Manual procura facilitar el acceso a la información, el entrenamiento y la capacitación de los profesionales del sector agrícola de América Latina y el Caribe.
Montevideo, 9 de enero, 2015 (IICA). ¿Cómo se usa la tecnología GPS en la agricultura? ¿Por qué utilizar satélites para el mapeo? ¿Cómo medir los beneficios económicos de la agricultura de precisión? Estas y otras preguntas las responde un nuevo manual, publicado por el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario y Agroindustrial del Cono Sur (PROCISUR).
El Manual de Agricultura de Precisión fue editado por PROCISUR (cuya Secretaría Ejecutiva gestiona el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura –IICA–) en el marco de la Plataforma de Uso de Tecnologías Emergentes. Con el libro, el Programa pone en un contexto simple los conocimientos y avances que hay en este conjunto de nuevas tecnologías emergentes en la agricultura.
La presentación de la publicación, realizada en diciembre en Montevideo, Uruguay, estuvo a cargo de Evandro Chartuni Mantovani, investigador de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) y editor de la publicación. Contó con los comentarios del exdecano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, Fernando García Préchac.
“El objetivo del manual es demostrar que la agricultura de precisión puede fortalecer la sustentabilidad social, ambiental y económica de todos los productores de la región”, explicó Chartuni.
Agregó que la demanda de alimentos como consecuencia del crecimiento de la población mundial requerirá de tecnologías como la agricultura de precisión para aumentar su productividad.
El control en la aplicación de químicos para usar solo la cantidad requerida, que implica también la adecuación de los recursos económicos en los costos de producción, se puede lograr a través de mapas programados y eso está sucediendo en la región, explicó el especialista.
Una vez que se desarrollan los mapas de productividad, los cuales entregan datos precisos, es necesario convertirlos en información valiosa para luego tomar decisiones e implementar las acciones indicadas en la agricultura de precisión. Este proceso es tratado de manera sistemática a lo largo de los tres capítulos de la publicación.
De acuerdo con el investigador de EMBRAPA, en la agricultura de precisión “todos los días hay una innovación”, como por ejemplo el uso de los vehículos aéreos no tripulados (conocidos como drones).
Es por ese motivo que el manual cumple también con actualizar los conocimientos ya desarrollados en el libro Agricultura de Precisión: Integrando conocimientos para una agricultura moderna y sustentable, publicado en 2006 por PROCISUR.
García Préchac, exdecano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, explicó que existe todo tipo de tecnologías para obtener datos, pero aún cabe preguntarse si esta información es utilizada de forma adecuada.
Añadió que aumentar la productividad es todavía un desafío. “No solo se trata de la productividad en el sitio sino en lo que impactamos fuera del sitio, sobre todo en las aguas”, manifestó.
“Sabemos que hacia adelante la tecnología que se va a desarrollar nos va a sorprender y nos va a solucionar problemas que aún no son solucionables”, aseguró García Préchac.
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