El IICA y el Departamento de Agricultura de los EE.UU. pusieron sobre la mesa las ventajas e implicaciones que puede tener esta ciencia en los sectores de la economía.
San José, 5 de abril, 2016 (IICA). Especialistas de Estados Unidos, México, Brasil y Europa compartieron, con tomadores de decisión de América Latina y el Caribe (ALC), las bases de la biología sintética (SYNBIO) y las ventajas que puede traer al desarrollo del agro, la industria, el ambiente y la salud, en un encuentro organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
De manera virtual y presencial, representantes de más de 20 países del hemisferio occidental fortalecieron sus conocimientos y capacidades en este tema, lo que se espera que facilite el entendimiento de las discusiones nacionales e internacionales que se desarrollan en la actualidad.
“La biología sintética es una rama interdisciplinaria de la biología que diseña y construye sistemas biológicos; sus usos potenciales pueden ser enormes y aplicarse en diferentes campos. Como sus aspectos regulatorios aún están en discusión, creemos fundamental la realización de este tipo de encuentros para facilitar la comprensión y la comunicación entre los países”, aseguró el especialista del IICA en Biotecnología y Bioseguridad, Pedro Rocha.
Se trata de biotecnología moderna que combina ciencia, tecnología e ingeniería para facilitar la comprensión, el diseño y la modificación de materiales genéticos, organismos vivos y sistemas biológicos.
De acuerdo con Fan-Li Chou, del USDA, la necesidad de innovar debe ir de la mano con el aspecto regulatorio. “Se debe regular para resguardar la seguridad ambiental y la salud humana, si esto se trabaja bien es posible alcanzar mayores niveles de desarrollo económico, crear más empleos y generar beneficios para la sociedad”, afirmó.
Marcelo Freitas, de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA), presentó las aplicaciones que puede tener la SYNBIO en la agricultura. “Los científicos han desarrollado cultivos genéticamente modificados que pueden proporcionar mayores rendimientos en menos tierra y una mayor resistencia a la sequía, las enfermedades y las plagas”, manifestó.
Según explicó, el uso de la biología sintética en la agricultura beneficia el desarrollo de las plantas mediante la mejora de su rendimiento, resistencia y calidad de producto. Además, aseguró que, indirectamente, reduce las emisiones de gas metano (producto de la ganadería) y puede mejorar la calidad de los suelos.
El seminario, que duró dos días y se transmitió desde la sede central del IICA, es el primero de una serie de eventos que ambas entidades organizarán durante el 2016.
“Queremos poner a disposición de los países información científicamente validada que les permita tomar las decisiones que consideren pertinentes en torno al uso de nuevas tecnologías y opciones para mejorar el desarrollo de los campos agrícolas”, concluyó Rocha.
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