El IICA participó de un encuentro para intercambiar ideas y experiencias sobre cómo garantizar alimentos más seguros y nutritivos para la población mundial impulsado por la Red Global de Jóvenes por una Agricultura Climáticamente Inteligente (CSAYN por sus siglas en inglés), que tiene su sede en África.
San José, 13 de mayo de 2021 (IICA) – El mundo se encuentra en un camino irreversible hacia una agricultura más sustentable, que garantice la seguridad alimentaria y al mismo tiempo favorezca la inclusión social, genere menor impacto ambiental y brinde oportunidades para los habitantes de las zonas rurales, especialmente mujeres y jóvenes.
En esas ideas se centró el Diálogo titulado “Victory Gardens como un modelo para mejorar la seguridad alimentaria y la agricultura sensible a la nutrición”, en el que participaron distintas organizaciones, especialistas y activistas de distintos países y que fue organizado como una preparación rumbo a la Cumbre Mundial sobre Sistemas Alimentarios 2021, convocada por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
El encuentro, que reunió a representantes de distintos continentes y contó con la participación del IICA, fue impulsado por Ntiokam Divine, fundador y director de la Red Global de Jóvenes por una Agricultura Climáticamente Inteligente (CSAYN, por sus siglas en inglés).
CSAYN tiene sede en Camerún y está formada por voluntarios basados en África, Asia, Estados Unidos y Europa que trabajan para crear conciencia entre jóvenes y grupos vulnerables sobre la importancia de una agricultura que sea parte de la solución en el combate al cambio climático.
El modelo conocido como “Victory Gardens” surgió durante la Primera Guerra Mundial, cuando se produjo una severa crisis alimentaria en Europa y los estadounidenses fueron llamados a cultivar vegetales y frutas en sus propios jardines y tierras ociosas, de manera que quedaran disponibles más alimentos para exportar al continente europeo.
El espíritu de los Victory Gardens es promovido actualmente, entre otras organizaciones, por la Fundación para la Construcción de Comunidades Sustentables (FBSC, por sus iniciales en inglés). “Se trata de un modelo que ha sido probado durante 100 años para atender la cuestión de la seguridad alimentaria y desarrollar la capacidad de la gente para cultivar alimentos”, explicó Joan Kerr, creadora y presidenta de la FBSC, basada en Canadá.
“Es un camino para producir más alimentos y más saludables, al mismo tiempo que nos ocupamos de la mitigación y adaptación al cambio climático. Queremos que la gente se preocupe por el valor nutricional de sus alimentos y por la salud del suelo donde se cultivan. Impulsamos el consumo de alimentos locales, de manera que se establezcan vínculos entre las personas que consumen y las que producen”, agregó Kerr.
Priscila Zúñiga, especialista de Cooperación Técnica Internacional del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se refirió a los numerosos desafíos que se le presentan a la producción de alimentos de cara al futuro, tanto en la dimensión social como la ambiental y la económica. “La pobreza en el sector rural prácticamente duplica a la de las zonas urbanas en América Latina y el Caribe”, señaló.
Zúñiga también puso el acento en la importancia de incorporar plenamente las nuevas tecnologías para transformar la forma en que se producen los alimentos. “Las herramientas digitales –dijo- facilitan el acceso al conocimiento, otorgan el poder de la información y sirven para monitorear la producción”.
La especialista del IICA consideró también que se debe trabajar para reducir la brecha digital que perjudica a los pobladores rurales con respecto a quienes viven en ciudades. Sostuvo, además, que la agricultura digital debe ser incorporada de manera inclusiva, “de manera que logremos modos de producción más eficientes y nadie sea dejado atrás”.
El IICA integra la Red de Campeones de Cumbres –constituida por un conjunto de individuos y organizaciones comprometidas con sus objetivos- como representante de los sectores agrícola y rural de América del Norte, América Latina y el Caribe.
La Cumbre global fue convocada por la ONU para sensibilizar a la opinión pública mundial y entablar compromisos y medidas globales que transformen los sistemas agroalimentarios, no solo para erradicar el hambre, sino también para reducir la incidencia de las enfermedades relacionadas con la alimentación y contribuir a la conservación ambiental.
Oliver Oliveros, Coordinador de la Red de Campeones de la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021, afirmó que el encuentro global servirá “para reconstruir los sistemas alimentarios, con énfasis en el acceso a alimentos seguros y nutritivos para todos. Hay hambre aunque se produce suficiente comida y la pandemia de Covid-19 hizo los problemas más visibles”.
“La alimentación es una parte fundamental de nuestras vidas, ya que no sólo es una necesidad sino también es un elemento fundamental de nuestras culturas, nuestras familias y nuestras sociedades. Tenemos que esforzarnos para realizar la transformación que el mundo necesita”, dijo Oliveros.
Jane Lowicki-Zucca, Asesora de Juventud de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) afirmó que “muchos puestos de trabajo pueden ser generados por la agricultura y millones de jóvenes pueden capitalizar las oportunidades que generen los mercados agroalimentarios”. En ese sentido, reclamó que los jóvenes sean apoyados por organizaciones estatales y privadas para liderar sus propios emprendimientos, lo que resulta especialmente crítico en las áreas con poblaciones vulnerables.
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