El titular del FIDA, institución con 45 años de trayectoria bajo un mandato enfocado en eliminar la pobreza rural, asegurar la rentabilidad y la seguridad alimentaria rural mediante la movilización de fondos, explicó que han propiciado casi 200 proyectos en 28 países, con un enfoque particular en mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, invirtiendo más de 24.000 millones de dólares en asociación con gobiernos y el involucramiento del sector privado.
San José, 23 de abril, 2024 (IICA). Garantizar el acceso a recursos, tecnología, información y financiamiento es fundamental para que las comunidades rurales en América Latina y el Caribe (ALC) puedan afrontar con éxito los desafíos actuales y sigan robusteciendo sus aportes a la seguridad alimentaria, la conservación del ambiente, la reducción de la pobreza y la generación de empleo en el campo.
En esto hizo énfasis el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Álvaro Lario, en el marco del Primer Encuentro de Líderes Rurales de las Américas organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el que intercambió criterios con más 40 líderes de 21 países de todas las regiones del continente, sobre los retos que enfrentan para potenciar el desarrollo rural.
“Nosotros nos centramos exclusivamente en invertir en agricultura, en sistemas alimentarios, para que las comunidades rurales de todo el mundo puedan acceder a servicios financieros, insumos, información, tecnología, infraestructura, y mercados; y poder desarrollar al final la resiliencia y fortalecer su propio desarrollo en el campo”, comentó Lario.
El titular del FIDA, institución con 45 años de trayectoria bajo un mandato enfocado en eliminar la pobreza rural, asegurar la rentabilidad y la seguridad alimentaria rural mediante la movilización de fondos, explicó que han propiciado casi 200 proyectos en 28 países, con un enfoque particular en mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, invirtiendo más de 24.000 millones de dólares en asociación con gobiernos y el involucramiento del sector privado.
“Invertimos en esa población rural para capacitarles y poder aumentar su seguridad alimentaria, mejorar la nutrición de sus familias y aumentar sus ingresos, porque al final si queremos que la gente viva en las zonas rurales y que tengan vidas dignas, necesitamos que generen sus ingresos. Las mujeres, jóvenes y pueblos indígenas desempeñan un papel muy importante en el contexto de la identidad, de la preservación de los conocimientos tradicionales, de los derechos a la tierra, territorio, recursos, protección y sistemas alimentarios tradicionales”, dijo.
“Esto lo que les permite es liderar su propio desarrollo con la implementación de proyectos que apoyen esfuerzos de pequeños agricultores, pequeñas empresas rurales que generan empleo y mejoran la producción, la productividad, la alimentación de sus familias pero también vender los excedentes en los mercados, que muchas veces es uno de los problemas, el acceso a esos mercados”, acotó Lario.
En el encuentro organizado por el IICA, el presidente del FIDA reseñó acciones de la institución en diversos países de América Latina, como Brasil, Bolivia, Colombia, Honduras y México, y aseguró que “con el IICA queremos tener una relación en la cual podamos también apoyar en muchos de ellos desde el asesoramiento de gobiernos y también de la asistencia técnica. Actualmente nuestro portafolio tenemos impacto en más de medio millón de hogares rurales, lo cual se transforma en millones de personas. Este año básicamente vamos a aprobar proyectos por un monto de 900 millones de dólares”.
Lario resaltó que centran acciones en temáticas como la adaptación al clima y agua, clave para el desarrollo de los territorios rurales y para evitar migraciones forzadas que desencadenan otra serie de retos sociales.
“Lo que queremos es construir comunidades rurales prósperas, que al final creen buenos empleos, alimentos nutritivos, y este diálogo del IICA con los Líderes de la Ruralidad de las Américas es un paso para escuchar, intercambiar ideas, aprender unos de otros, ver cuáles son las lecciones que podemos aprender y construir redes al final”, concluyó el titular del FIDA.
En el encuentro con los Líderes de la Ruralidad, Lario presentó tres ejemplos de proyectos realizados, uno en Bolivia sobre resiliencia climática en el cultivo tradicional de llamas y de alpacas, otro en el sur del estado de Oaxaca, en México, de capacitación a jóvenes productores indígenas en el cultivo de abejas y la promoción del turismo, y en Colombia donde se trabaja con 2000 jóvenes en 70 municipios y para una política nacional sobre la juventud rural.
Además, algunos Líderes apoyados por el FIDA contaron parte de su experiencia y cómo ese apoyo financiero les ayudó a catapultar sus proyectos y les permitió apuntalar el desarrollo rural en sus comunidades rurales.
“Fuimos un proyecto apoyado en su inicio por FIDA cuando nadie lo conocía y eso nos catapultó. Nos donó una planta empacadora de piña que nos ayudó a llevar nuestro producto hasta Emiratos Árabes Unidos”, contó Joelin Santos, presidente de la Asociación de Productores de Piña de Monte Plata en República Dominicana, que hoy tiene más de 400 productores.
“Cuando concebimos el proyecto no pensamos que fuésemos a necesitarla para poder vender la piña, FIDA, quien fue nuestro padrino en ese momento sí, y eso hizo que todo el mundo, gobierno y otras autoridades se fijara en nosotros”, agregó.
En tanto, Francisca Neri, que funge como Secretaria de Agricultura Familiar del municipio de Betânia, del estado de Piauí al nordeste de Brasil, y que integra el consejo de administración de la cooperativa local COOVITA, ahondó en lo vivido con Viva el Semiárido, un proyecto del gobierno estatal implementado por el IICA con recursos del Fondo Internacional de Desarrollo Agropecuario (FIDA) y del Gobierno de Piauí.
“Renací con el proyecto, una chica de 17 años que no tenía luz, que no sabía qué iba a hacer con su vida, se unió a una asociación de criadores de ovejas y cabras gracias a un proyecto del FIDA que se llevó a cabo en la región semiárida, que fue un gran éxito en mi estado, que cambió la vida de muchas mujeres y jóvenes. Allí, 450 familias se vieron positivamente beneficiadas”, mencionó Nery.
“Pudimos transformar nuestras vidas, criar nuestro ganado con dignidad, dar dignidad a nuestras asociaciones Hemos podido producir más, con calidad y comercializar. Todo ello gracias a los proyectos del FIDA que han llegado al interior de Brasil, donde mucha gente no cree que sea fértil, y es una de las tierras más fértiles que conozco en el mundo”, sentenció.
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