El concurso buscó reconocer las actividades y productos turísticos que están vinculados con prácticas de aprovechamiento de la bioeconomía en las Américas.
San José, 30 de enero de 2024 (IICA). El emprendimiento Colibrí Eco-Lodge y Camping, de Bolivia, se convirtió en la propuesta ganadora del concurso Agrobioturismo: Potenciando las articulaciones entre la bioeconomía y el turismo, promovido por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y en el que se postularon 110 proyectos de 14 países de la región.
El certamen buscó reconocer las actividades y productos turísticos que están vinculados con prácticas de aprovechamiento de la bioeconomía en las Américas. Contó con el apoyo promocional de la Red Interamericana de Agroturismo (REDAGROTUR) y tuvo como patrocinadores externos a Impact Hub de Costa Rica, CIG Project de Perú, y Mímesis Think Thank y Dentons Cárdenas, de Colombia.
Colibrí Eco Lodge y Camping es un emprendimiento en el que los visitantes conocen prácticas de bioeconomía y ecoturismo, como el aprovechamiento de aguas recicladas y de energías renovables, y preparación de comidas en hornos solares. También realizan visitas a sitos simbólicos de los valles andinos de Bolivia.
El segundo lugar lo obtuvo el proyecto Uva Dulce, de Chile, basado en prácticas de agricultura sustentable y en el que también se puede disfrutar parte del patrimonio cultural y arqueológico del país; y el tercer puesto fue para Chacra Agroecológica PosVill, de Argentina, en el que los visitantes pueden recorrer la plantación agroecológica de cítricos y conocer prácticas de poda, riego y producción de biofertilizantes.
Hugo Chavarría, gerente del Programa de Innovación y Bioeconomía del IICA, manifestó que el turismo es un sector que tiene grandes vínculos con la bioeconomía y puede verse ampliamente beneficiado con su aprovechamiento, gracias a la posibilidad que esta ofrece para incrementar y diversificar la oferta y los ingresos.
“Las vinculaciones entre el turismo y la bioeconomía generan encadenamientos con otras actividades económicas en los territorios rurales, promueven la valorización de las costumbres locales y fomentan la sostenibilidad ambiental”, dijo Chavarría.
“Es un honor para nosotros recibir este reconocimiento, es un orgullo ser parte del proyecto Colibrí porque además de que se aprovecha la naturaleza hermosa de nuestros valles, se puede generar un triple impacto en nuestra comunidad; económico, ambiental y social. Colibrí representa un orgullo no solo para quienes están detrás de la organización, sino también es un orgullo para la comunidad”, comentó Lucy Mamani, asesora del proyecto ganador.
“Nuestro lema es construir sin destruir, no necesitamos aplanar terrenos, no necesitamos destruir la naturaleza para poder crear una experiencia muy linda para los que nos vienen a visitar desde otros países” añadió Mamani.
Los emprendimientos ganadores recibieron premios en efectivo, así como becas para realizar cursos de especialización en temas de bioemprendimiento, asistencia técnica y mentoría por parte del IICA y los patrocinadores del concurso.
Además, todos los casos postulados serán incluidos en una publicación técnica sobre las articulaciones entre la bioeconomía y el turismo.
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