Técnica científica resulta estratégica para la conservación de los recursos fitogenéticos tropicales en países en vías de desarrollo.
San José, Costa Rica, 12 de julio, 2013 (IICA). En las últimas décadas se perdieron, por diferentes razones, recursos genéticos que son de gran importancia actual y futura para la seguridad alimentaria, y la tendencia sigue en aumento por lo que urge promover la conservación vegetal con las técnicas más modernas y económicas, sostiene la primera obra producida en español sobre crioconservación en América Latina y el Caribe (ALC).
El libro Crioconservación de Plantas en América Latina y el Caribe concentra las contribuciones científicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México y Perú, así como de dos organismos internacionales.
Esta obra es el resultado del trabajo conjunto entre el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD, por sus siglas en francés) y la Universidad Veracruzana de México.
La publicación cobra relevancia ya que América Latina y el Caribe alberga 9 de los 34 países identificados a nivel mundial como megadiversos, posee altos índices de plantas endémicas —aquellas que no se encuentran en otra parte del mundo—, y en ella tuvieron su origen numerosas especies cultivadas.
Con la pérdida de la diversidad genética, se pierden genes en forma irreversible con lo que se disminuye la capacidad para combatir plagas y enfermedades, así como para reducir los impactos del cambio climático, por lo que la conservación de la riqueza biológica vegetal a largo plazo se torna clave para la seguridad alimentaria de la humanidad.
“La conservación y el uso sustentable de los recursos genéticos constituyen imperiosas necesidades para asegurar la producción agroindustrial, enfrentar los retos ambientales y garantizar la propia existencia de la humanidad”, sostiene en la presentación del libro Víctor M. Villalobos, Director General del IICA.
Las técnicas criogénicas, que se fundamentan en el almacenamiento de material biológico preferiblemente a la temperatura del nitrógeno líquido (-196 °C), permiten conservar ese material sin alteraciones a largo plazo y presentan ventajas muy favorables en cuanto a la optimización de costos y procesos.
En 2010, de acuerdo con esta publicación, se estimó que en el mundo había 925 millones de personas con hambruna, y se proyecta que la población mundial seguirá aumentando hasta llegar a nueve mil millones de personas en el año 2050.
Se conoce, además, que el 60% de la población mundial se nutre básicamente de arroz, trigo, maíz y papa; y que cerca de 30 cultivos proveen el 95% de la energía que se adquiere de los alimentos.
En tal contexto, el libro califica como de crucial importancia mantener una elevada diversidad genética de esas plantas, para afrontar el creciente estrés ambiental y brindar a los agricultores e investigadores más oportunidades de mejorarlas y hacerlas tolerantes a condiciones desfavorables como la sequía, la salinidad, las inundaciones, el deterioro en la calidad de los suelos y las temperaturas extremas.
El documento, de 14 capítulos, busca ser un incentivo para la creación de una red temática que pueda contribuir significativamente a la capacitación de recursos humanos, a la divulgación de avances y a la aplicación de los conocimientos generados en esta materia, para el beneficio de la conservación a largo plazo de la abundante, y en algunos casos única, diversidad genética vegetal de ALC.
El libro se puede bajar de manera gratuita en la siguiente dirección:
http://repiica.iica.int/docs/b3099e/b3099e.pdf
Más información:
federico.sancho@iica.in
www.iica.int
www.diade-research.fr