El Banco Mundial lidera una iniciativa que busca asegurar que los sistemas agrícolas y alimentarios de ALC conduzcan al crecimiento inclusivo, generen empleos y contribuyan a alimentar a parte de la población mundial de manera sostenible, nutritiva y segura.
San José, 21 de febrero de 2019. Líderes del agro se reunieron en Costa Rica esta semana para identificar oportunidades y amenazas que podrían afectar los sistemas alimentarios y agrícolas en América Latina y el Caribe (ALC).
El taller congregó a formuladores de políticas, investigadores y representantes de grupos de productores, empresas de agronegocios, organizaciones de la sociedad civil y agencias de desarrollo, para examinar escenarios futuros probables e identificar acciones que podrían emprenderse para facilitar el surgimiento de sistemas agrícolas y alimentarios dinámicos, productivos y modernos. Los hallazgos del taller servirán de insumos para un importante informe sobre el futuro de los sistemas agrícolas y alimentarios en ALC.
“Los resultados de este taller se utilizarán para dar forma a los mensajes clave del informe y para garantizar que los mensajes del informe sean pertinentes para una amplia gama de actores y socios clave”, dijo Michael Morris, economista agrícola principal del Banco Mundial.
El propósito del informe es mejorar la comprensión de las oportunidades de transformación que ofrecen los sistemas agrícolas y alimentarios de ALC para contribuir al crecimiento, el empleo y la seguridad alimentaria, al tiempo que se mantienen las dotaciones de capital natural en los ámbitos mundial y local. Su elaboración recae en una alianza liderada por el Grupo del Banco Mundial, en la cual participan el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), McKinsey & Company (McKinsey) y The Nature Conservancy (TNC).
Sobre la base de los resultados de trabajos analíticos anteriores, los participantes del taller construyeron una serie de escenarios futuros que reflejaban diferentes combinaciones de factores impulsores como el cambio climático, los cambios en las dietas humanas, el surgimiento de tecnologías disruptivas y el aumento de la escasez de tierras agrícolas y agua para riego. Luego de elaborar una descripción detallada de cada escenario y de imaginar sus impactos en el crecimiento, la pobreza, la seguridad alimentaria y el medio ambiente, los participantes identificaron las acciones necesarias para salvaguardar el desempeño de los sistemas agrícolas y alimentarios en cada uno de los escenarios, si estos se hicieran realidad. Algunas de las acciones están diseñadas para protegerse contra riesgos potencialmente catastróficos, otras para permitirles a los actores clave aprovechar las oportunidades que podrían surgir y otras, conocidas como “grandes apuestas”, para alterar la trayectoria de todo el sistema agrícola y alimentario.
Durante el evento celebrado el 19 de febrero, los participantes llegaron al consenso de que ALC puede desempeñar un papel fundamental para contribuir a la seguridad alimentaria mundial y para generar servicios ambientales de importancia en el ámbito global. En sus comentarios, Eugenio Díaz-Bonilla, jefe del Programa de América Latina y el Caribe del IFPRI, enfatizó que es vital gestionar el desarrollo de sistemas agrícolas, rurales y alimentarios de una manera que permita equilibrar los objetivos del crecimiento inclusivo, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad.
El anfitrión de la actividad y director general del IICA, Manuel Otero, destacó el papel que la agricultura de ALC desempeña en el mundo. “La agricultura está en nuestro ADN, y depende de nosotros aprovechar la oportunidad de convertirnos en garantes de la seguridad alimentaria mundial”, dijo.
Desde una perspectiva de largo plazo, el informe, que se espera que esté listo a fines de 2019, analiza las acciones requeridas, tanto hoy como en los próximos años, para garantizar que los sistemas agrícolas y alimentarios de ALC conduzcan al crecimiento inclusivo, generen empleos y contribuyan a alimentar a unos 9500 millones de personas en todo el mundo en 2050 de una manera sostenible, nutritiva y segura.
Más información:
Washington
Flore de Preneuf
Oficial Superior de Comunicaciones, Banco Mundial
San José
IICA – Unidad de Comunicación Social e Institucional