Iniciativa ejecutada por el IICA y la UE busca mejorar la competitividad de esta cadena en la región, así como apoyar el desarrollo y la productividad de la agricultura familiar.
San José, 4 de mayo, 2016 (IICA). Variedades de yuca mejoradas con altos potenciales de rendimiento, capacidad de adaptación a condiciones climáticas y tolerancia a plagas y enfermedades, entre otras características, están introduciéndose en los países de Centroamérica y Panamá con el objetivo de ampliar la disponibilidad de material genético que permita a mediano plazo mejorar la competitividad de este cultivo.
La entrega de las variedades élite es fruto del Programa Regional de Investigación e Innovación por Cadenas de Valor Agrícola (PRIICA), una iniciativa ejecutada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Unión Europea (UE), con apoyo de los institutos nacionales de investigación agrícola (INIA). Fueron desarrolladas por el Centro Internacional en Agricultura Tropical (CIAT) y mediante la corporación CLAYUCA (con sede en Colombia) se logró su ingreso a los países.
Se trata de 50 plantas de 15 variedades distintas, para un total de 750 a partir de los cuales, los INIA podrán seleccionar las que mejor se adapten a nivel nacional para que los productores miembros de los Consorcios Locales de Investigación e Innovación Tecnológica (CLIITA) de Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, Panamá y Nicaragua, puedan cultivar y así mejorar sus rendimientos, su seguridad alimentaria y sus ingresos a mediano y largo plazo.
Estas acciones se realizan en el marco de la red regional de yuca impulsada en el marco del PRIICA con el apoyo de CLAYUCA y el CIAT para el posicionamiento del cultivo como alternativa económica y seguridad alimentaria.
De acuerdo con el coordinador del PRIICA, Miguel Altamirano, también se brindarán capacitaciones a los productores y técnicos sobre el manejo de las plantas, el incremento de la semilla, el establecimiento de ensayos de evaluación adaptativa y el manejo agronómico del cultivo; de manera que los actores de la cadena y los técnicos logren sacar el máximo provecho a la donación.
“Queremos que las acciones del PRIICA tengan sostenibilidad en los países, que no se detengan con la finalización de nuestro programa, por ello el apoyo de los INIA y los CLIITA es vital para dar continuidad a las acciones que estamos realizado en conjunto”, aseguró Altamirano.
Según Ana Dunnaway, de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA) de Honduras, una vez que se realicen las investigaciones del comportamiento y adaptación de los materiales a las condiciones agroecológicas y se verifique la aceptabilidad de los materiales, esta será una solución tecnológica factible que los productores podrán utilizar en sus fincas.
“La introducción de nuevos materiales al país es el principio de un gran proyecto ya que este cultivo tiene una gran importancia en la dieta del hondureño por ser fuentes de alimentos de bajo costo para la salud y nutrición”, aseguró Dunnaway.
Se espera que el proceso de entrega y capacitación termine en el primer semestre del año. Según el especialista del PRIICA, Allan Meneses, los primeros resultados de las validaciones se podrían esperar para el 2017.
Más información: miguel.altamirano@iica.int