
Buenos Aires, 7 de agosto de 2025 (IICA) – Una nueva narrativa que refleje el verdadero valor de la agricultura como parte de la solución a los desafíos globales debe ser una construcción colectiva que incluya a gobiernos, producción e industria y entienda las necesidades de los consumidores, dijeron referentes internacionales ante un público masivo, en el Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), en Buenos Aires.
Se trató de un panel de alto nivel que AAPRESID –entidad que es referencia regional y mundial en producción y conservación del ambiente- organizó en alianza estratégica con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El congreso, de tres días de duración, pone en debate los temas clave del futuro de la agricultura, vinculando ciencia y producción con foco en los escenarios de innovación.
Es el segundo año consecutivo que el IICA tiene una participación destacada en este evento, uno de los más importantes del año para el sector agropecuario en América Latina.
“Construyendo una nueva narrativa: el futuro de la agricultura y los sistemas agroalimentarios de las Américas”, fue el título de la discusión, que fue una invitación a pensar en cómo se construye una mirada más real de la actualidad de la agricultura y hacia dónde se proyecta.
Jack Bobo, Director Ejecutivo del Instituto Rothman para Estudios sobre la Alimentación de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA); Kip Tom, vicepresidente de Política Agrícola del centro de pensamiento America First Policy Institute (AFPI) y ex embajador de Estados Unidos ante las agencias de la ONU en Roma; Walter Baethgen, Investigador Senior en la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia; Marcelo Torres, Presidente de AAPRESID; y Manuel Otero, Director General del IICA, fueron los expositores.
Tras el panel, Otero recibió plaquetas de reconocimiento por su labor al frente del IICA de parte de AAPRESID y de FONTAGRO, fondo que financia proyectos innovadores en la agricultura de América Latina y el Caribe.
La distinción de FONTAGRO fue entregada por su presidente, Nicolás Bronzovich, quien también conduce el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, y señala que el apoyo constante de Otero ha sido fundamental para impulsar iniciativas que promueven la innovación y la sustentabilidad en el sector.
La plaqueta de AAPRESID reconoce el compromiso del Director General del IICA con el desarrollo sustentable de la agricultura continental, el diálogo y la integración regional y fue entregada por el presidente Marcelo Torres.
Contra la desinformación y la polarización
“Hoy la narrativa que existe sobre la agricultura nos divide y nos hace todo más difícil, porque se la presenta como una actividad que usa el 40% de la tierra y el 70% del agua dulce del planeta y, a pesar de ello, 800 millones de personas se van a la cama con hambre cada día. Por eso mucha gente piensa que la agricultura es un problema”, dijo Jack Bobo.
El experto en sistemas alimentarios sostenibles consideró que –en tiempos donde están extendidas la desinformación y la polarización- la distorsión en la imagen de la agricultura solo puede ser resuelta a través de la colaboración entre los distintos actores.
“Hay que explicar a la gente –dijo- que la historia de la agricultura es una historia de éxito y entusiasmarla con la innovación. Hoy la expectativa de vida es más alta que en el siglo XIX en todos los países del mundo y eso es gracias a que existe mejor alimentación y mejor nutrición. Si bien es inaceptable que aún hoy haya 800 millones personas con hambre, eso es el 10% de la población mundial, cuando la proporción llegaba al 30% hace 30 años”.
“No es que las cosas están mal y yendo peor, sino que están mejorando y van continuar haciéndolo, aunque no tan rápido como se necesita”, concluyó.
Kip Tom sostuvo que la seguridad alimentaria es esencial para la seguridad nacional y también para el cuidado de la democracia de los países.
“Cuando los suelos son resilientes –reflexionó-, la gente está bien alimentada y la democracia prospera. Una nación que no puede alimentarse no puede defenderse. Cada cosecha es un escudo para el país contra la dependencia externa”.
Tom agregó que las Américas como región tiene una gran oportunidad en la producción de alimentos: “Necesitamos aumentar la productividad y la eficiencia, como así también reducir la dependencia de insumos importados y asegurar que el mundo demande nuestros productos. El hemisferio occidental debe fortalecerse a través de la agricultura”.
Walter Baethgen consideró que hoy la agenda ambiental global la define la Unión Europea y eso debe cambiar: “La definición tiene que ser global, a partir de acciones coordinadas a nivel político y diplomático y con evidencias científicas contundentes. Por eso es tan importante el rol del IICA”.
Baethgen dijo que América Latina tiene una enorme riqueza de recursos naturales y el desafío es usarlos de manera sostenible y contárselo a la gente que vive en las ciudades, alejada de los procesos de producción.
En cuanto al potencial de la agricultura, dijo que los suelos son un arma formidable de conservación ambiental: “Almacenan 860 gigatoneladas de carbono. Si logramos aumentar esa cantidad en solo un 0,4% estaríamos compensando el 70% de las emisiones totales a la atmósfera, que en tres cuartas partes son generadas por la quema de combustibles fósiles”.
“Estamos en un contexto muy desafiante. Hay cada vez más sequías prolongadas, inundaciones y temperaturas extremas; estamos amenazados porque la sociedad apunta al sector agropecuario como parte del problema y no de la solución; existe un desinterés creciente de los jóvenes por ser parte de la actividad agropecuaria; la solución parece ser correr cada vez a la agricultura más lejos de las sociedades, que son mayoritariamente urbanas”, dijo, a su turno, Marcelo Torres.
El presidente de AAPRESID enfatizó que el productor debe ser protagonista de los cambios e involucrarse en los procesos de innovación. “El productor que está aislado en su campo y no conecta con otros productores o con la ciencia y la tecnología está condenado. La agricultura tiene un gran futuro pero tenemos que aprovechar esta crisis para repensarla”, advirtió.
Manuel Otero exhortó a trabajar con todos los actores, asumir que la nueva narrativa es una construcción colectiva y entender la psicología del consumidor.
“Estoy convencido de que la agricultura en las Américas a veces padece de falta de autoestima. Tenemos que creer más en nosotros mismos y para ello necesitamos una nueva narrativa que explique que la agricultura ha sido y es fundamental para el desarrollo del continente. Representamos cerca del 23% de la producción agrícola global, por lo que somos los garantes de la seguridad alimentaria y también de la sostenibilidad ambiental del planeta. Estamos llamados a ser protagonistas y esto tenemos que decirlo con fuerza”, sostuvo.
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