Se requiere el compromiso de los sectores agrícola, de salud y ambiental, entre otros, para afrontar los desafíos sanitarios de un mundo globalizado, de acuerdo con especialistas del IICA.
San José, Costa Rica, 18 de noviembre, 2013 (IICA). El crecimiento poblacional, el aumento del comercio internacional y los impactos del cambio climático sobre el ambiente, entre otros factores, ponen en riesgo la sanidad agropecuaria y esto podría afectar la salud pública, por lo que se requieren abordajes integrales de prevención y control de enfermedades, afirmaron expertos en la materia convocados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
En el foro técnico Un mundo, una salud, transmitido desde la sede central del IICA en Costa Rica al resto del hemisferio, se concluyó que es necesario el trabajo intersectorial para diseñar estrategias que contemplen al mismo tiempo la salud humana y la de plantas y animales, dentro de un ambiente sano.
“Desde el punto de vista de la sanidad agropecuaria, manejar el riesgo de enfermedades e infecciones implica el compromiso de todos los sectores, sea agrícola, de salud o ambiental, así como de las agencias internacionales”, consideró el gerente del Programa de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de Alimentos (SAIA) del Instituto, Robert Ahern.
“Una salud” es un concepto colaborativo, explicó la coordinadora de proyectos de la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), Susan Corning. “Es una llamada a la colaboración mundial. Los países dependen entre sí del éxito de las campañas contra las zoonosis, pues un brote en una nación puede poner en riesgo a todo el mundo”, manifestó.
Las zoonosis son enfermedades animales que pueden transmitirse a las personas. De acuerdo con Corning, cerca del 60% de los patógenos (agentes que causan enfermedades) que afectan a los seres humanos son de origen animal, entre los se pueden mencionar la rabia y la influenza aviar.
Además del desarrollo de mecanismos de trabajo conjunto entre sectores para prevenir y responder a las enfermedades que atentan contra la sanidad agropecuaria y la salud pública, la especialista de OIE destacó que debe existir una buena comunicación del riesgo que involucre a todas las partes pertinentes, como la base para tomar decisiones atinadas.
Luis Carlos Villamil, investigador de la Universidad de La Salle, de Colombia, afirmó que la salud no es solo la ausencia de enfermedades, sino un fenómeno social que implica bienestar físico, mental, socioeconómico y ambiental.
“Por esta razón también se deben encarar situaciones como la pobreza, la destrucción del ambiente, la falta de acceso al agua potable, la carencia de empleos, la violencia y hasta la inseguridad vial, como factores riesgo para la salud”, dijo Villamil.
La especialista en SAIA del IICA, Alejandra Díaz, expresó que el Instituto impulsa esta visión integral de la salud mediante la promoción del desarrollo rural territorial, que pretende aumentar la calidad de vida de los territorios rurales con base en la equidad, la inclusión social, el empoderamiento y el respeto a su identidad –y diversidad– cultural.
A partir de la gestión territorial, se parte a niveles más amplios. “Para hacer frente a los desafíos sanitarios hay que asumir una mentalidad de interdependencia, reconocer que todos formamos parte de un sistema biológico más grande”, aseveró Díaz.
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