En una red de 35 productores líderes de Centroamérica se han instalado estos modelos tecnológicos que les ha permitido mejorar el procesamiento del café, la calidad del grano y sus ingresos por un mejor precio de venta. Tienen capacidad total de secado de 14 a 15 quintales.
Tegucigalpa, 16 de marzo, 2020 (IICA). Con el objetivo de ofrecer una alternativa de bajo costo y poco impacto ambiental a los pequeños productores, el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la roya del café (PROCAGICA) impulsa en esta región el uso de secadoras solares para este grano, una alterativa que aprovecha recursos naturales como la radiación solar y el aire.
De acuerdo con PROCAGICA, iniciativa implementada por la Unión Europea (UE) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Centroamérica, la calidad del café depende, entre otros factores, de la correcta selección de frutos maduros y sanos y de buenas prácticas durante su procesamiento.
El secado es una etapa de principal atención para disminuir la humedad en el grano, hasta llegar al óptimo requerido (10-12 %) para conservar el cuerpo, el sabor y el aroma del café y para evitar la oxidación.
Esta práctica no es generalizada entre los pequeños productores de café, ya que generalmente carecen de la infraestructura necesaria para un secado mecánico o en patio, lo cual representa inversiones que no están a su alcance.
“Hemos llegado a personalizar el diseño de las secadoras solares con los productores, pues miramos el área de cultivo que tienen y así la diseñamos. Esto ha tenido una buena aceptación con productores, investigadores y compradores extranjeros, al notar que el grano se trata con mayor cuidado y limpieza”, explicó Oscar Bonilla, técnico auxiliar de extensión del Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), quien trabaja en Marcala, Honduras, en coordinación con PROCAGICA.
Las estructuras de secado son de bajo costo y de fácil uso, no requieren gran espacio y pueden ser construidas con mano de obra local. El modelo estándar tiene 1,20 metros de ancho por 10 largo, con capacidad para dos tendales o parihuelas y un pasillo al centro, de 70 centímetros, por donde el productor se moviliza.
Cada parihuela o tendal tiene una capacidad para siete quintales de café, lo que representa una capacidad total de secado de entre 14 y 15 quintales. La duración de la estructura cuando se realiza un reemplazo de la malla de los tendales puede ser de hasta 10 años.
“Tradicionalmente el secado se suele realizar en patios de concreto, se necesita sol, pero para la temporada de cosecha hay frío, por eso la tecnología de la secadora solar ha tenido muy buena aceptación. Además, es económica porque se puede hacer con materiales a la mano del caficultor, como madera, tubos PVC y mallas”, agregó Bonilla.
Actualmente, se han instalado estos modelos tecnológicos en una red de 35 productores líderes de Centroamérica, quienes durante la cosecha 2019-2020 han mejorado el procesamiento del café, la calidad del grano y sus ingresos por un mejor precio de venta.
PROCAGICA continúa invirtiendo en importantes esfuerzos dirigidos a la transformación productiva y la innovación de la caficultura de manera participativa, con 7 000 beneficiarios directos en Centroamérica, mediante la puesta en marcha de una estrategia integral para fortalecer la resiliencia de los pequeños productores.
Entre las 7 000 personas beneficiarias, 38 % son mujeres productoras y 24 % son mujeres menores de 30 años.
El programa de la UE y el IICA ha alentado el uso de las secadoras solares entre los pequeños caficultores centroamericanos, que resulta más eficiente y barato que el secado tradicional y con mejor impacto en la calidad final del producto. Además, los patrones climáticos inestables han generado la necesidad de esta alternativa.
Más información:
Harold Gamboa, coordinador de PROCAGICA.