Comparten experiencias con científicos colombianos.
San José, Costa Rica, 27 de noviembre, 2009 (IICA). “Tradicionalmente en Costa Rica producimos yuca para consumo humano y no hemos contado con un paquete tecnológico como Dios manda, que nos ayude aumentar nuestra productividad que ronda apenas las diez y doce toneladas por hectárea”, aseguró Hans Homberger un mediano productor costarricense y director del consorcio CLAYUCA Costa Rica.
“En comparación con países como Brasil y Tailandia, donde la productividad por hectárea es de 25 a 30 toneladas en promedio nacional, nosotros producimos poco”, sostuvo Homberger, quien participó en la videoconferencia “Aprovechamiento de almidones de yuca en la producción de biocombustibles”, que se realizó este 27 de noviembre desde la Sede Central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en la localidad de Coronado.
Durante la actividad, académicos de la Universidad de Antioquia (UDEA) de Colombia, compartieron con los productores de yuca costarricenses, las últimas y más modernas investigaciones en aprovechamiento del tubérculo, que podrían convertirse en alternativas de producción y generación de ingresos.
“Estas son oportunidades que se pueden generar a partir de la yuca más allá de su cultivo para consumo humano. Nos interesa dar a conocer la experiencia de Colombia, donde se han desarrollado conocimientos sobre obtención de otros productos con alto valor agregado a partir del almidón de yuca, entre ellos el etanol”, aseguró el Coordinador Hemisférico del Programa de Agroenergía y Biocombustibles del IICA, Frederique Abreu.
En el encuentro se dieron cita miembros del Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Apoyo a la Investigación y Desarrollo de la Yuca (CLAYUCA Costa Rica), organización integrada por productores de pequeña y mediana escala de yuca de la Región Huetar Norte de Costa Rica y funcionarios regionales del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (MAG).
También forman parte de este consorcio representantes de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), la Universidad de Costa Rica (UCR), del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del recién creado Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología en Agroenergía de Costa Rica (PITTA – Agroenergía).
Por parte de la Universidad de Colombia participó el científico Alejandro Acosta Cárdenas de la Escuela de Microbiología, quien se hizo acompañar por miembros de su equipo de investigación conformado por los grupos de biotransformación, catálisis ambiental e investigación en manejo eficiente de energía.
Nuevos retos
Para Hans Homberger, “el sector tiene que hacer algo para mejorar sus prácticas, sus semillas y en general su manejo de germoplasma; porque necesitamos competir más allá del mercado de yucas comestibles”.
Según estimaciones del MAG correspondientes a junio de 2009, durante el primer trimestre de este año, las exportaciones de yuca costarricense han bajado un 4,83% (9,81 toneladas) con respecto al mismo período de 2008. Lo anterior representa un descenso en el valor de USD $897 mil dólares, correspondiente a un 6,13%.
“Si se quiere industrializar el sector, tenemos que incorporar nuevas variedades, porque hay diferencias que podemos salvar con tecnología. En mi finca, por ejemplo, una planta produce en promedio 6 ó 7 kilogramos, pero hay otras variedades que producen entre 25 ó 26 kilogramos de yuca industrial amarga, no buenas para comer, pero sí buenas por su alto contenido de almidón”, señaló Homberger.
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