agua para ello. Vemos oportunidades para establecer una relación más cercana de cooperación, en especial al considerar que en las siguientes semanas el IICA estará presentando la Estrategia Regional para la Región Caribe.
El Ministro pudo conocer el Plan de Mediano Plazo del IICA y su Estrategia hacia el 2020 en palabras de la Subdirectora General, Karen Lezny. Por su parte, el Director de Cooperación Técnica, James French, le presentó los programas de cooperación del IICA, en compañía de los especialistas de cada área (Innovación para la Productividad y Competitividad; Agronegocios y Comercialización; Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de Alimentos; Territorios y Bienestar Rural, Seguridad Alimentaria y Recursos Naturales, Cambio Climático y Ambiente).
“Trataré de interesar a los agricultores de Surinam en este tipo de procesos”
Luego de un día de campo, el Ministro Setrowidjojo mostró admiración hacia los métodos de producción costarricenses. “Trataré de interesar a los agricultores de Surinam en este tipo de procesos. Aprendí mucho, para mí es una nueva forma de producir”, afirmó.
La gira empezó con una visita a la finca integral “La esperanza”, donde en solo seis hectáreas se logra producir queso de vaca, de cabra, huevos y hortalizas orgánicas, además de la crianza de cerdos y fertilizante.
Uno de los aspectos más interesantes es que la finca es autosostenible. Las cabras y vacas se alimentan de diferentes arbustos, lo que permite aprovechar mejor el espacio y crear fertilizante (por medio del uso de lombrices rojas) y energía (con un biodigestor) a partir de la boñiga. Esto permite reducir los costos de mantenimiento y obtener mayores niveles de producción.
El Ministro pudo observar la forma en que se fabrica el fertilizante –de 25 kilos diarios de estiércol por vaca se producen 18 kilos de fertilizante que alcanzan para unas 400 lechugas–.
La gira continuó hacia dos proyectos de agricultura protegida, el primero de una familia de apellido Camacho. Las variaciones climáticas en la zona recomendaron este tipo de agricultura, aunque el alto costo de construir un invernadero obligó a los agroempresarios a orientarse por un tipo de vivero llamado “zancudo”, que es más modesto y ventilado, pero cuyos resultados han demostrado su utilidad.
Al estar construido a manera de paraguas, de forma que el plástico solo cubre la parte superior de la estructura, quedando el resto descubierto y ventilado, no se presenta el sobrecalentamiento de los invernaderos en el trópico y se convierte en una estructura ideal para evitar la caída directa de la lluvia. Para los propietarios, la construcción del vivero significó un aumento en el rendimiento del 25%, siendo equiparable –y en ocasiones mejor— que aquella efectuada bajo el sistema de invernaderos cerrados a un costo mucho menor (la inversión del vivero “zancudo” ronda los US$20 mil dólares, mientras que los invernaderos alcanzan los US$300-US$400 mil dólares).
El último proyecto visitado fue un vivero de plántulas, conformado por varios invernaderos que impiden la entrada de plagas, cumpliendo así con estándares fitosanitarios internacionales.
De esta manera, tanto el Ministro Setrowidjojo, como el Secretario Permanente del Breinburg lograron conocer no solo el trabajo del IICA y las posibles sinergias de cooperación entre el Instituto y el Ministerio, sino que también aprendieron sobre métodos de producción que podrían ser replicables en su país y que podrían ayudarlos a cumplir la meta de convertirse en la principal fuente de alientos del Caribe.
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