El 1er. Foro de Ministras y Viceministras de Agricultura de las Américas servirá para proponer políticas concretas que favorezcan el desarrollo sostenible de los sistemas agroalimentarios a través del reconocimiento a la crucial contribución de las mujeres rurales. Organizado por el IICA, el Foro fue lanzado por Ministras y Viceministras de 12 países.
Roma, 26 de julio de 2021 (IICA). En el marco de la Pre-Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, inaugurada este lunes en Roma, quedó constituido el 1er. Foro de Ministras y Viceministras de Agricultura de las Américas, una instancia que tendrá como misión perfeccionar políticas públicas y visibilizar el lugar protagónico que las mujeres cumplen en el desarrollo rural, favoreciendo el reconocimiento pleno de sus derechos.
El lanzamiento, al que asistieron Ministras, Secretarias y Viceministras de 12 países de las Américas, constituyó un paso clave en la institucionalización de un espacio cuya finalidad es proponer políticas concretas que favorezcan el desarrollo sostenible de los sistemas agroalimentarios a través del reconocimiento a la crucial contribución que las mujeres rurales del continente hacen a la erradicación de la pobreza extrema y el hambre.
La reunión en la que se constituyó el Foro fue convocada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y se realizó en la Embajada de Brasil en Roma, en coincidencia con la primera jornada de la Pre-Cumbre sobre Sistemas Alimentarios, que tiene lugar hasta el 28 de julio en la capital italiana.
Entre las participantes estuvieron Samantha Marshall, Ministra de Agricultura y Pesca de Antigua y Barbuda; Tereza Cristina, Ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil; María Emilia Undurraga, Ministra de Agricultura de Chile; Tanlly Vera, Ministra de Agricultura y Ganadería de Ecuador; Jewel H. Bronaugh, Subsecretaria de Agricultura de los Estados Unidos, y Natasha Kim, Viceministra Adjunta de Agricultura y Agroalimentación de Canadá.
También asistieron Martha Lucía Rodríguez Lozano, Viceministra de Desarrollo Rural de Colombia; Lily Pacas, Viceministra de Agricultura y Ganadería de El Salvador; Judith Ordóñez, Subsecretaria de Ganadería de Honduras; Bettina Aguilera Paniagua, Viceministra de Agricultura de Paraguay; María Isabel Remy Simatovic, Viceministra de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario de Perú y Miriam Guzmán, Viceministra de Desarrollo Rural de República Dominicana.
Unos 58 millones de mujeres viven en las zonas rurales de América Latina y el Caribe y son responsables del 80% de la producción de alimentos, pero su trabajo está subregistrado y apenas el 10% tiene acceso al crédito y sólo el 5% a programas de asistencia técnica.
La presentación del Foro, cuya primera reunión llevó el título “Las mujeres al frente de la transformación de los sistemas agroalimentarios”, estuvo a cargo del Director General del IICA, Manuel Otero, junto a la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan.
Las ministras y viceministras participantes manifestaron su interés en que el Foro se constituya en un espacio de diálogo e intercambio de información para compartir experiencias de gestión en acceso al crédito, disponibilidad de nuevas tecnologías, tenencia y propiedad de la tierra y otras cuestiones en las que las mujeres rurales de las Américas –quienes realizan un aporte decisivo a la seguridad alimentaria regional y global- han sido históricamente postergadas.
“Debemos discutir políticas públicas e intercambiar información para ayudar a las mujeres rurales en nuestro continente. Estamos viviendo un ciclo de profundas transformaciones en nuestra sociedad y el papel de la mujer como agente de cambio es cada vez más evidente. El empoderamiento femenino es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria global”, dijo la ministra brasileña Tereza Cristina.
Su colega Tanlly Vera detalló que pobreza, inseguridad alimentaria, desempleo y falta de protección social figuran entre los desafíos que enfrenta la mujer rural. “Ha llegado el momento –anunció- de reconocer y visibilizar el papel que desempeñamos en el campo. Podemos aportar mucho para erradicar el hambre y la pobreza y reducir las desigualdades”.
Por su lado, la ministra Marshall hizo hincapié en las desventajas que enfrentan las mujeres con respecto a los hombres y exhortó a trabajar en la pospandemia de Covid-19 para cambiar esa realidad: “Necesitamos formar a nuestras mujeres para fortalecer las capacidades”.
Para María Emilia Undurraga, la variedad de rubros en los que trabajan las mujeres en el sector rural refleja su heterogeneidad y su riqueza. “Estamos conectados con el bienestar de toda la población, especialmente de los habitantes de las ciudades. Por eso es fundamental acortar las brechas entre el campo y los sectores urbanos”, afirmó.
En Canadá, la proporción de mujeres que trabajan en agricultura ha aumentado en las últimas décadas, dijo a su turno Natasha Kim, quien explicó que remover las barreras que ellas enfrentan para acceder a los mercados o a las cadenas de valor sigue siendo una tarea pendiente.
La subsecretaria Bronaugh coincidió en que las mujeres cumplen actualmente un papel central en la agricultura y consideró que se debe asegurar que estén “en las posiciones de liderazgo. Tenemos que pavimentar el camino para que las mujeres jóvenes que nos miran a nosotras ocupen más lugares en la mesa de decisión”.
La viceministra dominicana subrayó que las mujeres trabajan en las zonas rurales pero a la hora del reparto de las ganancias no reciben el mismo dinero y abogó por una distribución más equitativa. La colombiana Rodríguez hizo hincapié en que es necesario plantear un enfoque diferenciado para que las mujeres rurales tengan mayor acceso al crédito.
“Debemos velar para que las mujeres se les pague el precio justo. La transparencia de las cadenas productivas es fundamental”, señaló, por su lado, desde El Salvador, la viceministra Pacas. En tanto, la subsecretaria hondureña Ordóñez, hizo una defensa de la capacidad de administración de las mujeres: “Cuando una mujer se le presta, ella hace mejor uso de ese dinero”.
Más de la mitad de los alimentos son producidos por mujeres en las Américas, explicó Rebeca Grynspan, quien dejó en claro que las mujeres no son vulnerables. “No hay –dijo- una vulnerabilidad intrínseca; hay una vulneración de derechos. Lo que necesitamos es que nos vean en nuestra capacidad transformadora del mundo rural y de la sociedad”.
Grynspan reclamó que se deje de pensar al mundo rural con la mentalidad del siglo XX y que las mujeres tengan acceso a la tierra y al crédito. “En la post pandemia necesitamos una ruralidad distinta para ir a una nueva normalidad, más incluyente y mejor”, sentenció.
La importancia de la constitución del foro de Ministras y Viceministras de las Américas en coincidencia con la realización de un evento global en el que se está discutiendo el futuro de los sistemas agroalimentarios en el mundo fue el dato que eligió resaltar en su intervención Manuel Otero.
El Director General del IICA hizo un repaso de las estadísticas que reflejan la invisibilidad y la vulneración de los derechos que sufren las mujeres rurales en el continente y ratificó el compromiso del Instituto con el empoderamiento de las mujeres y su participación plena en los procesos productivos con igualdad de derechos.
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