La preservación de información genética de seres vivos es de gran relevancia para solventar la creciente necesidad mundial de alimentos y desarrollar mecanismos de adaptación y mitigación del cambio climático, de acuerdo con este programa de investigación respaldado por el IICA.
Quito, Ecuador, 25 de noviembre, 2011 (IICA). Con la capacitación a especialistas sobre el manejo del GRIN-Global, un sistema internacional para la documentación de los bancos de germoplasma de plantas, el programa de investigación y tecnología agropecuaria de Canadá, Estados Unidos y México (PROCINORTE) contribuye al resguardo de la agrobiodiversidad de esa región y los países mesoamericanos (entre ellos, Centroamérica).
A través de NORGEN, la red norteamericana de gestión de recursos genéticos, PROCINORTE también procura fortalecer la colaboración con otras redes y bancos genéticos del hemisferio, indicó su secretaria ejecutiva, Priscila Henríquez.
Esta labor es relevante, acotó, pues las características genéticas de plantas y animales son básicas para el mejoramiento de especies de importancia agrícola y pueden contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático, así como para la satisfacción de la necesidad mundial de más y mejores alimentos.
El coordinador de NORGEN y Director del Centro Nacional de Recursos Genéticos de México (CNRG), Fernando De La Torre Sánchez, explicó que GRIN-Global proporciona a los investigadores una herramienta de manejo de información muy poderosa, flexible y fácil de usar, con la que los países pueden aumentar su capacidad para administrar e intercambiar datos básicos de los bancos de germoplasma.
A inicios de noviembre, en el CNRG, fueron capacitados en el uso del GRIN-Global 25 curadores de germoplasma mexicanos, más tres de Belice, Ecuador y Canadá. Los bancos de germoplasma son parte de las estrategias de los científicos para conservar la diversidad genética de plantas, animales y microorganismos, en tanto que GRIN-Global permite compartir información para su mejoramiento.
De La Torre participó en el VIII Simposio Internacional de Recursos Genéticos para América Latina y el Caribe (SIRGEALC), efectuado este mes en Ecuador, donde presentó una estrategia hemisférica apoyada por NORGEN para la conservación y uso de la agrobiodiversidad. Su ponencia tuvo el auspicio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El CNRG, en México, tiene una posición que lo aventaja para convertirse en el banco de recursos genéticos de Mesoamérica, de acuerdo con De La Torre, quien además indicó que de esta región (reconocida como megadiversa) surgieron cultivos de gran importancia para la seguridad alimentaria actual como el maíz, el frijol, el tomate, el chile y la calabaza.
El Centro posee tres áreas de conservación de germoplasma: de largo plazo, donde los recursos genéticos se mantienen a -20° Celsius; de mediano plazo, con temperatura de 4°C y 20% de humedad relativa; y de preservación in vitro de plantas y criopreservación en nitrógeno líquido (a muy bajas temperaturas) de esperma, oocitos, células embrionarias y microorganismos.
El sistema GRIN-Global fue desarrollado por el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA/ARS) y también ha sido adoptado por Canadá.
Priscila Henríquez, quien es especialista en gestión de innovación tecnológica del IICA, indicó que vía web el GRIN estadounidense ofrece información de más de medio millón de recursos genéticos de unas 13.000 especies, depositados en 21 bancos de germoplasma del USDA.
El sistema homónimo de Canadá (GRIN-CA) posee datos de más de 100.000 recursos genéticos, correspondientes a cerca de 850 especies.
La adopción del GRIN-Global en México, como herramienta para la documentación de los bancos de germoplasma de ese país, facilitará el intercambio de información y material genético con el resto del hemisferio, dijo Henríquez.
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